El momento más deseado de un trabajador es aquel día del mes en el que recibe su sueldo, en el que cobra. En ese instante recibe su salario, es decir, el dinero neto que le llega a su bolsillo. Más tarde recibirá la nómina en la que se reflejen esas percepciones...y más datos de interés como, por ejemplo, las cotizaciones.
La importancia de la nómina es bastante superior a la que los propios trabajadores le confieren. La razón es simple: en ella aparecen todos los conceptos por los que recibe un sueldo y, a la vez todos aquellos por los que tributa a Hacienda y por los que abona las pertinentes cotizaciones a la Seguridad Social. Es, además de una acreditación de esos cobros y abonos, un documento de gran valor informativo para el empleado.
Con los datos de la nómina el trabajador estará al corriente de si recibe el salario pactado, de si se practican las retenciones deseadas por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y de si está realizando de forma correcta (él y su empresa) las cotizaciones a la Seguridad Social necesarias para cobrar pensiones, prestaciones por desempleo, futuras bajas...
El documento que llega al trabajador todos los meses, es decir, cómo está estructurado, no es casual. Existe una disposición publicada en este enlace del Boletín Oficial del Estado que recoge un "modelo de recibo individual de salarios" que pretende armonizar estas nóminas y hacerlas identificables a ojos de todos los trabajadores.
En estas nóminas aparecen desglosados los conceptos por los que se paga al trabajador (el salario base, los complementos, el importe correspondiente a las horas extra...) y las cotizaciones a la Seguridad Social, un apartado que siempre es clave para el trabajador por sus implicaciones para el futuro. Parte de las mismas aparecen justo debajo de esas percepciones salariales en 'Aportación del trabajador a las cotizaciones a la Seguridad Social y conceptos de recaudación conjunta'.
Esto, en resumen, recoge las aportaciones que realiza el trabajador a esas cotizaciones. Son las siguientes, tal y como recoge la página web de la Seguridad Social:
-El porcentaje de cotización en concepto de contingencias comunes es de un 4,7% de la base de cotización.
-El porcentaje de cotización en concepto de desempleo es de un 1,55% de la base de cotización.
-El porcentaje de cotización en concepto de horas extraordinarias es de un 4,7% y las de fuerza mayor son de un 2%. 
Más abajo se pueden consultar cuáles son las aportaciones a la Seguridad Social de la empresa. Al igual que los trabajadores, los empresarios han de abonar esas cotizaciones que se aplican sobre la base de cotización. Son de mayor cuantía y por más conceptos que las de los empleados:
-La cotización por contingencias comunes es de un 23,6% de la base de cotización.
-La cotización por horas extra es de un 23,6% y de un 12% en el caso de que sean por fuerza mayor.
-La cotización por contingencias profesionales que depende de la tarifa de primas por accidente de trabajo o enfermedades profesionales, que depende de la categoría del trabajador y puede consultarse en este enlace.
-La cotización por desempleo es de un 5,5% de la base de cotización.
-La cotización por formación profesional es de un 0,6% de la base de cotización.
-La cotización por FOGASA (Fondo de Garantía Salarial) es de un 0,2% de la base de cotización. 