
Cuando parecía que China comenzaba a relajar el endurecimiento de su política "Covid cero", todos sus planes se truncaron cuando el pasado viernes las cifras de contagiados sintomáticos superaba los 300.000 por primera vez desde que comenzó la pandemia en 2019.
Por este motivo, el gigante asiático decidió postergar su desescalada y esto le puede traer consecuencias económicas hasta el punto de que su PIB descienda un punto porcentual el próximo año, según Oxford Economics Ltd.
Si China retrasase su apertura hasta la primera mitad de 2024, se va a retraer la recuperación en el consumo privado, contó el economista senior de Oxford Economics, Louise Loo, en su informe. Como consecuencia de esto, el producto interior bruto de China no alcanzará ese crecimiento esperado en torno al 4% a 5% que vaticinan los principales organismos como el Fondo Monetario Internacional o la OCDE.
En su informe, Loo destaca que los riesgos para la perspectiva a corto plazo "se han inclinado claramente a la baja" ya que el aumento de casos de Covid-19 de las últimas semanas en el país están teniendo "un impacto económico negativo" porque las autoridades han reforzado de nuevo las medidas de bloqueo en todo el país. Aunque las autoridades anunciaron que la apertura del país se producirá a comienzos del próximo año.
Pero China anunció a principios de este mes que iba a optimizar los controles de Covid dando "pasos vacilantes", según aseguraba la agencia independiente Caixin, con la esperanza de recuperar la economía del país. Sin embargo, la explosión de casos ha llevado a que a muchos lugares del país volviesen a la casilla de salida. Esto dejó, por ejemplo, paralizadas a las principales ciudades, incluidas Pekín y Guangzou, y perjudicó el optimismo internacional y nacional sobre la reapertura del país, lo que puede llevar a los expertos a revisar a la baja el crecimiento de nuevo.
Los recientes brotes "han acrecentado la incertidumbre de las estimaciones de Oxford Economics sobre el crecimiento de China", dijo Loo. Este impacto en su economía tiene una magnitud similar a la del segundo trimestre de este año cuando cerraron el centro financiero de Shanghái, el pronóstico de crecimiento del país para 2022 se reducirá del 3,1% actual al 2%-2,5%, dijo Loo.
Las recomendaciones del FMI
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró que China podría "apuntalar" su crecimiento económico a corto plazo con una "recalibración" de su política de "Covid Cero", incluyendo un impulso a la campaña de vacunación para garantizar la protección ante el virus.
Tras una ronda virtual de consultas con las autoridades chinas, el organismo hizo elogios de lo que denominó la "impresionante recuperación" de la economía del gigante asiático tras el impacto inicial de la pandemia, pero recordó que su crecimiento se ha "ralentizado y que siguen bajo presión".
Entre los principales factores que la institución cita para explicar esta ralentización económica están los "reiterados brotes" de la covid que provoca la contagiosa variante ómicron desde comienzos de este año, los "profundos desafíos" en el maltrecho sector inmobiliario y la ralentización de la demanda a nivel global , que podría afectar al sector exterior chino.
En concreto, la subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath, indicó que, pese a que la estrategia de 'Covid Cero' se ha vuelto cada vez "más ágil", las mutaciones más contagiosas del virus y las "continuas lagunas" en las campañas de vacunación, sobre todo entre la población más anciana, se ha traducido en confinamientos cada vez más frecuentes que lastran el consumo y la inversión privada.
Gopinath también se refirió a la crisis inmobiliaria en el gigante asiático tras la "bienintencionada" campaña de regulación con la que Pekín trató de "frenar" los altos niveles de apalancamiento de numerosas promotoras del país, entre ellas algunas de gran relevancia como Evergrande.
En cuanto a la retirada de las medidas, la subdirectora gerente indicó que, en 2023, la política fiscal china deberá ir encaminada hacia "proteger la recuperación y facilitar el restablecimiento del equilibrio".
En ese sentido, animó a llevar a cabo una "política fiscal neutra" que esté orientada a apoyar a los hogares. Esto "ayudará a la hora de llevar a cabo un reajuste hacia el consumo y a impulsar el crecimiento de forma efectiva", explicó la economista que apuntó a que la política monetaria debe mantenerse flexible.
En el medio plazo, China "deberá reactivar las reformas estructurales que favorezcan al mercado", dijo. Entre ellas estarían, por ejemplo, la de garantizar la competencia justa entre las empresas estatales y privadas.
Por su parte, Gopinath alertó de los peligros a nivel internacional como la ralentización del crecimiento global, las subidas de tipos de interés o el encarecimiento de la energía, mientras que a largo plazo, destacó los "riesgos de fragmentación" derivados de un posible "desacoplamiento financiero" de Occidente, así como de los límites al comercio, a la inversión extranjera y al intercambio de conocimiento de tecnología, ya que Estados Unidos está muy proteccionista al respecto.
El país crecerá un 4,4% si vuelve a abrir
Los pronósticos del FMI para China son de un crecimiento económico del 3,2% en el ejercicio de 2022 y prevé que en los próximos dos años tenga un crecimiento del 4,4% respectivamente, pero siempre y cuando se cumplan las previsiones de que Pekín ponga fin a su estrategia de "covid cero" de forma "gradual y segura" en la segunda mitad de 2023. Esto contrasta con las predicciones de la OCDE que espera que el gigante asiático crezca un 3,3% este año, pero que en 2023 tenga un pequeño despegue hasta rozar casi el 5% para luego estabilizarse en el año 2024 cuando esperan que la economía china crezca un 4,1%.