Encontrar un tesoro por estos días viene perfecto ante la actual crisis económica en la que nos vemos inmersos. Lo malo de ello, sería no poder cobrarlo o hacerlo efectivo, por haber pasado los plazos para canjear parte de su contenido. Esto fue lo que le pasó a Antonio Piñeiro, tras encontrar 54.000 euros en pesetas, durante unas reformas que realizaba en su casa de verano.
Piñeiro, de origen gallego (Lugo), adquirió una vivienda en la zona de A Puosada en 2015 para pasar junto a su familia los meses de vacaciones. Tras comprarla, poco a poco ha ido remodelándola, tarea que no ha sido fácil, ya que él vive y trabaja en Valencia.
En medio de las reformas y las restauraciones, la vivienda, que estuvo abandonada casi 40 años, tenía en sus rincones un gran secreto: un tesoro con un total de 54.000 euros en pesetas, repartidos en tarros repletos de billetes. Al cambio es algo así como nueve millones de pesetas de la época de los que algo menos de la mitad ya no ha podido canjear en el Banco de España.
La sorpresa de cada verano
Antonio es empleado de la construcción y por este motivo decidió ponerse manos a la obra y remodelar él mismo la casa que compró en este pueblo. De esta forma, cada verano se ha ido encontrando con sorpresas.
En los dos primeros veranos, se encontró en la bodega y en el horno de la casa unos cinco millones de pesetas, el equivalente a 30.000 euros. Este dinero le vino muy bien para continuar con los arreglos del techo del inmueble.
Fin de la circulación de las pesetas
Su suerte continuó, y en los últimos veranos encontró otros dos botes que suman cuatro millones de pesetas, alrededor de 24.000 euros. Sin embargo, no ha podido cobrarlos ya que el plazo para cambiar las últimas pesetas en circulación finalizó en julio de 2021.
A Piñeiro le queda la opción de llevar el tesoro al mercado de coleccionistas. Al parecer, todo este dinero estuvo encerrado durante 40 años, ya que el anterior propietario no tuvo herederos y la casa quedó completamente abandonada.