
El ministro de Trabajo francés, Olivier Dussopt, ratificó ayer, en una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros donde se aprobó la reforma del sistema de pensiones, que las empresas de más de 300 empleados que no publiquen el número de trabajadores que tienen entre 55 y 64
años, es decir, los más cercanos a la jubilación, recibirán "sanciones económicas".
El pasado 10 de enero, la primera ministra gala, Elisabeth Borne, presentó este proyecto de reforma de las pensiones y ayer se ratificó en el seno del Gobierno de la República. La medida más polémica de esta nueva norma es la subida de la edad de la jubilación de los 62 a los 64 años en 2030. Esta decisión puso en contra del Ejecutivo a sindicatos y oposición, salvo a los liberales, y se saldó con una huelga general el pasado jueves 19 de enero y ya hay otra convocada para el día 31 de este mes.
Pero dentro de esta nueva norma también se incluye este índice sénior, y la novedad es que el Elíseo va a imponer sanciones económicas también a las compañías de más de 300 empleados que no apliquen esta herramienta de transparencia.
Así, según explicó Elisabeth Borne en su momento, los plazos a cumplir son: las empresas de más de 1.000 empleados deberán publicarlos "a partir de este año" y las que tienen más de 300 personas en su plantilla estarán obligadas a hacerlo "en 2024". Todo esto con el objetivo de que este índice empiece a ser público "a finales de 2023".
En este sentido, Borne llamó a los empresarios a "hacerse cargo" de mantener en nómina a las personas mayores de 55 años. En este sentido, el índice será "sencillo, público y permitirá promover las buenas prácticas y denunciar las malas", argumentó la primera ministra. A esto se añade lo que dijo ayer el titular de Trabajo galo, Olivier Dussopt: "Permitirá medir la implicación de las empresas de más de 300 empleados para la formación, mantenimiento y contratación de empleados considerados sénior" y, por tanto, luchar contra el edadismo en el mercado de trabajo.
Este índice será "creado por ley y luego tendremos un tiempo de consulta para determinar cuáles van a ser los indicadores y los decretos", agregó Dussopt. Al mismo tiempo dijo que "en caso de no consecución de objetivos, existe la obligación de negociar un convenio de contratación de mayores para la empresa en cuestión".
El pasado 10 de enero, al presentar el proyecto de reforma de las pensiones, el propio Olivier Dussopt anunció que dichas multas iban a ser "un porcentaje de la masa salarial del conjunto de la empresa". Preguntado por eso ayer, el ministro no confirmó de qué cantidad sería dicho porcentaje. "Se está dialogando", dijo.
No escuchan a los sindicatos
El Gobierno francés, liderado por Emmanuel Macron, está decidido a cumplir con el calendario en su reforma de pensiones y ayer la presentó en el Consejo de Ministros sin hacer caso a las peticiones de lo sindicatos.
Así, durante la rueda de prensa posterior al Consejo, Olivier Dussopt cerró la puerta a cualquier tipo de diálogo sobre el aplazamiento de aumentar la edad de jubilación a los 64 años. "Volver a este punto supondría renunciar a un retorno al equilibrio del sistema", aseguró.
Tanto las medidas de edad (64 años en 2030) como la ampliación del período de cotización (43 años en 2027) son las que "permiten adecuar un sistema -de pensiones- equilibrado en 2030", argumentó.
De este modo, tras su aprobación en Consejo de Ministros, el proyecto pasará a ser debatido en la Asamblea Nacional el 6 de febrero. Aquí los grupos podrán presentar las enmiendas y Dussopt aseguró "estar abierto a ello" sin que esa modificación suponga "renunciar a la vuelta al equilibrio", es decir, el aumento de la edad de jubilación se aplicará y no habrá debate posible.
Macron y Borne caen en popularidad
El presidente de la República, Emmanuel Macron, descendió dos puntos en popularidad con la reforma de las pensiones. Así, según los datos de la encuesta mensual del Instituto de Estudios de Opinión y Márketing en Francia (IFOP), el 34% de los encuestados en enero están satisfechos con el empeño de Macron, frente al 36% de diciembre.
Por su parte, la primera ministra, Elisabeth Borne, es la peor parada, ya que su popularidad cayó cuatro puntos, pasando del 36% en diciembre al 32% en el mes de enero. Así con todo, la mayoría de los franceses cree que es necesaria una reforma de pensiones según una encuesta del diario Les Echos, aunque la mayoría rechaza aumentar la edad de jubilación y los años de cotización.