
La mala situación económica que atraviesan los hogares se traduce en que, mes a mes, el bolsillo medio tiene más dificultades para llegar a fin de mes. Así, conforme la inflación sigue creciendo, las huchas de ahorro se vacían y no queda otro remedio que priorizar gastos. Sin embargo, los problemas económicos llegan hasta tal punto que muchas familias no pueden, directamente, hacer frente a gastos básicos, como la alimentación o el pago de suministros.
Según refleja el Índice de Solvencia Familiar, llevado a cabo por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en tres de cada cuatro hogares (73 %) se vive prácticamente al día. Es decir, tienen muy difícil o imposible ahorrar. Por el contrario, únicamente el 7 % puede ahorrar de manera más o menos relajada.
Esta cifra se desprende de una encuesta llevada a cabo entre 4.112 personas de entre 25 a 79 años. En ella, la organización ha preguntado a los participantes por su situación económica y un amplio abanico de posibles gastos, que van desde el pago de la hipoteca o alquiler hasta el gasto en ropa o libros, pasando por cuidados en salud, alimentación o transporte. En total, 37 conceptos de gasto diferentes.
Índice de solvencia familiar
Según sus respuestas, el 53 % de encuestados afirma que les resulta 'difícil' o 'muy difícil' pagar el gas, la electricidad y el agua, mientras que a un 10 % le resulta, directamente, 'casi imposible'. La hipoteca es un problema para el 26 % de encuestados, y un porcentaje casi idéntico (25 %) afirma que le es difícil pagar internet, televisión y telefonía. El alquiler, en cambio, fue difícil de afrontar para el 10 %.
En cuanto a la alimentación, el 42 % presenta dificultades a la hora de comprar frutas y verduras, y lo mismo considera el 48 % sobre la compra de carne y pescado. Productos básicos, como pan, pasta, aceite, arroz o lácteos, representó una dificultad para el 40 % de participantes.
Al 20 % le resultó difícil comprar medicamentos, al 31 % las consultas médicas y al 17 % la hospitalización. Los cuidados dentales fueron difíciles para el 49 %. Por otro lado, la compra de ropa supone dificultades para el 42 %, mientras que el gasto en audífonos o en ópticas, para el 34 %.
Los porcentajes aumentan conforme los gastos tienen menos influencia en la calidad de vida. Así, el mayor porcentaje de dificultad se encuentra en hacer frente a los gastos del coche (54 %), empatado con el irse de vacaciones. Conciertos, teatros, cines y museos son complicados para el 40 %, mientras que salir a bares y restaurantes, para el 44 %.
A partir de todos estos datos, la organización elabora desde hace varios años su particular Índice de Solvencia OCU, el cual expresa numéricamente (con una cifra entre 1 y 100) el grado de solvencia de un hogar. "El resultado es un dato fiable, objetivo e independiente, que refleja la situación real de las familias españolas y que nos permite ver que para millones de consumidores llegar a fin de mes es realmente difícil, y este año aún más difícil que el pasado", argumenta OCU.
Así, el Índice de solvencia familiar actual (45,8 en el año 2022) es el más bajo de toda la serie, y su tendencia traza una línea claramente descendente.
"Además, las previsiones para el presente año 2023 por parte de las familias españolas son poco halagüeñas: el 42 % de las familias cree que serán incluso peor que 2022, otro 42 % piensa que será más o menos similar y apenas un 16 % cree que las cosas mejorarán. La previsión fija el índice en un 43,5, pero esto es aún una estimación", indica la organización.