
Llegar a ser una persona con mucho dinero no es cuestión de suerte; implica trabajo duro, no mostrar temor y una mentalidad centrada en el crecimiento. El escritor y autor de Rich Habits, Tom Corley, ha estudiado la forma en que los millonarios organizan y utilizan su tiempo, tratando con 233 personas altamente pudientes a lo largo de 5 años.
Tras reconocer las claves con las que estas personas de éxito fueron capaces de crear su riqueza, Corley identificó seis principios comunes a todos ellos. El autor afirma que, además, estas claves son para todo el mundo, por lo que si alguien busca triunfar profesionalmente, puede trabajar con ellas.
Un aprendizaje constante
Para los millonarios entrevistados por el autor, el aprendizaje constante y la capacidad de mejorar de manera autónoma eran prioritarios.
Por ejemplo, el 49% de estas personas dedicaban algunos minutos diarios a aprender palabras nuevas, y el 61% aseguró practicar nuevas habilidades durante al menos dos horas diarias. Algunos ejemplos son acudir a lecciones online, o practicar deporte.
El 63% de estos millonarios afirmaba que escuchaban audiolibros en sus trayectos de ida y vuelta del trabajo. Además, un elevado porcentaje (el 71%) decía que solía leer libros de auto ayuda y desarrollo personal. Finalmente, una buena parte de estas personas se siente atraída por las biografías de otra gente exitosa.
Prefieren escuchar antes que hablar
Una estrategia de la que Corley escuchó hablar en buena parte de sus entrevistas fue la "regla 5:1". Los individuos de éxito afirman que, en reuniones grupales, se dedicaban a escuchar durante 5 minutos por cada minuto que ellos intervenían.
Esta regla les ayuda a fortalecer sus relaciones de trabajo, a la vez que obtienen variadas perspectivas sobre el asunto a tratar. Además, el 81% de los millonarios dijo que buscaban el 'feedback' de sus contactos de forma activa, a diario, tanto dentro como fuera de su espacio de trabajo.
Construyen grandes equipos
En su estudio, Tom Corley afirma que el 86% de los entrevistados trabaja de media 50 horas semanales o más, pero que no están solos. El éxito de muchos está condicionado al hecho de que se centraron en sus puntos fuertes, y a su vez fueron capaces de externalizar sus debilidades.
Si estas personas no poseían una habilidad en concreto, delegaban la responsabilidad pertinente en alguien que poseyese un dominio del ámbito. Con ello, el millonario podría entonces centrarse en una visión más amplia, teniendo más tiempo y energía para dedicarse a ella.
También está el hecho de rodearse de gente que compartía su misma visión. Esto facilitaba la posibilidad de llegar hasta el final con sus propios objetivos.
Sueñan a lo grande
De acuerdo con Corley, muchos de sus exitosos entrevistados utilizaban la estrategia que el autor denomina "Actitud ante los sueños". Esta consiste en sentarse y escribir sobre cómo sería para ellos la vida perfecta e ideal, si miran diez años hacia el futuro.
Por ejemplo, uno de los millonarios tenía pasión por el vino, y pensó que podría acumular riqueza si invertía en él. A pesar de que su familia y amigos dudasen de esta posibilidad, él afirma que estaba totalmente decidido a ello.
A lo largo de 15 años, se convirtió en experto de la industria del vino. En 2001, el mismo liquidó una pequeña fracción de su colección, y con ello pudo comprar la casa de sus sueños, situada en la costa de Florida. Este individuo alcanzó los 4 millones de dólares en ingresos, y todo por negarse a renunciar a una idea en la que creía.
Priorizan su propia salud
La buena salud se traduce en longevidad, y esto a su vez implica la posibilidad de conseguir una mayor riqueza. Por ejemplo, una millonaria tuvo problemas con su peso durante mucho tiempo. Un día se le ocurrió caminar una milla diaria (1,61 kilómetros), que al mes siguiente se convirtió en dos, luego tres...
Cuando Corley la entrevistó, la millonaria afirmó haber corrido tres maratones. Además, la misma atribuye en parte su energía, su concentración y su rumbo hacia el éxito a estos objetivos de aptitud física gradual que cambiaron su vida.
Crean su propia suerte
Aquí Tom Corley advierte de que no está hablando de las apuestas, de ese tipo de suerte que se tiene o no se tiene en Las Vegas, un lugar en el que el 94% de los millonarios entrevistados por él dicen no apostar nunca.
La suerte a la que se refiere el autor no implica la casualidad, sino apostar por algo nuevo. Muchos de los individuos exitosos compartían la habilidad de vislumbrar aquello que es invisible para otros, así como llegar a soluciones creativas y rutas alternativas para alcanzar el éxito.
Al final, la persistencia crea nuevas oportunidades, y la suerte eventualmente se presenta ante aquellos que se niegan a dejar atrás sus metas y sus sueños.