La economía de Castilla y León sufrirá una fuerte desaceleración el año que viene, y podría crecer un 1%, con una generación de empleo de 0,8 puntos, y cerrar con una tasa de paro del 10,2 por ciento, según Unicaja Banco.
La economía de Castilla y León podría crecer un 3,0 por ciento en el conjunto del año 2022, por debajo de los previsto para el conjunto de España, donde el consenso es del 4 por ciento- y siete décimas menos respecto a la estimación realizada el pasado mes de marzo "dada la desaceleración prevista para la segunda mitad del año".
Así consta en el último informe 'Previsiones Económicas de Castilla y León', el número 30, publicado por Unicaja Banco y elaborado por Analistas Económicos de Andalucía -en el informe número 29 apuntaba a un aumento del PIB autonómico del 3,7 por ciento, 1,5 puntos menos en ese caso que lo estimado tres meses antes-.
Por su parte, las previsiones para el próximo año moderan la tasa de crecimiento del PIB de Castilla y León hasta 1,0 por ciento "en un contexto de elevada incertidumbre en el que se ha incrementado el riesgo de recesión para las principales economías mundiales".
Por otro lado, el informe de Unicaja Banco estima que el número de ocupados, según cifras de la EPA, crecerá un 2,8 por ciento en el promedio de 2022, el doble que en 2021 (1,2 por ciento) y más de lo estimado con anterioridad "por el mayor crecimiento de lo previsto en la primera mitad del año".
La estimación de Unicaja Banco es que la cifra de parados descienda en 2022 en torno a un 8 por ciento, lo que situaría la tasa de paro en el 10,4 por ciento, un punto por debajo de la de 2021, cuando alcanzó el 11,4 por ciento.
En el caso de la previsión para 2023, el informe de Unicaja Banco prevé un aumento en el número de ocupados del 0,8 por ciento mientras que la reducción del desempleo se moderaría y alcanzaría una tasa de paro del 10,2 por ciento.
Respecto al análisis provincial el informe de 'Analistas Económicos de Andalucía' estima tasas de crecimiento para el conjunto de 2022 que podrían oscilar entre el 2,2 por ciento de Palencia, que anotaría el crecimiento más leve de la Comunidad, y el 3,5 por ciento de Salamanca, que encabezaría el crecimiento de la economía de Castilla y León y se situaría medio punto por encima de la media (3,0 por ciento) que igualarían Soria y Zamora.
También se prevén crecimientos por encima de la media en las provincias de Segovia (3,4 por ciento), León (3,3 por ciento), Ávila (3,2 por ciento) y Burgos (3,1 por ciento) con Valladolid (2,8 por ciento) y Palencia (2,2 por ciento) por debajo del promedio.
"La incertidumbre continúa siendo muy elevada", augura la entidad en el resumen ejecutivo de este informe, el número 30, que advierte de que a la posibilidad de nuevos repuntes en los precios de los alimentos y la energía se podría unir "una mayor desaceleración de lo previsto en China o el mantenimiento de las presiones sobre las cadenas de suministro".
En este contexto, recuerdan los analistas, los principales organismos de previsión apuntan a un crecimiento de la economía española superior al 4 por ciento para el conjunto de 2022, mientras que para 2023 el crecimiento se ha revisado a la baja y se sitúa por debajo del 2 por ciento (1,5 por ciento según las estimaciones del Banco de España o la OCDE).
En el caso de la economía en Castilla y León, intensificó el crecimiento en el segundo trimestre de 2022, al igual que en el conjunto de España. Así, tras disminuir un 2,0 por ciento entre enero y marzo, trimestre marcado por el aumento de las infecciones por Covid y el inicio de la guerra en Ucrania, se estima que el PIB habrá crecido un 2,3 por ciento en el segundo trimestre de 2022 apoyado en este caso en la demanda interna, "especialmente el consumo privado".
En términos interanuales, el crecimiento de la producción se situó en el 5,0 por ciento (6,7 por ciento en España, con datos brutos) por lo que el volumen de producción en Castilla y León supera ya los niveles prepandemia.