Economía

"Andalucía aún no tiene suficientes empresas innovadoras, pero las vamos a tener"

  • Gómez Villamandos, consejero de Universidad e Innovación, destaca que"hay un déficit en innovación en el sector privado que hay que revertir""
  • "Los clúster son clave y nunca se han usado como elementos de conexión empresas y universidad"
  • "De los Next Generation han llegado para innovación 15 millones, es ridículo"
José Carlos Gómez Villamandos, consejero de Universidad e Innovación posa en la biblioteca del Parlamento de Andalucía. Fotos: Fernando Ruso

José Carlos Gómez Villamandos llegó hace apenas medio año a la política avalado por una brillante carrera en la Universidad. Doctor en Veterinaria, rector de la Universidad de Córdoba, presidente de la Conferencia de Rectores de la Universidad Española, Medalla de Oro de la Conferencia de Rectores … Su consejería tiene las competencias en universidad, pero también en innovación e investigación, lo que le da un marcado carácter empresarial.

Andalucía es la tercera comunidad en términos absolutos en I+D+i, pero sigue en posiciones bajas en cuanto a inversión por habitante. ¿Cree que el presupuesto andaluz responde bien a las necesidades del sector público y las empresas en este terreno?

Ahora mismo Andalucía es la tercera comunidad que más invierte en I+D+i de España. Pero tenemos un margen de mejora importante que queremos aprovechar. Y la inversión presupuestaria pública que hace Andalucía supera los 900 millones, que es un 2% del presupuesto total de la Junta. Donde en comparación con otras comunidades autónomas hay un déficit es en el sector privado, que hay que revertir. Del total de inversión movilizada un 65% corresponde a la parte pública y un 35% a la privada, cuando en Centroeuropa es justo al contrario. Lo que deberíamos intentar es al menos  igualarnos. Para eso debemos incentivar la inversión a través de fórmulas de colaboración público privada, con herramientas como la compra pública de innovación. Vamos a poner 140 millones de euros por ahora, que pueden ser más, mediante convocatorias competitivas en las que las universidades junto al tejido productivo van a tener trabajo conjunto. Y hay otros 100 millones que vamos a movilizar en formato préstamo para que haya colaboración entre el sector privado y agentes del conocimiento.

El presidente ha urgido a las empresas a aumentar su apuesta por la innovación. ¿Ve usted predisposición a innovar?

Hay una predisposición importante. Tenemos clúster empresariales que tienen una gran vocación por la innovación. Dentro de la estrategia aeroespacial, el 85% del presupuesto que va a poner la Junta es para colaboración del sector privado con el del conocimiento. Hay voluntad. Pero no tenemos el suficiente tejido de empresas innovadoras todavía, aunque lo vamos a llegar a tener, para invertir los datos. Tenemos además empresas tractoras con su sede fuera de Andalucía aunque hagan aquí parte de su investigación. Queremos que gran parte de esa innovación de grandes tractoras se haga en colaboración con empresas andaluzas.

Tenemos más investigadores que nunca, las universidades aprueban más tesis doctorales … ¿Cree que hay suficientes mecanismos para trasladar ese conocimiento al tejido productivo?

Ese mantra de que la Universidad y la empresa no se entienden es totalmente falso. Se puede y se debe mejorar mucho, pero hay una gran colaboración público privada ya. El ejemplo que siempre pongo, porque es un caso de éxito, es el de CTA: todos sus proyectos llevan asociado al interés estratégico del sector empresarial uno o varios grupos de investigación que colaboran. Las universidades andaluzas están trabajando mucho y bien en establecer esos lazos y hay una facturación importante en ese ámbito. Pero dicho esto tenemos que mejorar y mucho. ¿Qué elementos podemos utilizar? Fundamentalmente los centros tecnológicos: que no se vean como competencia a agentes del conocimiento sino que vayan de la mano. Y sobre todo los clúster empresariales. Son clave y nunca se han usado como elemento de conexión con la universidad de una forma institucional. Vamos a entablar con ellos, a petición suya, una estrategia y una política de clúster donde los apoyemos y que sirvan de conexión entre empresas y universidades.

Se habla constantemente del ecosistema innovador andaluz. Desde el conocimiento que usted tiene de otros entornos de conocimiento y universidades, ¿cuáles son las fortalezas andaluzas en innovación e investigación? ¿Y sus debilidades?

Tenemos todas las piezas necesarias para un estupendo ecosistema de innovación. Tenemos referencias claras como son el Parque Científico Tecnológico Cartuja, o el Parque Tecnológico de Málaga o el de la Salud de Granada. Son claros ejemplos de estos ecosistemas. Pero tenemos que intentar unir esas piezas y mantenerlas unidas, que a través de políticas y estrategias se consigan unas sinergias para que cuando no haya incentivos el sistema se mantenga por sí mismo. Hay voluntad y una estrategia por parte de todos los espacios tecnológicos y los agentes de innovación.

Una de las líneas estratégicas para el Gobierno andaluz es posicionar a la comunidad como el mejor lugar donde las empresas pueden invertir. ¿Se les puede garantizar que encontrarán el ecosistema y el talento que necesitan? Hay empresas que alertan de dificultades para reclutar, que no encuentran personal.

Hay que ver qué encuentran y en qué condiciones. Lo que vemos a veces es que los estudiantes que salen de nuestras universidades son los adecuados, pero que disponen de ofertas laborales que los atraen a otros sitios. Hay que ver hasta dónde están dispuestas las empresas a ofrecer. Las universidades tienen posibilidades de incrementar el número de alumnos que ingresan en un 10% sin hacer grandes cambios, y lo que necesitamos es un análisis serio de las condiciones laborales que encuentran cuando salen. No sólo en campos  vinculados directamente a la innovación. Tenemos otras demandas en sectores con gran cantidad de egresados, fundamentalmente sanitarios, que salen fuera de España porque aquí no encuentran las condiciones laborales. Hay que jugar con todas las variables para conseguir que esas personas que formamos no se vayan a Alemania, Gran Bretaña, Portugal …

Hay territorios donde ese ecosistema innovador prácticamente se palpa, se percibe en todas partes. Pero hay otras zonas donde es claramente deficitario ¿Cómo va a trabajar para que la innovación llegue a cada rincón de Andalucía?

Lo que tenemos que hacer es establecer estrategias y convocatorias condicionando la ayuda a colaboración público privada y a resultados tangibles. En Jaén o Córdoba el sector agroalimentario tiene un peso muy importante, pero no hay clúster de empresas innovadoras. Es un sector que ya está innovando mucho, pero donde tal vez sea necesario ese cambio de mentalidad que lleve a la formación de clúster.

Next Generation

¿Cree que los fondos Next Generation están siendo el revulsivo que se esperaba para la innovación en las empresas y en el sector público?

La distribución de esos fondos la ha diseñado el Gobierno sin preguntar a las comunidades autónomas, y eso ha hecho que lleguen partidas que no tienen mucho sentido en algunos territorios. Es una de las dificultades que nos estamos encontrando. Hubiera sido más fácil, lo lógico y lo que Europa acostumbra a hacer, que se marcaran unos objetivos y que cada uno, en su comunidad, aplicara los mecanismos de que dispone para alcanzarlos. Es lo que hubiera sido deseable, con una distribución además adecuada a lo que se necesita. En el caso de Andalucía, de Next Generation para innovación han llegado sólo 15 millones de euros. Es una cantidad absolutamente ridícula. Hemos tenido una gran oportunidad. Esperemos que el Gobierno sea capaz de rectificar y que se pueda hacer un planteamiento desde las comunidades autónomas. Si nos dan el dinero con nombre y apellidos, para hacer unas cosas que en unas comunidades se puede hacer pero en otras no interesa o los indicadores ya están sobrepasados, no tiene mucho sentido.

¿Hasta dónde puede llegar el sector agroalimentario andaluz con una mayor apuesta por la digitalización y las posibilidades que brindan las tecnologías actuales? ¿Cree que la sociedad es consciente de la innovación desarrollada en los últimos años en el sector agrario?

En general no hay percepción de la gran realidad que ya es la innovación en nuestra tierra, pese a que en el gobierno estamos empeñados en que la haya. Ya es un factor de desarrollo importantísimo. Hay muchas empresas innovadoras, basadas en el conocimiento, que hoy por hoy son un puntal importante. En concreto en el agroalimentario hay una percepción, siendo optimistas, de finales del siglo pasado cuando en este ámbito la innovación es tremenda. Los tractores hacen labores de forma autónoma, el pastoreo se ayuda de drones, está todo automatizado ... Necesitamos capacitar al sector, a agricultores y ganaderos, en competencias digitales. Porque además si se hace visible la innovación el relevo generacional será más fácil para los jóvenes. La digitalización y la innovación hace que profesiones como la ganadería, con 24/7, se puedan desempeñar con una mayor comodidad controlando en remoto explotaciones gracias a la tecnificación. Y también hay desarrollo en todo lo que tiene que ver con la optimización del uso del agua. Todo se está haciendo gracias a la innovación. Hemos sacado una plataforma, PLAnd Sequía, en la que estamos preguntando cuáles son los retos en distintos sectores en relación con el agua para que desde la investigación y las empresas innovadoras hagan propuestas de solución. Como en la lucha contra el cambio climático. Es un sector con innovación y gran repercusión económica y gran capacidad de amortiguar las crisis.

Agencias

¿Cree que la Agencia Espacial Española será un auténtico tractor para que lleguen nuevas empresas a Sevilla y Andalucía, o corre el riesgo de quedarse en una isla para unas decenas de funcionarios?

Si sólo viene la Agencia Espacial serían setenta funcionarios de alto nivel y ya está. Tenemos que crear condiciones empresariales, fiscales, y una aceleración de proyectos para crear ese ecosistema que debe tener cerca una agencia de este tipo para que sea atractivo, para las que las empresas quieran instalarse  cerca y tener una relación directa. Hay muchas empresas que ya están aquí y que pueden crecer, y otras que se pueden crear nuevas. El hecho de tener un clima político estable, una política clara de favorecer el desarrollo empresarial y también la innovación, forman una tríada para el desarrollo importante y está consiguiendo que las empresas elijan Andalucía.

"No creo que el Gobierno vaya a sacar más convocatorias para elección de sedes"

¿Entiende la decepción de Granada al no ser elegida como sede de la Agencia de Supervisión de la Inteligencia Artificial?

Es cierto que ha habido una gran decepción. El Gobierno se ha equivocado en la estrategia para elegir sedes de las agencias. Hubiera sido más fácil tomar una decisión y designar sede, pero han intentado disfrazar una decisión política como si fuera una consulta técnica. Y lo que han generado es que mucha gente haya trabajado para nada. No creo que vayan a sacar más convocatorias de este tipo. Gracias a este esfuerzo que se ha realizado, y destaco el papel de la Universidad de Granada como referencia en Inteligencia Artificial a nivel español y europeo, junto con todo el sector empresarial y las instituciones, hemos logrado un conocimiento de todo el potencial que tenemos. Desde la Junta vamos a seguir apoyando para que Granada sea la referencia en IA en Andalucía y a nivel estatal. Es una agencia de supervisión y hubiera sido muy positivo tenerla aquí, pero la realidad que ya existe la vamos a aprovechar.

Coincidiendo con las agencias se anunció en Jaén el Cetedex, centro de innovación y experimentación de Defensa, y el presidente de la Diputación Francisco Reyes ha explicado que no se informó a la Junta porque el presidente lo hubiera boicoteado. ¿Qué opinión le merecen estas declaraciones?

Me parece que el presidente de la Diputación de Jaén está muy nervioso ante las próximas elecciones municipales, porque desde luego la Junta de Andalucía nunca va a boicotear nada que sea positivo para cualquier parte de Andalucía. Me parece una falta de respeto y de lealtad institucional, que es lo que se espera de una persona que ocupa una responsabilidad como es la de presidente de una Diputación provincial.

¿Podemos decir que el tejido empresarial andaluz es innovador?

Sí, está siendo muy innovador tanto en sectores como agroalimentario que tal vez no se vean tantos como en otros más evidentes como el aeroespacial, pasando por todo el sector cultural y otros. Hay una conciencia de la necesidad de innovación que hay que conseguir que se perciba. No es algo del futuro, no es algo que hacen otros. Es adelantarte un poco a lo que van a hacer los demás, y nos da un margen de maniobra importante.

Universidades

¿Será posible poner en marcha un sistema de financiación universitaria que deje satisfechas a todas las universidades andaluzas, a las grandes y a las pequeñas? Muchos lo han intentado antes.

Estamos trabajando para llegar a un acuerdo, conscientes de la diversidad de situaciones de nuestras universidades. Lo que no queremos es establecer un modelo lineal, una fórmula que nos dé una única respuesta, sino que tiene que ser un sistema que tenga variables que permitan modular una financiación adecuada a cada universidad de acuerdo a sus necesidades y a su compromiso de mejora. El sistema de financiación tiene que ser una herramienta de mejora del sistema. Tener un modelo sólo para repartir el dinero no nos serviría de nada.

"La sistema de financiación de universidades no puede ser lineal, se tiene que modular para cada una"

Desde ciertos sectores se ve con recelo la llegada de nuevas universidades privadas a Andalucía. ¿Cuál es su postura al respecto?

La estrategia de la consejería es calidad, calidad y calidad. Tenemos un sistema muy prestigioso, muy potente, y no podemos pervertirlo permitiendo que haya universidades, algo que se llame universidades, pero que no reúna requisitos mínimos. Por eso lo que vamos a marcar son criterios de calidad no sólo en creación de universidades, que al fin y al cabo responden a una estructura administrativa, sino fundamentalmente en la autorización de los títulos. Van a tener que venir con las infraestructuras necesarias para su impartición, con el profesorado necesario … Vamos a mantener la calidad de la oferta y de la actividad investigadora que se realiza en estas universidades.

¿Puede perjudicar de alguna manera a la financiación o los recursos disponibles para las públicas?

En absoluto. No van a recibir financiación de la Junta de Andalucía destinado a las universidades públicas, ya que es nuestra responsabilidad mantener la calidad y contribuir a la mejora del sistema público. El dinero va a ir destinado exclusivamente a las universidades públicas, no se le va a restar nada. Y si hablamos de que pueden restar alumnos, los indicadores no marcan unos números preocupantes. Estamos hablando de 240.000 estudiantes universitarios y sólo 3.500 están en la privada. La universidad pública andaluza no se nutre sólo de estudiantes andaluces, sino que atrae a muchos de otras comunidades, con lo que estas universidades privadas traerán también estudiantes de otras regiones.

"Vamos a aprovechar al máximo los casi 900 trabajadores y 290 puntos  en el territorio de Andalucía Emprende"

Ha incorporado a su consejería a la fundación Andalucía Emprende, que sale de Trade. ¿Va a ampliar sus servicios? ¿Puede avanzar algunas de las líneas de trabajo de la fundación?

Andalucía Emprende tiene una historia que conocemos, y desde 2009 tiene problemas internos graves. Los gobiernos socialistas no intentaron solucionarlos. En la legislatura anterior se comenzaron a dar pasos y a hacer estudios pero llegó la pandemia. Creemos que Andalucía Emprende está formada por grandes profesionales que saben hacer su trabajo y con una estructura que llega a cada comarca, a cada rincón de Andalucía. Lo que tenemos que hacer es optimizar esos recursos que están a disposición de los ciudadanos. Hablando con gente de los CADES echamos en falta una estrategia, se ha usado como un instrumento político más que como una herramienta de gestión y de emprendimiento. Lo que queremos es aprovechar al máximo esos casi 900 empleados y los 290 puntos en el territorio y que dentro de poco tiempo la visión de la sociedad sea muy positiva. Creo que es una oportunidad.

Ahora que aún pocos meses en el cargo. ¿Cuál quiere que sea su legado, por qué quiere ser recordado como consejero?

Lo de legado suena a persona muy importante (ríe), y prefiero hablar de los grandes retos que tenemos por delante en esta legislatura. La financiación; un decreto de ordenación de las enseñanzas que sea dinámico con un mapa de titulaciones que permita a las universidades adaptarse a la demanda sin tener que esperar doce años como ha ocurrido ahora; que tengamos unas convocatorias de I+D+i que aseguren la estabilidad del personal investigador que reúna los requisitos adecuados; y que tengamos una nueva Ley Andaluza de Universidades que comenzaremos a trabajar cuando esté aprobada la LOSU. Y que la percepción social de la universidad, de la innovación, sea motivo de autoestima para la sociedad andaluza.

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