Economía

Cuánto daño económico causarán los terremotos a Turquía: el PIB podría crecer por una "peculiaridad contable" tras las catástrofes

  • Las regiones afectadas representan el 9% del PIB y el 15% de la población
  • Las pérdidas no salen en el PIB pero sí suman las tareas de reconstrucción
  • Las implicaciones pueden ir más en clave política que económica o financiera
Equipos de rescate turcos buscan supervivientes entre los escombros. Foto: EP

Los terremotos de magnitud 7,8 y 7,5 que sacudieron Turquía y Siria el lunes han causado hasta ahora más de 10.000 muertos y 50.000 heridos. Las regiones de Gaziantep y Kahramanmaras fueron los epicentros, pero diez provincias de Turquía se han visto afectadas. Es el terremoto más fuerte registrado en Turquía desde 1939. La tragedia humana ha conmocionado a la comunidad internacional mientras los mercados financieros empiezan a valorar el coste económico de la catástrofe.

Como síntoma del shock inicial, la bolsa de Estambul ha paralizado las operaciones con el recuerdo de lo sucedido hace 24 años. En 1999, cuando un terremoto golpeó un polo industrial turco cercano a Estambul la bolsa cerró una semana. El índice de referencia de la bolsa turca -BIST 100- ha perdido un 16% esta semana borrando casi 35.000 millones de dólares (32.648,5 millones de euros) de capitalización. "En momentos de catástrofes como esta, suspender la negociación es la mejor decisión para proteger a los inversores", ha señalado Haydar Acun, socio gerente de Marmara Capital en Estambul a Bloomberg

Por el momento es difícil evaluar la magnitud de los daños. Según los cálculos más rápidos, se han derrumbado más de 6.000 edificios. Dos aeropuertos y varias carreteras y puentes han resultado dañados, las líneas telefónicas se han interrumpido y hay cortes de electricidad en muchas zonas. Además del colosal impacto humano, habrá consecuencias para la economía. Las diez provincias afectadas figuran entre las más pobres de Turquía, pero representan el 15% de la población del país, el 9% del PIB turco, el 15% de la producción agrícola, el 9% de la industria y el 6-8% del comercio exterior.

"Estas regiones son claramente significativas, pero nuestra primera evaluación es que el impacto económico será limitado y de corta duración. No toda la producción de estas regiones se verá afectada (por ejemplo, la agricultura) y no parece que se hayan producido daños generalizados en las infraestructuras clave, incluidos los principales gasoductos y refinerías de petróleo. Los principales centros comerciales de Ankara y Estambul funcionan con normalidad, las regiones turísticas del este de Turquía no se han visto afectadas y los principales puertos siguen abiertos", valora en un primer análisis Liam Peach, analista de economías emergentes de Capital Economics.

Peach admite que la actividad se verá afectada en un primer momento, pero llama a tener en cuenta que, debido a "una peculiaridad de la contabilidad nacional", el PIB puede ser mayor tras una catástrofe natural de este tipo: las labores de reconstrucción se contabilizan como un aumento de la producción, mientras que la destrucción inicial de bienes no se registra como pérdida. La experiencia de terremotos anteriores sugiere que las economías pueden recuperar rápidamente la producción perdida, explica el experto. Y pone como ejemplo que el PIB siguió creciendo durante y después del terremoto de Kobe en Japón en 1995 y se produjo un fuerte repunte tras el terremoto de Niigata en 2004. La caída del PIB tras el terremoto de Chile en febrero de 2010 se recuperó totalmente en dos trimestres.

Estimar el coste global es una tarea difícil. Según el economista, los terremotos que han provocado daños importantes en la energía, el agua u otras infraestructuras clave, así como perturbaciones en el resto del país, han tendido a tener el mayor impacto. "Se calcula que el Gran Terremoto del Este de Japón de 2011 causó daños por valor de más de 200.000 millones de dólares (3,5% del PIB) y el terremoto de Kobe de 1995, 100.000 millones de dólares (2% del PIB). En cambio, se calcula que el terremoto de Chile de 2010 costó 30.000 millones de dólares y el de Croacia, de magnitud 5,4 en 2020, unos 10.000 millones (alrededor del 15% del PIB en ambos países, aunque esto no es lo mismo que la pérdida total de producción o PIB)", detalla el informe de Capital Economics.

Inflación, deuda, elecciones...

En el caso de Turquía, desde la casa de análisis consideran que "el coste económico global en Turquía se situará probablemente en el extremo inferior de la horquilla" y mantienen su previsión de crecimiento del PIB para 2023 en el 1,5%, por debajo del consenso.

Profundizando en aspecto más concretos de la economía otomana, Peach cree que el impacto de la catástrofe sobre la inflación "palidecerá" en comparación con la fuerte dinámica actual de los precios en el país: la lectura de IPC de enero arroja todavía un 57% interanual pese a la senda descendente desde el 85% en octubre. Los cálculos de la inflación interanual por parte de un grupo de economistas independientes se sitúan en el 121,62%.

Asimismo, el experto resalta que las finanzas públicas se verán afectadas, pero con un efecto limitado: "Las políticas de 'liratización' de Turquía (fomentar su uso en detrimento del dólar) han ayudado a reducir los rendimientos de la deuda en moneda local (y los costes de financiación del gobierno) en los últimos meses y el acceso a los mercados internacionales de capital dependerá más de los fundamentos macroeconómicos de Turquía, la prima de riesgo país y el apetito de riesgo global que de la magnitud de los daños del terremoto y el coste de la reconstrucción".

Por último, están las implicaciones políticas. "Turquía debe celebrar elecciones parlamentarias y presidenciales el 14 de mayo (no está claro si se pospondrán) y la respuesta al terremoto supondrá un reto importante para el Gobierno. Las encuestas apuntan actualmente a una ajustada victoria de Erdogan en las elecciones presidenciales, pero la eficacia de la respuesta a la catástrofe y la posterior reconstrucción pueden hacer variar los sondeos de opinión en las próximas semanas y meses", analiza Peach.

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Comentarios 3

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ya
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Pierden riqueza, tienen que producir más, para no morir. El PIB no es sinónimo de felicidad.

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#1
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José Galeano
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El PIB es el indicador peor entendido y peor usado de la economía.

Ni es una medida de riqueza ni es una medida del tamaño de una economía.

El caso del terremoto es un indicador obvio pero otro es el pago de deudas.

Si una familia compra una casa pidiendo una hipoteca suma 2 veces al PIB, primero por el pago de la casa y Segundo durante el pago de la cuota de hipoteca.

Cualquier persona con sentido común se da cuenta de el absurdo, el crédito debería restar en el PIB y sin embargo suma

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#2
Jose Martin
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Por favor, dejad de utilizar indistintamente los términos turco y otomano. Sois periodistas y lleváis años haciendo el ridículo en todos los artículos que versan sobre Turquía.

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#3