La economía se anota otra buena noticia en pleno inicio de 2023. El déficit de las administraciones públicas acumulado entre los meses de enero y noviembre del año pasado ascendió a 25.832 millones de euros, lo que deja la cifra en el 1,94% del PIB, según ha revelado el Ministerio de Hacienda. El dato queda muy lejos del 5% previsto para todo el 2022, a un mes para contabilizar su cierre, y confirma una senda descendente más rápida a la prevista por la mayoría de analistas.
El impulso de la recaudación tributaria, que subió un 15,1% hasta noviembre, se encuentra detrás de la buena marcha de los ingresos que, a cierre del undécimo mes del año pasado, crecieron un 11,4%.
En contraste, los gastos se incrementaron un tímido 2,7%. Habrá que esperar hasta el próximo 31 de marzo para conocer los datos correspondientes a diciembre y corroborar el ajuste final del desequilibrio. Cabe recordar que el último mes del año suele añadir mayor presión sobre el desequilibrio que los anteriores, lo que podría levantar la cifra final.
De esta forma, el Gobierno consigue de momento enderezar la maquinaria fiscal, desbaratada por la irrupción de la pandemia. El parón de la actividad en 2020 hundió los ingresos y disparó el gasto público, fruto del auxilio que la administración prestó en plena crisis de la Covid-19. Superadas las restricciones, el fuerte impulso de la actividad consiguió recortar el déficit público al 6,76% en 2021, desde el 11% alcanzado un año antes.
El empleo y la inflación
Desgranando los datos de noviembre, el Estado asume la mayor parte del déficit al alcanzar los 24.322 millones, un 1,83% del PIB. Sin embargo, el dato queda todavía lejos de la meta del 3,5% marcada por el Ejecutivo para el conjunto del año. La administración central consiguió reducir la diferencia entre ingresos y gastos un 65,9%, con respecto al mismo periodo del año anterior. Detrás se esconde un repunte extraordinario de los ingresos tributarios de 239.789 millones de euros, sostenido por la fuerte recaudación de 102.500 millones obtenida por el IRPF, gracias al buen momento por el que atraviesa el empleo. También la inflación elevó lo acumulado por el IVA, que generó más de 7.200 millones más que hace un año.
Según revela el departamento que dirige María Jesús Montero, las comunidades autónomas se suman a los números rojos, y añaden un 0,55% al déficit público, frente al superávit logrado el año pasado. Aun así, el dato es prácticamente la mitad del límite del 1% autoimpuesto por el Gobierno.
En contra, Los Fondos de Seguridad Social registraron un superávit del 0,44% del PIB, frente al 0,10% registrado en noviembre de 2021. La información difundida ayer no incluye la ejecución presupuestaria de las entidades locales, que en septiembre cerraron con un déficit de apenas el 0,1%.
El Gobierno contiene el gasto
En otro lado de la balanza, llama la atención la contención del gasto mostrada por el Estado. Éste tan sólo creció a un ritmo del 0,7%, a pesar de las medidas aprobadas por el Gobierno en auxilio de los más afectados por la crisis de la inflación.
En total, Moncloa destinó 45.000 millones a lo largo de todo 2022, para amortiguar el impacto que el alza de los precios de la energía, la cesta de la compra y el coste de la vida, han tenido sobre la clase media, y especialmente la población vulnerable.