Las elecciones municipales y autonómicas dejan un contundente vuelco político en España. El PSOE pierde en las urnas por casi de 760.000 votos, ante un PP al alza, que gana 1.798.244 papeletas en cuatro años, prácticamente los mismo que obtuvo Ciudadanos en la pasada cita con las urnas. Los de Pedro Sánchez se dejan 489.269 votos, con respecto a 2019, y pierden la presidencia de la Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares, Canarias, Extremadura y La Rioja, en favor del Partido Popular, aunque en buena parte de ellas los de Alberto Núñez Feijóo necesitará de los escaños de Vox para gobernar.
"Quiero reconocer la derrota del PSOE en estas elecciones y felicitar al PP, que ha absorbido todo el voto de Ciudadanos. Es un mal resultado, no es en absoluto el que esperábamos. No vamos a ocultar que esperábamos a forjar mayoría de progreso gracias a la movilización del electorado progresista, que es evidente, no se ha producido. El PSOE asume que debemos hacer las cosas mejor y esforzarnos más en las próximas elecciones. Tenemos que hacer una reflexión de cara a los próximos meses", dijo Pilar Alegría, portavoz de la ejecutiva socialista.
El desánimo en Ferráz, contrastó con la euforia que se respiró en Génova, que volvió a vivir una nueva noche dorada. Escoltado por Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida -ambos consiguieron mayoría absoluta-el líder popular, Alberto Núñez Feijóo salió al balcón de la calle Génova, 13, para celebrar la victoria. "Es la primera vez que estoy en este balcón", dijo Feijóo que saboreó su momento, "hemos recuperado la mejor versión de nuestro partido, aquel PP grande, que sintonizaba con la mayoría de España, centrado y ancho donde cabe la inmensa mayoría de los españoles. España ha iniciado un nuevo ciclo político, es la victoria de otra forma de hacer política. España nos ha dado su confianza", dijo el líder popular.
La estrategia es clara. El PP ya mira con decisión hacia las elecciones generales. "En España hay un enorme deseo de cambio y ese cambio se llama Partido Popular. Ese deseo de cambio es imparable. Ese proximo cambio va a ser este mismo año y será a nivel nacional. Estamos absolutamente preparados. No les vamos a fallar", aseguró Cuca Gamarra, secretaria general del Partido Popular.
La noche contagió el entusiasmo en la sede de Vox. El partido dobla el porcentaje de votos obtenidos en 2019, y consigue 783.978 papeletas más. "Hoy Vox es el partido que más crece. Hemos doblado el porcentaje de votos obtenidos, de 500 concejales a más de 1700, de 47 diputados autonómicos, a 119", dijo Santiago Abascal que dio pinceladas sobre la estrategia que su formación llevará a todas las mesas de negociación en las que se sentará con el Partido Popular para formar gobierno. "Somos el único partido con discurso nacional y se consolida el papel de Vox como partido absolutamente necesario para construir la alternativa al socialismo, al comunismo y sus socios separatistas y terroristas", añadió Abascal.
Los resultados electorales arruinaron la noche en el cuartel general de Podemos. La formación es una de las grandes perdedores de las elecciones, sus confluencias se hunden en todas las autonomía y municipios en los que contaban con una fuerte presencia. "Son unos malos resultados, pero no solo para la izquierda, sino para el conjunto de las familias trabajadores de este país, que pueden afrontar en este ciclo de gobiernos un retroceso de derechos sociales y políticos", dijo Ismael González, responsable de organización de Izquierda Unida. Fue simbólico el resultado obtenido en la Comunidad de Madrid, donde Podemos no consiguió entrar en la Asamblea de Madrid, uno de los parlamentos desde los que Ione Belarra pivotaron su estrategia electoral. También la gran derrota de Ada Colau, que pierde la alcaldía de Barcelona.
Por último, la noche fue especialmente amarga en la calle Alcalá de Madrid. Ciudadanos se evapora del arco político y no logra ningún representante. Tampoco en el Ayuntamiento de Madrid, donde su vicealcaldesa, Begoña Villacís queda fuera, junto a los restos de su partido.