
La UE delinea la estrategia del que será su devenir económico. Y si una guerra a las puertas de su vecindario ha puesto en jaque el suministro de gas, la extorsión ha servido para apretar el paso hacia el que ya se ha convertido en su mantra: "cero emisiones de CO2 en 2050". Pero antes o después, Estados Unidos y China iban a tomar tales derroteros. Pese a su tumultuosa relación, en tal ambición las tres potencias comparten un interés común: las materias primas.
Chile, Colombia y Brasil son los destinos que la vicepresidenta de la Comisión Europea, y comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ha dispuesto para un viaje en el que la UE busca cerrar acuerdos estratégicos para el suministro de los minerales necesarios para la transición verde y digital, como el litio. Unas alianzas que se articularán como elementos clave en la propuesta legislativa de materias primas críticas que la Comisión Europea presentará esta semana.
"En lo que se refiere a la industria verde, hay suficiente para todos", comentó Vestager ante un grupo de medios, entre los que se encuentra El Economista. Y es que la Ley de Reducción de la Inflación estadounidense y los subsidios de China a la industria de tecnologías limpias no hacen sino encaminar los intereses en la misma dirección y, en paralelo, la disputa por los mismos recursos.
La idea, según explicó la responsable de Competencia, es establecer más minas en Europa. También, establecer asociaciones estratégicas con otros países "tratando de permitir las inversiones privadas y dando pasos para aumentar la sostenibilidad". Se trata de que las compañías puedan establecer "acuerdos a largo plazo con las empresas en los países en los que tenemos las asociaciones", aclaró la vicepresidenta comunitaria. Al fin y al cabo, las grandes inversiones "no se amortizan en un año o en dos años, hay que tener una perspectiva a largo plazo", puntualizó.
Vestager retrata con esta visita el insistente interés de la UE en las materias primas del continente latinoamericano, tras la visita del vicepresidente del Ejecutivo comunitario, y responsable del Pacto Verde europeo, Frans Timmermans, a principios de año. En tal estrategia la circularidad se erige como un elemento primordial, es decir, el reciclaje de materias primas, "porque la minería es intensiva en energía", justificó la danesa.
"Una de las minas que visitaré es propiedad de una compañía estadounidense", detalló la responsable de Competencia. El ejemplo le sirve de espejo en el que la UE busca reflejarse pues Bruselas pretende "aumentar la presencia europea", "asociarse con más países" para "sacar el máximo provecho a los recursos". En paralelo, o como contrapartida, dijo, que las partes implicadas saquen el máximo provecho de ello.
La UE tiene muy presentes sus fantasmas de un pasado reciente: la dependencia de un solo proveedor implica riesgos. Lo comprobó durante la pandemia y lo constató con la guerra de Ucrania. Por lo que Vestager puso sobre la mesa "que en algunas áreas tenemos las mismas dependencias de un solo proveedor y nos gustaría cambiar en el futuro para que tengamos más proveedores diferentes".
"Es un impulso para una mayor presencia europea en más países", considerando la elevada dependencia de la UE de China en la importación de materias primas, de hasta el 90%. "No hay problema en comerciar con China, pero puede haber problemas si solo comercias con China", destacó. Así es que más allá del gigante asiático, la UE ha expandido sus influencias hasta Canadá, país con el que la presidenta de la Comisión Europea reforzó, la pasada semana, su relación acuerdo sobre materias primas críticas para la industria cero emisiones.