La Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) acumula un fuerte patrimonio inmobiliario que se encuentra inutilizado. De acuerdo con los datos recogidos en un informe del Tribunal de Cuentas, tiene un total de 874 inmuebles totalmente vacíos. Si se descuentan las 483 fincas rurales y los 99 solares, hay casi 300 edificios, locales y viviendas que están infrautilizados. En concreto, y según siempre los datos del informe, la Seguridad Social cuenta con 32 edificios, 200 locales, 45 viviendas o garajes y ocho naves que no están siendo utilizados. A todo esto se deben añadir otros siete edificios que no tienen la declaración de obra nueva.
De los 4.115 inmuebles totales de los que dispone la Seguridad Social, 2.536, el 61,63% del total, son usados por una sola entidad; 531, un 12,90%, están compartidos entre varias sociedades; de 174, un 4,23%, no existe información sobre la entidad ocupante y el 21,24% restante se corresponde con los bienes vacíos.
Al margen de estos inmuebles vacíos, el informe del Tribunal de Cuentas, realizado ahora pero sobre el patrimonio inmobiliario al cierre de 2019, resalta que hay que "añadir dieciocho inmuebles adscritos a mutuas colaboradoras con la Seguridad Social que, de conformidad con la información proporcionada por las mismas, están vacíos, aun cuando figuren en uso en el inventario".
Causas
El informe expone que los motivos por los que dichos inmuebles están vacíos son variados. "Cambios de localización de las dependencias de las entidades de Seguridad Social, reversión de bienes adscritos a las comunidades autónomas en virtud de los procesos de traspaso de competencias antes desempeñadas por la Seguridad Social, retrocesión de inmuebles que habían sido objeto de cesión a otras entidades públicas o privadas y fin de la explotación por arrendamiento".
Esta infrautilización se produce a pesar del Plan de Racionalización del Patrimonio Inmobiliario de la Administración General del Estado llevado a cabo entre 2013 y 2015 y cuyos objetivos pasaban por "optimizar la ocupación de espacios, reducir la ratio de espacio ocupado y disminuir los gastos de mantenimiento", además de "incrementar los ingresos públicos e impulsar los procesos de enajenación".

De acuerdo con estas directrices, la Seguridad Social cuenta con un Plan de Enajenación de inmuebles que, según manifiesta, "es el instrumento base para el desarrollo de la gestión patrimonial en esta materia, que se elabora anticipadamente para encauzar la actividad de la TGSS respecto de los inmuebles enajenables".
El Tribunal de Cuentas recuerda que la TGSS incluyó en el Programa inicial, en 2013, la previsión de enajenar un total de 117 inmuebles y que posteriormente, ha continuado elaborando, actualizando y ejecutando sucesivos planes de desinversión, "estando vigente en el momento de redactar el presente Informe, el correspondiente al periodo 2019-2020, con un total de 252 inmuebles".
En total, la cartera inmobiliaria de la Seguridad Social tiene un valor, según el inventario contable, de 6.675 millones de euros. El problema de que estos inmuebles se encuentren sin usar supone para la Seguridad Social una serie de gastos. Por ejemplo de mantenimiento, gastos de comunidad, suministros, limpieza o vigilancia entre otros. A todo ello hay que sumar, por otro lado, los gastos en arrendamiento, que en 2019 alcanzaron los 54,03 millones de euros, según los últimos datos disponibles. De esta partida de gasto, el 95% se relaciona con los contratos formalizados por las mutuas colaboradoras.
El caso de los solares
Las inversiones en inmuebles totalmente vacíos asciende a 125,36 millones de euros. Ahora bien 125 millones se corresponden con aquellos inmuebles que nunca han entrado en funcionamiento y solo 329.309 euros con los que han estado vacíos durante un periodo prolongado. Los gastos, por otro lado, superan los cinco millones.
El informe, además, destaca el caso de los solares que nunca llegaron a construirse y que llevan sin ocuparse desde que se adquirieron, pues no solo generan gastos sino que también suponen una inversión que ya no se podrá recuperar. En estos gastos se engloban los estudios geotécnicos, los honorarios profesionales de la redacción del proyecto y las licencias de obra.
Son 25 los solares que nunca han entrado en funcionamiento. "Prácticamente todos ellos presentan una fecha de adquisición anterior al año 2008, por lo que, al menos, llevan doce años vacíos, situándose la media en torno a los 15 años", destaca el informe. La inversión alcanza los 95,19 millones de euros y los gastos asociados son de 489.201 euros.
Acciones necesarias
El Tribunal de Cuentas recomienda que "con el fin de definir las acciones para optimizar la eficiencia en el uso de los inmuebles, la TGSS debería efectuar un diagnóstico preciso de la situación inmobiliaria y de las necesidades de las entidades del Sistema". Así, reclama, entre otros extremos, determinar el nivel desocupación real de los in muebles, identificar las causas del importante volumen de los mismos que están total o parcialmente vacíos, la situación de las obras en curso que se encuentren paralizadas, los retrasos en la puesta en funcionamiento de los inmuebles.
Además, se reclama efectuar, con carácter previo al traslado de dependencias a nuevas ubicaciones, un estudio sobre la utilización o enajenación de los inmuebles que se abandonan, evitando que queden sin uso durante años y, por tanto, el desaprovechamiento de los mismos. Eso además de realizar también un estudio sobre la situación de los inmuebles parcialmente desocupados, "promoviendo una división horizontal que le habilitara para la enajenación o explotación parcial o, en caso contrario, el traslado de la parte ocupada a otra superficie más acorde con la actividad desempeñada, que permitiera conseguir la disponibilidad del inmueble en su integridad".