Economía

China maquilla el colapso de su economía con la nacionalización silenciosa de empresas en problemas

  • S&P Ratings: "El frenazo está llevando a empresas privadas y públicas al sufrimiento"
  • "Las empresas caen en una trampa de bajos ingresos y deuda creciete"
  • Citi cree que se podría estar produciendo una nacionalización sigilosa
Foto de iStock

Las autoridades chinas han demostrado en los últimos años gran pericia para mantener a la economía a flote en medio de grandes tempestades. China es esa economía que parece que va a 'estallar' en cualquier momento y por cualquier lado, pero que finalmente se sobrepone contra todo pronóstico. Ahora, Pekín se encuentra en uno de esos momentos delicados en los que la economía parece estar al borde del precipicio. La actividad se ha ralentizado a niveles no vistos en décadas (sin contar el peor trimestre del covid), a la vez que la pandemia fuerza confinamientos masivos y que se produce una implosión controlada del sector inmobiliario. Esta combinación fatal está generando numerosos defaults que a su vez están poniendo a prueba incluso a las empresas públicas del país, que se están adentrando en una peligrosa trampa de deuda.

La deuda considerada como 'incobrable' se ha disparado hasta el 29,1% del total de los préstamos inmobiliarios en la primera mitad de este año, frente al 24,3% a finales de 2021, según cálculos del equipo de Citi. Pero lo que es más grave, este aumento se atribuye en gran medida a las inmobiliarias controladas por el gobierno chino, que están empezando a tener problemas serios para pagar a proveedores y finalizar los proyectos iniciados. Lo que en un principio fue una oleada de quiebras de promotoras privadas, está empezando a afectar a todo el sector.

"Este es el impacto indirecto que está teniendo el default de los promotores privados (POE o Private-Owned Enterprises), cuya caída está generando dificultades financieras y un mayor riesgo de impago de la deuda a los promotores estatales (SOE o State-Owned Enterprises)", aseguraban los analistas de Citi en una nota publicada hace unos días y recogida por Bloomberg. China vuelve a dar una patada hacia delante sin enfrentarse al problema, el colapso de uno de los sectores que más han aportado al crecimiento en los últimos años.

Citi cree que se está produciendo un trasvase de activos que se pueden considerar tóxicos desde las promotoras privadas (como Evergrande) hacia las empresas estatales, que estarían intentando ayudar a mantener a flote a las compañías privadas del sector inmobiliario que se encuentran cerca del impago o directamente ya han sido calificadas con un rating de rango default.

¿Nacionalización sigilosa?

Los expertos de Citi creen que estos datos revelan que las autoridades chinas están poniendo en marcha una suerte 'nacionalización sigilosa' para impedir un colapso total y repentino del sector. El problema en estos casos es que, salvo milagro, estas deudas serán de nuevo un problema en algún momento (hay que devolverlas o afrontar la pérdida de valor de los activos tóxicos). Quizá Pekín está esperando a que la economía se encuentre en un mejor momento para afrontar estas pérdidas.

El PIB está sufriendo un frenazo que no tiene parangón en décadas (sin contar el covid). En el segundo trimestre, el avance fue solo del 0,4%, un mal dato para una economía que aún se encuadra todavía dentro de las de alto crecimiento.

La agencia S&P Ratings ha publicado una nota este martes advirtiendo de los riesgos a los que se enfrentan las empresas públicas chinas. "La desaceleración económica en China está contribuyendo a un número creciente de compañías privadas y empresas de propiedad estatal (SOE) a caer atrapadas en una trampa de alto endeudamiento y bajos ingresos", asegura S&P Global Ratings en un nuevo informe.

"Muchas de las empresas estatales sobreapalancadas de China están atrapadas en una trampa de deuda que probablemente requerirá una intervención externa", comenta Terry Chan, investigador principal de S&P Global Ratings. "La desaceleración de la economía de China está haciendo que las operaciones sean más desafiantes, y muchas empresas estatales y otras corporaciones tendrán dificultades para salir de sus pesadas cargas de deuda. La tarea de las autoridades para resolver el sobreendeudamiento de las empresas, sin causar un caos económico, es muy compleja".

Las empresas estatales sufren

El informe detalla los resultados de una prueba de estrés de mayor inflación y diferenciales de interés en 6.363 empresas chinas. Esta muestra de empresas acumula una deuda total de 15,6 billones de dólares estadounidenses, lo que supone más de la mitad de toda la deuda corporativa de China, que ronda los 29 billones de dólares estadounidenses. Las empresas estatales de China son solo un tercio de la muestra, pero acaparan el 76% de la deuda.

Chan explica que "nuestro estudio revela que el golpe más fuerte no se limitará solo al sector promotor. Estamos viendo señales de advertencia cada vez mayores de un estrés creciente para el sector industrial, incluidas la construcción y la ingeniería, así como para el consumo discrecional".

"Aunque algunas empresas pueden escapar de la trampa de la deuda gracias a la intervención del gobierno, habrá un dolor significativo y la salida no será rápida. Creemos que el gobierno chino podría imponer un tope a la proporción de deuda neta a capital para todas las empresas medianas y grandes, como lo hizo con las empresas inmobiliarias. Pero no está claro si el nivel de crecimiento económico que sería aceptable para Beijing podría lograrse mientras se reduce la deuda".

Chan sentencia que "en los últimos años, el gobierno chino ha preferido resolver el apalancamiento excesivo de las empresas a través de iniciativas impulsadas por el mercado. Sin embargo, en una recesión económica, este enfoque es aún más difícil de ejecutar. En consecuencia, esperamos ver niveles más altos de problemas activos y potencialmente impagos", sentencia este experto.

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