
El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, desmiente que el impuesto temporal a las rentas altas se trate, en realidad, de una armonización fiscal encubierta. Según explica, es "un esfuerzo temporal y limitado a las personas que tienen unos patrimonios muy altos a partir de 3 millones de euros".
Bolaños señala, en una entrevista concedida a elDiario.es, que este gravamen es una política fiscal "propia de un gobierno progresista" que establece bonificaciones fiscales para los salarios inferiores a 21.000 euros -que beneficia al 50% de los trabajadores-, que baja las deducciones de difícil justificación a los autónomos -lo que incrementa en más de un 2% sus ingresos netos- y "las empresas con una cifra de negocios de menos de 1 millón de euros, también van a tener una bajada del 2% en su impuesto".
Preguntado por si el Gobierno de España habría aprobado igualmente el impuesto a las rentas altas si el presidente de la Junta de Andalucía no hubiese eliminado el de Patrimonio, el ministro de la Presidencia sostiene que no sabe "responder a un futurible" dado que desconoce qué habría pasado en ese caso. En cambio, lo que sí que tiene claro es que Juamna Moreno "bajó los impuestos al 0,2% de la población y benefició a 20.000 andaluces para perjudicar a 8 millones y medio".
Asimismo, deja claro que la división entre ricos y pobres no es un error de bulto del Gobierno, como dijo el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. En su opinión, el deber de un Gobierno progresista es "hacer una política fiscal justa". Para ello, tiene que construir más quien más tiene. Todo lo contrario de lo que propone la derecha, que "quiere que quien más tiene pague menos en perjuicio, evidentemente, de todos los demás", subraya Bolaños.
En cuanto a si el Ejecutivo de Pedro Sánchez está pensando en algún otro instrumento para evitar el dumping fiscal entre Comunidades Autónomas, Bolaños destaca que "la idea fundamental sería que consiguiéramos un nuevo acuerdo de financiación autonómica". Sin embargo, para lograrlo es necesario que "se trabaje mucho y se trabaje bien", algo complicado dado que "fue difícil siquiera hablar con el Partido Popular", el cual "no tiene un modelo de financiación autonómica única". Por ese motivo, considera que primero tendría que preguntarle a Alberto Núñez Feijóo qué propuesta defiende él: la de Galicia, Andalucía o la de la Comunidad de Madrid.
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