
La actualización de las normas fiscales no puede demorarse más. El Fondo Monetario Internacional (FMI) urge este lunes a la Unión Europea a actualizar y recuperar las normas de deuda y déficit suspendidas desde la pandemia de coronavirus para prepararse para futuras crisis. Según el organismo, es necesario actuar antes de que sea demasiado tarde e impedir una acumulación "indeseable" de deuda pública. Pero no solo hace falta empezar a poner las cuentas en orden, sino que sugiere también convertir el fondo europeo de recuperación en un nuevo instrumento fiscal, que sirva para apoyar a los países que deban hacer frente a shocks económicos y financiar la descarbonización.
Las recomendaciones de este organismo no son en realidad muy diferentes a las opciones que la misma Comisión Europea tiene encima de la mesa. Bruselas lleva meses preparando esta reforma del marco fiscal y tenía pensado aprovechar el retorno a la normalidad (el calendario preveía retornar al Pacto de Estabilidad en 2023) para impulsar unos cambios de extrema complejidad, pues para llevarlos a cabo hace falta poner de acuerdo a los veintisiete socios, tanto a los más ortodoxos y partidarios de la rigidez presupuestaria del norte como a los del sur, más endeudados y necesitados de más flexibilidad. Pero la guerra en Ucrania se interpuso de nuevo y complica todavía más el debate.
Ajustes vinculados al nivel de riesgo
Sin embargo, según el FMI toca actuar antes de que sea demasiado tarde. "Dada la extraordinaria incertidumbre económica y los retos fiscales que vienen, la reforma del marco fiscal europeo no puede esperar", sentencia el FMI. La propuesta de la institución con sede en Washington mantiene los objetivos de deuda y déficit actuales es decir, un máximo del 3% de déficit público y un 60% de deuda. El FMI cree que deben conservarse como valores de "referencia" pero que lo que debe variar es el camino para llegar a unos límites que actualmente cumplen muy pocos países de la UE.
"Las reglas existentes han tenido cierto éxito, especialmente al aumentar la conciencia pública de que los déficit fiscales deben estar por debajo del 3% del PIB, pero han impedido una acumulación indeseable de deuda pública y riesgos de sostenibilidad fiscal en algunos miembros", dice el informe. Por eso, propone que los países de la UE deban cumplir estos objetivos. Los más endeudados deberían hacerlo en un período de entre 3 y 5 años. El resto, pueden gozar de mayor flexibilidad. Actualmente, la deuda pública media de la UE se eleva hasta alrededor del 87% del PIB. Para la eurozona, todavía es superior al 90%. Los más endeudados son Grecia, con un 189%, seguida de Italia, con un 152% y de Portugal con un 127%, según los datos de Eurostat.
Un nuevo fondo de emergencia
Pero más allá de atajar la deuda, el FMI se suma a la petición del Banco Central Europeo (BCE) de crear un instrumento fiscal europeo común, construido con deuda europea, a imagen del Fondo de Recuperación emitido para sufragar los costes de la recuperación después de la pandemia.
Según la institución, este fondo debería servir para financiar políticas climáticas y de descarbonización, ahora que hay países que tienen poco espacio fiscal para hacerlo a pesar de la crisis energética en la que está inmersa Europa. Este fondo debe entenderse como una parte indisociable de la reforma total del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.