
La elevada inflación que atraviesa la economía afecta especialmente a los hogares, y en particular sobre su cesta de la compra. De hecho, al 42 % de los hogares les resultó difícil o muy difícil comprar frutas y verduras en el último año, según el último Índice de Solvencia Familiar elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Este porcentaje es similar (40 %) a la hora de hablar de pan, pasta, arroz, aceite y lácteos, y asciende a casi la mitad de los hogares (48 %) cuando se trata de comprar carne o pescado.
En consecuencia, las familias están adoptando todo tipo de medidas para ahorrar la máxima cantidad de dinero posible a la hora de hacer la compra. Todo ello sin perjudicar (o hacerlo lo menos posible) la calidad nutricional de la dieta.
Entre los muchos métodos que se pueden adoptar para abaratar el precio de la cesta de la compra, OCU ha analizado uno en concreto: el ahorro que puede suponer comprar alimentos congelados en detrimento de los productos frescos. En concreto, la organización ha llevado a cabo un estudio de precios durante la primera semana de abril sobre 20 alimentos diferentes, comparando las alternativas congeladas frente a las frescas.
El análisis incluye precios en 8 grandes cadenas de distribución (Carrefour, Alcampo, El Corte Inglés, Mercadona, Lidl, Aldi, Dia y Eroski) sobre 10 tipos de verduras (guisantes, judías verdes, espinacas, brócoli, habas, acelgas, alcachofas, coliflor, patatas, menestra), 7 pescados o mariscos (atún, bacalao, merluza, gallos, salmón, langostinos y anillas de calamar) y tres cortes distintos de pollo (alitas, muslos y cuartos traseros).
"Nuestro estudio de precios concluye que, optando por las versiones congeladas, el ahorro puede llegar a ser muy significativo: más del 40 % en el caso de las verduras, más del 38 % en el caso de la merluza, más del 13 % en el atún y más del 20 % en el pollo. Sin embargo vemos que otras especies de pescado se pueden comprar más baratas en fresco (las anillas de calamar, el salmón o los gallos)", indica la organización.
Verduras
"Indudablemente, optar por las verduras congeladas resulta mucho más económico", indica OCU. En este sentido, y de acuerdo con los datos recabados por la entidad, existen diferencias de hasta el 90 % en el caso de los guisantes, el más extremo; las judías verdes son un 70 % más baratas cuando se compran más baratas y las espinacas, un 56 %. El brócoli y las habas, por su parte, presentan ahorros del 44 y el 39 %, respectivamente, mientras que las acelgas un 27 % y las alcachofas un 14 %. En cuanto a la coliflor, apenas existe diferencia entre el congelado y el fresco, un 6 % más caro.
De las diez verduras seleccionadas para la muestra, ocho son más baratas cuando se adquieren congeladas. Entre las dos excepciones, la menestra no cuenta con un producto fresco equiparable, por lo que no es posible la comparación. Y las patatas, de media, son un 30 % más caras cuando se compran congeladas. "Las congeladas no son 'frescas', naturales, sino que están prefritas, lo que puede explicar la diferencia de precio", explica la organización.
Pescado
Dada la gran versatilidad de formatos que existen (filetes, lomo, rodajas, etc.), OCU ha equiparado los precios por kilo de alimento. Según sus datos, los resultados son altamente dispares. "mientras que la merluza (38 %), el atún (13 %), el bacalao (7 %) o los langostinos (1,45 %) pueden ser más económicos si se compran congelados, otros como las anillas de calamar (- 10 %), los gallos (- 23 %) o el salmón (- 29 5), serán más económicos en fresco", indica OCU.
En cuanto al apartado nutricional, OCU no aprecia diferencias entre el pescado fresco y el congelado. No obstante, "hay que tener en cuenta que a veces que las especies que se congelan son diferentes y pueden encontrase diferentes calidades: a menudo las merluzas que se suelen encontrar en pescaderías fresca son europeas, de mayor calidad que las del cabo o argentinas, las que se venden congeladas", especifica la organización.
Pollo congelado
En este grupo, OCU señala que únicamente ha encontrado pollo congelado en Alcampo, Carrefour y Mercadona, ya que por el momento es una tradición poco habitual en España. En estos caso, el pollo congelado es, de media, un 20 % más barato que el fresco.