
"Nos dirigimos a un nuevo régimen de mayor volatilidad macroeconómica y de mercado". Estas palabras pertenecen a los analistas de BlackRock, la mayor gestora de activos del mundo, que advierten de una recesión económica que está a la vuelta de la esquina. De hecho, desde el BCE afirman que Europa la sufrirá durante 2023.
En este nuevo escenario, o nueva era, según indican los expertos de BlackRock, existen tres factores que pueden provocar un aumento en los pronósticos sobre la recesión. En este sentido, desde la gestora apuntan a que un envejecimiento de la población reducirá la mano de obra y, por tanto, obligará a los gobiernos a gastar más dinero para el cuidado de los ancianos, lo que desencadenará una escasez de trabajadores y reducción de producción.
Por otro lado, las tensiones geopolíticas entre las superpotencias mundiales indican un "nuevo orden mundial", en el cual las cadenas de suministro que alguna vez ayudaron a reducir el precio de los bienes pueden romperse. Según los analistas de BlackRock, este punto es "el entorno global más tenso desde la Segunda Guerra Mundial".
En tercer lugar, desde la gestora apuntan a que una transición más rápida hacia la energía limpia será, en última instancia, inflacionaria, a menos que una nueva corriente de inversión fluya hacia soluciones neutras en carbono.
"Si la producción alta en carbono cae más rápido que las alternativas bajas en carbono, podría producirse una escasez, lo que aumentaría los precios y perturbaría la actividad económica", subrayan.
Saber vivir con la inflación
"Vemos que la inflación se enfría a medida que los patrones de gasto se normalizan y los precios de la energía ceden", apuntan desde la gestora. "Incluso con la llegada de una recesión, creemos que viviremos con inflación", señalaron.
Por ello, desde BlackRock recomiendan, dentro de este entorno, bonos protegidos contra la inflación y evitar las acciones, al menos en el corto plazo.