
China y Estados Unidos rebajan la tensión en la guerra comercial que se inició en 2018 durante la estancia de Donald Trump en la Casa Blanca. Los dirigentes de las dos mayores potencias del mundo, Xi Jinping (China) y Joe Biden (Estados Unidos), se reunieron ayer en Bali en los márgenes de la cumbre del G20 que arranca hoy en Indonesia. Este es el primer encuentro que se produce entre ambos líderes desde que Biden llegó al cargo.
La reunión bilateral entre los mandatarios estuvo marcada, sobre todo, por la economía y el comercio. Según un comunicado emitido por el ministerio chino de Exteriores, Xi Jinping le dijo a su homólogo estadounidense que iniciar una guerra comercial, buscar el desacoplamiento de la dependencia tecnológica o cercenar las cadenas de suministros "no sirven a los intereses de nadie".
A pesar de que ambos presidentes han intentado demostrar actitud de cordialidad y de cooperación, Joe Biden aseguró en la rueda de prensa posterior al encuentro que Washington seguirá compitiendo con Pekín en materia comercial pero, según resaltó la Casa Blanca en un comunicado, "esta competitividad no debe nunca rebasar los límites y llevar a las partes a un conflicto".
En ese sentido, Xi reiteró su oposición a politizar o usar como arma las relaciones económicas y comerciales entre ambas naciones, "así como los intercambios de ciencia y tecnología", dijo el mandatario.
Está claro que ambas naciones han rebajado el discurso conflictivo que había implantado Donald Trump durante su mandato. De hecho, en unas declaraciones recogidas por la cadena estadounidense CNN, el presidente de Estados Unidos aseguró que dos líderes mundiales de su calibre tenían la "responsabilidad" de gestionar sus diferencias para "prevenir que la competitividad se torne en un conflicto y hallar la forma de trabajar conjuntamente en materias globales que requieren de nuestra cooperación", dijo Biden.
En esa misma línea habló Xi Jinping, que aseveró que ambos países deben mantener una posición de "liderazgo" ante el mundo y recalcó, en declaraciones recogidas por la cadena china CGTN, que la historia "es el mejor libro de texto. Dejemos que haga de espejo y nos guíe hasta el futuro".
En el caso del asunto taiwanés la cordialidad estuvo menos presente. Biden dijo que Estados Unidos está "a favor de los derechos humanos" y que se oponen a cualquier cambio en el statu quo en la zona. Al mismo tiempo, recordó que el mundo espera que se mantenga "la paz y la estabilidad" en el estrecho de Taiwán.
Rechazo a la guerra nuclear
Así es todo, ambos países están de acuerdo en que no sigan proliferando las armas nucleares, al tiempo que anunciaron que el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, viajará a China para seguir con las conversaciones entre ambas naciones en materia de cooperación.
Está previsto que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también se reúna hoy con el mandatario chino aprovechando la asistencia de ambos a la cumbre del G20. Un encuentro que se ha concertado "de mutuo acuerdo", según Moncloa, y en el que abordarán diferentes temas de interés estratégico.