
BBVA Research prevé un crecimiento del PIB del 1,2% en 2023 como consecuencia de la ralentización económica, aunque se estima que se recuperará el pulso en 2024 al crecer el 3,5%. A pesar de la desaceleración se podrán generar 15.600 puestos de trabajo en dos años.
El PIB de Aragón crecerá menos de lo previsto en 2023 en relación a anteriores previsiones económicas de BBVA Resarch que lo situaban en el 3% en este año. Sin embargo, la entidad sí ha revisado al alza las estimaciones para 2022, pasando del 2,9% al 3,8%. Este dato supone un avance de 1,5 puntos porcentuales menos que en España. Una diferencia que se explica por la diferencia de la estructura sectorial en la que el turismo en Aragón tiene menor peso, mientras que en España contribuyó a la dinamización económica del país, y la mayor importancia de la industria.
Aunque en 2022 las previsiones económicas son más favorables, en 2023 se observa una ligera desaceleración económica derivada de la posible entrada en recesión de la Eurozona y del impacto del aumento de los tipos de interés sobre la demanda interna.
En este año, Aragón crecerá además ligeramente por debajo de la media española, en concreto dos décimas, diferencia que se acortará en 2024. En ese año, la comunidad aragonesa se situará el 0,1% por encima del dato nacional, según se recoge en el informe 'Situación Aragón 2023 de BBVA Resarch', presentado por Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA Research para España.
Las mejores perspectivas para el año 2024 se asientan en la reducción del coste de los combustibles y gas, "que debería trasladarse a una menor inflación y a la buena posición de las familias aragonesas en soportar el aumento de los tipos de interés y costes, lo que les sitúa en un mejor situación acreedora en comparación con 2008", afirma Cardoso. "Las familias están muy preparadas para absorber el tipo de interés y hay una composición del endeudamiento distinto porque el 30% de las hipotecas están a tipo fijo, buena parte de ellas se dieron hace tiempo y se paga más principal y menos intereses", añade. Además, los activos de las familias han aumentado.
En relación a los sectores de actividad, se observa un comportamiento negativo en la vivienda, al igual que una desaceleración en la industria. No obstante, la desaceleración será temporal por la caída de los precios de algunas materias primas y del combustible, la inexistencia de restricciones para la generación de energía por la buena meteorología en términos de temperatura, la diversificación de fuentes y el menor consumo.
En el caso de la industria se prevé también una recuperación de la actividad por la mejora de los tiempos para conseguir microchips y semiconductores, lo que permitirá una recuperación de la automoción de forma intensa, que ya se ha empezado a notar, quedando entre un 5 ó 6% por debajo del 100%.
Los riesgos de la economía
Otro de los factores que aportará crecimiento son los fondos Next Generation EU. No obstante, esta inyección económica constituye a su vez uno de los riesgos que puede limitar o lastrar el crecimiento por el retraso en su ejecución. En estas fechas, se esperaba que haber alcanzado los 50.000 millones de euros, pero la cifra se sitúa en 10.000 millones de euros. La falta de rapidez, la burocracia y los trámites y autorizaciones necesarias hacen que se estén ralentizando estos fondos que, además, no están llegando a las pymes. "Puede suponer una oportunidad perdida para el crecimiento de las empresas aragonesas. Solo se tirará de las pymes si son subcontratadas" por las grandes empresas o forman parte de los PERTE.
Otros riesgos son el agotamiento de la capacidad de expansión del sector turístico, que tomó impulso tras la pandemia. "El aumento de los precios, en relación a otros destinos, puede hacer que no vengan tantas personas ni gasten tanto en turismo", apunta el economista de BBVA Research.
Preocupante es también la inflación subyacente. A pesar de la caída de los precios de la electricidad y combustible, todavía el 80% de la cesta de la compra de una familia se eleva y se corre el peligro de que se enquiste esta situación en la economía, generando incertidumbre y menor poder de compra de las familias.
Impacto en el empleo
El menor crecimiento económico en Aragón en este año no se prevé que tenga un impacto negativo en el empleo. Las previsiones de BBVA Research apuntan a la generación de 15.600 puestos de entre 2023 y 2024, con una tasa de paro que se situaría en el 8,5% a finales del próximo ejercicio.
En 2023, al creación de puestos de trabajo se prevé inferior y con desaceleración, con un crecimiento del 0,3% este año y una tasa de paro del 9,3%, continuando la tendencia de 2022, "pero será de corta duración". Mejor comportamiento tendrá en 2024 con un crecimiento del empleo del 2,3%.
La generación de empleo variará por sectores. Los más dinámicos son la industria por la descongestión de la cadena de suministro. Dentro del sector, destacará la automoción y la agroalimentación. También habrá un buen comportamiento en energía, de la mano de las renovables, por la generación de incentivos a la generación de electricidad y los fondos europeos.
En concreto, será limitado en la construcción porque, aunque ha aumentado la venta de viviendas en un 20% sobre los niveles de 2019, los visados de obra nueva están en el mismo nivel. "No se acompaña con un incremento de la disponibilidad de la oferta de vivienda", además del aumento de los tipos de interés para las hipotecas.
Tampoco figura entre los más dinámicos el sector servicios porque está llegando al límite de la creación de empleo en restauración y ocio tras el impulso experimentado con la apertura tras la pandemia.