Economía

David contra Goliat: la comunidad pesquera que frena el mega puerto de Adani en el sur de la India

  • Gautam Adani ha encontrado la ubicación perfecta para el comercio marítimo
  • Su plan, que comenzó en 2015, choca con una forma de vida tradicional
  • La justicia da la razón al magnate pero la protesta no da su brazo a torcer
Mujeres de la comunidad pesquera en la protesta contra el puerto. Foto: Reuters

El plan del magnate Gautam Adani para construir el primer mega puerto de transbordo de contenedores de India se retrasa. El motivo que mantiene el proyecto de 900 millones de dólares parado es la protesta de la comunidad pesquera de Vizhinjam, que ha instalado un refugio en el lugar donde deberían avanzar las obras para pedir que se frene su construcción porque desmantela la costa, su medio de vida.

Adani, la tercera persona más rica del mundo según Forbes, busca introducirse en el negocio del comercio marítimo. Con el mega puerto, quiere hacer de conexión entre los fabricantes gigantes del este y los grandes -y ricos- mercados de consumo en Occidente. Para el magnate, cuyo imperio abarca proyectos de gas y energía o un negocio de puertos y logística valorado en más de 23.000 millones de dólares, Vizhinjam es una ubicación inigualable al estar situada en una de las principales rutas marítimas del mundo.

Como puerto de transbordo (los contenedores pasan de los buques de las rutas principales a otros más pequeños de rutas comerciales, economizando y flexibilizando los envíos) estaría bien posicionado para captar negocios de Sri Lanka -allí su principal rival, China, ha invertido mucho en infraestructura portuaria- así como de Singapur y Dubai.

Gente del mar contra gente de la tierra

El éxito que prevé el empresario tardará en llegar. El desencuentro tiene lugar en el extremo sur de India y hay un matiz más allá de una población dividida entre defensores y detractores del puerto. En realidad, explica Reuters en un extenso reportaje elaborado in situ, se trata de un enfrentamiento entre la 'gente del mar', que en su mayoría son cristianos y viven de la pesca y la 'gente de la tierra', que es predominantemente hindú y está a favor del plan de Adani.

El refugio de algo más de 110 metros cuadrados es el lugar donde se concentra la comunidad pesquera cristiana, de unos 56.000 miembros. Se ha construido tras años intentando frenar el proyecto y sirve, además, como bloqueo para impedir que siga la construcción del puerto que comenzó en 2015.

Alegan que ha provocado una erosión significativa de la costa durante estos años y que las obras que faltan causarán aún más estragos en su sustento y en el ecosistema marino (pescan menos y tienen que meterse más mar adentro para conseguirlo). No compran la versión del Gobierno que achaca el empeoramiento a los desastres naturales y desoyen las repetidas órdenes que ha emitido el tribunal superior del estado de Kerala instando a permitir que las obras sigan adelante.

El papel de la policía tampoco está facilitando las cosas a Adani. Se niega a tomar medidas contra los manifestantes y menos a actuar con violencia. Temen que al intervenir, estallen las tensiones sociales y religiosas que caldean el ambiente. Quieren evitar que se repitan las protestas ambientales que tuvieron lugar en 2018 contra una fundición de cobre de Vedanta en un estado vecino que se saldaron con 13 muertos y el cierre de la fábrica. 

Al otro lado de la calle, los partidarios del puerto, incluidos miembros del partido gobernante del primer ministro Narendra Modi, han establecido sus propios refugios para la contra-protesta mientras el conglomerado de Adani ha presentado acciones legales contra los sacerdotes católicos que lideran las protestas y contra el gobierno estatal por inacción y para cubrir el daño económico del retraso (el magnate asume un tercio del costo del proyecto y el resto corre a cargo de los gobiernos estatal y federal).

Toda la atención en el viernes

El próximo día clave para el multimillonario será este viernes, cuando enviará vehículos pesados al puerto para retomar las obras tras la última comunicación del tribunal esta semana, insistiendo en que no se debe bloquear el trabajo de los operarios. Algo similar pasó en octubre y los camiones se vieron obligados a darse la vuelta y en esta ocasión, la comunidad pesquera insiste en que no se moverán aunque acaben siendo arrestados. Es más, tienen un protocolo de actuación en caso de que la policía acuda a desmantelar el refugio, que tiene cuatro cámaras de circuito cerrado de televisión que brindan una transmisión en directo para que se pueda controlar lo que allí pasa al minuto. 

En un último comunicado, Adani Group ha insistido en que el proyecto cumple con todas las leyes y que muchos estudios realizados por el Instituto Indio de Tecnología y otras instituciones en los últimos años han rechazado las acusaciones relacionadas con la responsabilidad del proyecto por la erosión de la costa. "A la luz de estos hallazgos de expertos e instituciones independientes, sentimos que las protestas en curso están motivadas y en contra de los intereses del estado y el desarrollo del puerto", indica.

Pese a las dificultades, Adani confía en poder concluir el proyecto. Su hoja de ruta pasa por completar la primera fase de la construcción para diciembre de 2024.

No es la primera vez que Adani se enfrenta a algo así. La mina de carbón en Carmichael, Australia, provocó reacciones violentas de los activistas contra las emisiones de carbono y el daño a la Gran Barrera de Coral. Las protestas obligaron al magnate a reducir los objetivos de producción y retrasaron seis años el primer envío de carbón de la mina.

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