
Los salarios en España crecen mucho más despacio que los precios, pero los sueldos bajos suben más rápido que los altos. Con un IPC que en mayo escalaba hasta el 8,7% y en junio ya rebasó el umbral del 10%, los sueldos se incrementan apenas una cuarta parta que el coste de la vida. En el quinto mes del año, ascendían al ritmo del 2,4%; un comportamiento ligeramente superior mostraron las nóminas más modestas, que se elevaron el 2,9%.
"La recuperación es sólida, pero no existen presiones salariales a pesar de las presiones inflacionarias", explica Josep Mestres, economista sénior de Caixabank Research, a elEconomista.es. Según un estudio de la entidad, la subida de los sueldos más bajos ya es prácticamente idéntico al avance medio de los años 2018 y 2019, cuando avanzó el 2,8%. Este mes de febrero, además, el Gobierno aprobó una nueva subida del salario mínimo interprofesional hasta los 1.000 euros.
"La recuperación del mercado laboral en la salida de la pandemia sorprende por su fortaleza", señala el informe.
De este modo, el aumento medio ya alcanza el 2,4% en mayo. Tras cinco meses de 2022, alcanza el mismo rango que los salarios públicos. El Gobierno aprobó en los Presupuestos Generales del Estado un incremento del 2% para los funcionarios que, después de impuestos y pagas 'extra', quedaba a la práctica un +2,4%.
Los asalariados con sueldos medios mejoraron también al Estado y elevaron sus emolumentos el 2,5%. Las nóminas más altas son las que más lentamente se recuperan y avanzan al 2,1%. Fueron las que menos notaron el golpe del coronavirus, señalan desde el departamento de estudios de Caixabank.
Cabe destacar también que parte del crecimiento está provocado por el incremento del número de horas cotizadas respecto a los años anteriores, con más restricciones derivadas de la pandemia y los ERTE todavía presentes.
Por sectores, el comercio y la hostelería -también influidos por el incremento de las horas trabajadas- fueron de los que más crecieron. Un estudio publicado en mayo por la misma entidad, reflejaba que el aumento de las nóminas en el sector turístico -que incluye ambas industrias- crecía un 3,6% hasta marzo. "Refleja la recuperación tras dos años de pandemia", señalaba entonces.
El encarecimiento de los trabajadores se produce también por la escasez de mano de obra que sufre el sector.
El impacto de la inflación todavía no se nota
La subida del 2,4% es muy inferior a la escalada del 8,7% que marcaba el IPC en mayo. "Las presiones salariales son poco destacables, la inflación todavía no se trasladó a los sueldos", insiste Mestres.
Sin embargo, el banco no se atreve a realizar previsiones de como avanzarán las nóminas de los españoles en los próximos meses. "Por ahora, no se observan presiones salariales destacables para ningún nivel salarial, aunque las presiones inflacionistas y el impacto desigual de la guerra de Ucrania entre sectores de actividad podrían cambiar la situación y aconsejan un seguimiento a tiempo real de la situación", zanja el informe.