Economía

Las 'locas' pensiones griegas: ¿por qué siguen a flote tras años de recortes y más años todavía de caos?

  • Los pensionistas griegos han sufrido más de 10 recortes desde 2012
  • Pese a la 'tijera' en las pensiones, Grecia no logra reducir el gasto sobre el PIB
  • El caos en la gestión de la Seguridad Social permitió "casos pintorescos"
Pensionistas hacen cola en el National Bank en 2015. Foto: Dreamstime

El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, afirmó el pasado mes de julio que Grecia había superado el caos financiero desatado en 2009. La confirmación de los buenos nuevos tiempos la pronunció al anunciar para 2023 la primera subida de las pensiones en más de 10 años que eleva la pensión máxima en más de 300 euros, hasta los 4.932 euros. Es precisamente el sistema de pensiones el que desata las alertas sobre la sostenibilidad del sistema: ¿por qué siguen siendo las más generosas de la UE tras años de recortes?

La crisis financiera que estalló en 2009 sumió a Grecia en una profunda crisis que se resume, grosso modo, en tres rescates internacionales y una agitación económica que provocó, entre otras cosas, una preocupante fuga de talento joven. Pagar las pensiones seguía siendo una tarea obligatoria para uno de los estados europeos con mayor proporción de población de 65 años o más -en 2019, el 20%, solo por detrás de Italia, en datos de Eurostat.

Atenas se vio obligada por sus prestamistas internacionales a recortar las pensiones para reducir el gasto: se daba por insostenible si no se metía la tijera. Desde que en 2012 el país heleno solicitara el primer rescate, la 'troika' (BCE, Comisión Europea y FMI) puso en el punto de mira el sistema de pensiones griego. En 2013, este gasto suponía el 17,5% del Producto Interior Bruto (PIB) del país -en este punto hay que tener en cuenta que se calculaba unos valores absolutos del PIB que habían caído un 25% en esos años- pero ya por entonces, las proyecciones apuntaban a que si no se modulaba el sistema, alcanzaría el 24% del PIB para 2050, con España pisando los talones.

Los pensionistas griegos han sufrido más de 10 recortes en estos años. Todo empezó en 2012 con la fulminación de las dos pagas extraordinarias y el año siguiente menguaron las nóminas de los pensionistas. Estos recortes redujeron la pensión media desde los 1.350 euros de 2009 a 833 euros; las pensiones más bajas se redujeron un 15% y las máximas, un 40%, aunque en 2015 un 44% del total de pensionistas cobraba menos de 665 euros, cifra que se considera el umbral de la pobreza.

Pero el objetivo principal no se puede dar por cumplido. Los datos de Eurostat de 2019 confirman la poca efectividad de las medidas tomadas al situar el gasto en pensiones de Grecia en el 16,1% ese año y sigue siendo, con diferencia, el sistema de pensiones más generoso de toda la UE si se tiene en cuenta la tasa de beneficio (prestación media sobre salario medio), del 105,3% en 2019. 

Hijas solteras con pensiones vitalicias, músico de instrumento de viento como profesión de riesgo...

De este escenario caótico ya advertía el Ministerio de Trabajo español en 2015. Destacaba lo que denominó "casos pintorescos" del sistema de pensiones griego, como la pensión vitalicia de 1.000 euros que percibían 40.000 hijas solteras de funcionaros y que solo tras las reformas dejó de cobrarse más allá de los 18 años.

La jubilación para trabajadores de labores consideradas "penosas o peligrosas" también representa el 'loco' modelo griego. La legislación tradicional de la Seguridad Social fue ampliando los supuestos desde los obvios trabajos físicamente exigentes (minas, canteras, industria química, curtidores, limpieza de tanques...) hasta contemplar más de 600 profesiones, entre ellas las de peluqueros, panaderos, taxistas, porteros, músicos de instrumentos de viento o presentadores de radio o televisión. 

A esto, destaca el documento del Ministerio, se suma la caótica gestión de la Seguridad Social en Grecia, donde llegaron a existir 133 Fondos de pensiones, casi tocaban a uno por profesión. Tampoco se reguló hasta 2005 el número personal de afiliación y hasta casi 10 años después no se generalizó su uso obligatorio, por lo que el sistema ocultaba grandes fraudes laborales.

¿Qué ocurre entonces?

Hasta 2019 y desde 2012, Grecia ha crecido muy por debajo de su potencial. El PIB no ha superado el 2% de incremento, con lo que el crecimiento económico del país no acompaña los ajustes presupuestarios. Y, por otro lado, Grecia en uno de los países europeos con una edad media más alta de la población.

El país heleno es el que mayor gasto registra en términos relativos en 2019. Alcanza el 16% del PIB y es de lejos el sistema de pensiones de toda la UE más generoso, si se tiene en cuenta la tasa de beneficio. Esta ratio vincula la prestación media, sobre el salario medio. Según los datos de Eurostat, en 2019, la tasa se situó en 105,2%. Es decir, los pensionistas de media llegaron a cobrar más, que el trabajador medio. El mérito de Grecia es todavía mayor, teniendo en cuenta que desde 2012, cuando el país fue rescatado, a las pensiones se les está aplicando severos recortes.

El informe del Banco de España, El gasto en pensiones en España en comparativa europea, pone el énfasis en que las prestaciones griegas "destacan por la cuantía de las prestaciones en relación con el salario medio". Pese a que la media de la pensión sea muy baja, los años de ajustes han provocado que los salarios también lo sea.

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