La subida salarial pactada en los convenios registrados en los seis primeros meses del año se mantiene en un moderado 2,4%, pero aumentan los trabajadores que perciben incrementos superiores, mientas se dispara el número de los incluidos en acuerdos con cláusulas de revisión salarial.
Del total de 1.234 convenios firmados en los seis primeros meses del año, 339 contaban con una cláusula de revisión salarial, 255 de ellos con efectos retroactivos. Es una cifra algo inferior a la de los 391 convenios de hace un año.
Sin embargo, el número de trabajadores afectados por las cláusulas de salvaguarda se ha duplicado, pasando de 795.710 en junio de 2021 a 1,57 millones en este año. Esto supone que llegan al 24,7% de los empleados sujetos a convenio, frente a los 16,9% de hace un año.
Para el 48 % de ellos, además, la revisión tiene efectos retroactivos. Esta es una cuestión sobre la que el Banco de España y la mayoría de analistas han expresado reiteradamente su preocupación, debido el impacto que puede tener en forma de como 'efectos de segunda ronda' sobre la inflación de los próximos años.
Subidas más altas para más trabajadores
El alza de los precios se trasladan con intensidad a los sueldos de un número cada vez mayor de trabajadores. La subida salarial pactada en convenios registrados hasta junio llegó al 5,42% para 1,3 millones de empleados. Una cifra inédita desde antes de la crisis financiera.
En total, hasta junio se registraron 2.314 convenios para para 6.177.588 trabajadores, con lo que los que pactaron las subidas más altas superan el 20% del total.
Aun así, la evolución de los salarios se mantuvo en junio relativamente estable respecto al mes anterior. El aumento medio pactado para el total quedó en el 2,45%, apenas tres centésimas más que en mayo, mientras que la media para los convenios que superan el 3% de la inflación retrocedió dos centésimas.
Sin embargo, la comparativa interanual es mucho más pronunciada, elevando al 0,85 la diferencia para la subida media y del 1,53 para la más elevada. Se trata de las mayores variaciones desde 2011 y 2017, respectivamente.
Para los convenios de empresa, la media se sitúa en el 2,69% y en el 2,44 para los de ámbito superior. Por su parte, la franja máxima llega hasta el 6% en los de empresa, aunque en este caso sólo afecta a 95.000 trabajadores.
El grueso se concentra en los convenios de ámbito superior, donde queda en el 5,37% para 1,2 millones de trabajadores.
En lo que destacan los datos es, precisamente, en el número de trabajadores afectados por las subidas más elevadas.
En 2017 --año en el que el SMI subió un 8% tras varios años congelado— la subida máxima fue del 6,7%, pero solo llegó a 18.500 trabajadores. En 2008, 2,4 millones de trabajadores llegaron a percibir la subida pactada más alta, pero esta se quedó en el 4,8%.
El contexto actual es muy diferente al de entonces, con una inflación general que llega a 10,2, mientras la subyacente se sitúa en el 5,5%. Hace catorce años el diferencial entre subida media y máxima se situaba en 1,36 puntos. Hoy es más del doble y se sitúa en los 3 puntos.
El País Vasco y Navarra lideran las subidas de sueldo
Por ramas de actividad, las mayores subidas se registran ente las empleadas del hogar, donde alcanzan el 6,5%, aunque en este caso solo llegan a 827 trabajadores. Las mayores subidas se concentran en la industria, donde alcanza el 3,1% para 1,7 millones de trabajadores.
Por el contrario, los servicios pactaron subidas medias del 2,14% para 3,8 millones de empleados. Es el único sector que se sitúa por debajo de la media general del 2,45%.
Esto se percibe también en el comportamiento de los convenios autonómicos. En el País Vasco las subidas salariales llegan al 5,09%; en el extremo opuesto se sitúa Aragón, donde se quedaron en el 1,75%.
En conjunto, en siete regiones, incluyendo Ceuta y Melilla, se pactaron incrementos inferiores la media general, mientras que 12 la rebasan.
En cualquier caso, conviene recordar que estos datos son provisionales y se ven actualizados por la continuada firma de nuevos convenios, que cada vez se decantan por subidas interanuales más elevadas para compensar el impacto de la inflación en el último año.