
Europa debe reaccionar a ese polémico paquete de subsidios que Estados Unidos ha puesto sobre la mesa para contener la inflación. La principal crítica que se ha esgrimido en torno a tal medida es que podría propiciar que las empresas europeas se trasladaran al otro lado del Atlántico, amén de sus inversiones. Ante lo cual la Comisión Europea ya anunció que presentará este mes una propuesta para flexibilizar las ayudas de Estado. Ha sido en este contexto que la vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ha enviado este viernes una carta a los ministros de Economía y Finanzas de la UE en la que plantea introducir ayudas a las inversiones verdes en sectores estratégicos para evitar a la deslocalización de las mismas.
En la carta remitida a los titulares de Economía de la UE, a la que ha tenido acceso El Economista, Vestager ha propuesto realizar dos cambios al Marco Temporal de Crisis. El primero de ellos pasa por introducir nuevas ayudas a las inversiones verdes en sectores estratégicos, para evitar la deslocalización.
Así la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario insta a incluir "disposiciones específicas para apoyar nuevas inversiones en instalaciones de producción, incluso a través de desgravaciones fiscales". Tales disposiciones pretenden "contrarrestar el riesgo de que las inversiones se desvíen injustamente a terceros países fuera de Europa", según señala en la carta.
En todo caso, la vicepresidenta de la Comisión Europea plantea que esta medida tendrá que ser "limitada en el tiempo", "dirigida a aquellos sectores en los que realmente existe el riesgo" y "proporcionada" en términos de la cuantía de la ayuda. Un planteamiento con el que Vestager trata de contrarrestar los riesgos de la Ley de Reducción de la Inflación estadounidense para el mercado comunitario.
La otra de las enmiendas que apunta en su carta la danesa es la simplificación del cálculo de las cuantías de las ayudas de Estado y agilizar su aprobación. En un paso más, Vestager ha puesto "ampliar el ámbito de aplicación" "a todas las tecnologías de energías renovables" así como dotar a los Estados miembro de opciones más sencillas para "cuantificar la ayuda que pueden conceder a cada proyecto".
Así, Vestager ha anunciado que en las próximas semanas lanzará una consulta a los Estados miembro sobre su propuesta de enmienda al Marco Temporal de Crisis. En su escrito, además, ha emplazado a los ministros de Economía a remitir a Bruselas antes del 25 de enero sus impresiones sobre los riesgos del proceso de simplificación de las ayudas de Estado entre otras cuestiones.
Se refiere en su escrito Vestager, la posibilidad de revisar el Reglamento General de Exención por Categorías, que haría posible que los Estados miembro dotarán de una cuantía mayor de Ayudas de Estado sin necesidad de informar a la Comisión Europea.
La danesa se ha referido a los "numerosos desafíos" a los que se enfrenta la industria europea. Haba de los "altos precios de la energía" pero también de la Ley de Reducción de la Inflación estadounidense que prevé dotar a su industria de un paquete de subsidios de 365.000 millones de dólares. Una cuestión que ha suscitado revuelo a través del mercado comunitario, con Francia pujando por un paquete similar y Alemania solicitando que se usen los fondos europeos para dar respuesta a la medida de la Administración Biden.
"No todos los Estados miembro tienen el mismo espacio fiscal para las ayudas de Estado. Esto es un hecho", ha señalado la responsable de Competencia de la Comisión Europea en su escrito. "Por eso estamos buscando maneras de impulsar el plan RePower EU" y crear "un fondo europeo colectivo para apoyar a los países de forma justa y equitativa".
"Tenemos tres prioridades", ha señalado la danesa en su carta: "debemos acelerar la transición verde. Debemos trabajar para eliminar las barreras existentes en el mercado único. Y debemos equipar a los Estados miembro para que den un apoyo rápido y focalizado a sus negocios en sectores clave". Además, ha recordado que la Comisión Europea ha movilizado 672.000 millones de euros de financiación nacional en el marco Temporal de Crisis de las Ayudas de Estado.