Economía

Biden y los republicanos se enzarzan en una batalla sobre las pensiones en EEUU

  • un pensionista estadounidense cobra casi lo mismo que un español
Joe Biden, en el discurso del Estado de la Unión. Foto: Europa Press

La batalla política estadounidense lleva desde principios de año concentrada en la deuda: si no hay un acuerdo antes de junio para que el Gobierno pueda seguir emitiendo bonos, el país irá de cabeza a un default. Los republicanos, que exigen recortes de gasto a cambio de que la Cámara de Representantes autorice la emisión de deuda, llevan hasta ahora la voz cantante en las negociaciones. Pero el presidente, Joe Biden, ha decidido contraatacar poniendo el foco en una de las exigencias de los conservadores: recortar el gasto en pensiones y en la sanidad para jubilados (Medicare), una posición políticamente tóxica de la que los propios republicanos están intentando huir.

La Seguridad Social y Medicare fueron creados en 1935 y 1965, respectivamente, por Gobiernos demócratas que querían garantizar que los mayores no vivieran sus últimos años en la pobreza (como había ocurrido en la Gran Depresión) o fueran empujados a ella por los costes sanitarios. El sistema de pensiones no es especialmente generoso: un jubilado medio estadounidense percibe 1.688 dólares mensuales, frente a los 1.682 dólares (al cambio actual y prorrateadas las pagas extra) que cobra, de media, un pensionista español. Una cifra que da para bastante más a los españoles, dada la diferencia en el coste de la vida entre ambos países.

Aun así, la partida de pensiones es la más grande de los presupuestos estadounidenses, con un 19% (1,22 billones de dólares), mientras que la de Medicare es la quinta, empatada con Defensa: un 12%, o 755.000 millones. Y, a diferencia de las demás partidas, estas dos están garantizadas por ley: ni el Gobierno ni el Congreso pueden tocar los presupuestos destinados a estos dos departamentos, ni para recortar ni para aumentar el gasto, sin cambiar previamente las leyes que los regulan.

Y numerosos republicanos llevan años presionando para aplicar recortes en estas partidas. El expresidente George Bush intentó privatizar parcialmente el sistema en 2005, y el senador encargado de redactar el programa electoral para los republicanos de cara a las últimas elecciones legislativas, Rick Scott, propuso que esas leyes caducaran cada 5 años, obligando a repensar los sistemas de forma regular. En su último proyecto presupuestario, el grupo republicano en la Cámara de Representantes propuso subir la edad de jubilación, reducir los pagos futuros para las personas que aún no han cumplido los 54 años y permitir que las cotizaciones puedan ir a planes privados en vez de al nacional.

Todo eso, pese a que las condiciones del sistema ya son más estrictas de las que hay en España, por ejemplo. En EEUU se cuentan las cotizaciones de 35 años a la hora de determinar la nómina mensual, y la pensión completa no se recibe hasta los 67 años, con una bonificación si se espera hasta los 70.

Debate impopular

Aun así, como en muchos otros países, los intentos de recortar en pensiones son muy impopulares, y Biden se aprovechó de este dato para presionar a los republicanos en el Discurso del Estado de la Unión. Cuando el presidente alertó de que la oposición quería recortar las pensiones, los congresistas republicanos empezaron a abuchear y decir públicamente que no, a lo que Biden respondió con un reto: "Si estamos todos de acuerdo, entonces prometamos que no vamos a hacer recortes en pensiones. ¿Hay unanimidad? ¿Sí?".

El resultado ha sido que la pregunta de las pensiones y Medicare ha dominado la política estadounidense -junto a los presuntos globos espía chinos- durante las últimas dos semanas, para frustración de los republicanos. El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, ha realizado varias reuniones en privado con Biden, y se niega a explicar qué está negociando, más allá de formas de reducir el déficit. Pero cuadrar el círculo es difícil: su partido se niega a tocar Defensa o subir impuestos, y los demócratas se niegan a recortar el gasto social. La respuesta puede ser una mezcla de todo, como la negociada por Barack Obama en 2013, que moleste a todo el mundo por igual. Pero con la campaña presidencial calentando motores para lanzarse en un año, decisiones así serán mucho más difíciles de digerir.

comentariosicon-menu4WhatsAppWhatsAppTwitterTwitterLinkedinlinkedin
FacebookTwitterlinkedin
arrow-comments

Comentarios 4

En esta noticia no se pueden realizar más comentarios

delgado
A Favor
En Contra

^>

El Nivel intelectual de los Socialistas a nivel mundial es muy bajo, como rastrojo, viendo que tienen como Jefe a un Pederasta Corrupto Senil

Puntuación 1
#1
Usuario validado en elEconomista.es
aviamquepasa
A Favor
En Contra

Pensar que casi todos los altos cargos del partido demócrata deberían estar presos... espero que lo del ordenador de Hunter Biden vaya a juicio pronto

Puntuación 1
#2
alf
A Favor
En Contra

Después de volar el Nord Stream a hablar de pensiones! En España esa partida de pensiones es el 50%, y sanidad (que mayormente la "disfrutan" los mismos) otro 15%. Y los que ahora pagan la fiesta, a los que no pagaron prácticamente nada, no van a disfrutar de los mismos privilegios.

Puntuación 0
#3
Jotajo
A Favor
En Contra

Las pensiones suponen en España un 42% del presupuesto aprox.

Pero yo me pregunto ingenuamente ¿por qué son la única partida a la que se pretende exigir que se autofinancie?.

¿Por qué no le pedimos lo mismo a Defensa, por ejemplo?. Que invadan Francia y saqueen Paris para pagarse sus Leopard.

Puntuación 0
#4