Tras más de cuatro meses de guerra, los efectos de la guerra de Ucrania amenazan con cobrarse una buena factura en el crecimiento de la economía española. El aumento de los precios de la energía, con el riesgo asociado de que se trasladen al resto de la economía y a los salarios, suponen un desafío para la actividad económica.
Bajo este contexto, el panel de expertos de PwC rebaja la previsión de crecimiento de la economía española al 4% este año (en la anterior edición del Consenso fue un 4,3%), mientras que para 2023 estiman un crecimiento del 3%, -una caída significativa de casi nueve décimas respecto a la anterior edición-.
Ante estas perspectivas, los panelistas se dividen entre los que piensan que la guerra hará que crezcamos mucho menos de los previsto, pero el PIB seguirá aumentando (39,1%), y los que van más allá (31,3%) y estiman que su impacto será muy relevante, hasta el punto de que acabará produciendo una recesión a finales de 2022 o en 2023. Pese a ello, al ser preguntados si el actual contexto económico y político aboca a la actividad en España a la estanflación, un amplío 63,5% cree que todavía es pronto para saberlo.
La estimación sobre la inflación de final de año aumenta del 4,6% al 6,6% para este año
La encuesta refleja como el acelerado deterioro de las expectativas de inflación y los indicios de traslación a la cadena salarial es el gran problema de la economía española. En un trimestre, su estimación sobre la inflación a finales de año ha aumentado en dos puntos, del 4,69% al 6,64% para este año. Asimismo, advierten que "probablemente esta previsión se quede corta, si tenemos en cuenta que se hizo sin conocer los datos provisionales de junio (un insólito aumento del 10,2% y un todavía más preocupante 5,5% en el índice subyacente)".
Estas cifras parecen trasladarse a la política de precios en las empresas y sectores al manifestar un empeoramiento de las tensiones inflacionistas. De esta forma, el 63,7% de los expertos apuesta por el aumento de los precios, el porcentaje más alto de la serie histórica.
Asimismo, este pesimismo se traslada también a un empeoramiento de la situación financiera de las familias y en una caída, en los próximos seis meses, tanto del consumo como de la demanda de vivienda, según el 43,5% y el 39,1% de los encuestados, respectivamente.
En relación con la evolución de los tipos de interés, el consenso de los expertos deja sobre la mesa una contradicción. Si bien una amplia mayoría se muestra muy preocupada por el cambio de la política monetaria del BCE y por su impacto en el crecimiento. A la hora de cuantificar el incremento del precio del dinero, los encuestados esperan que estos aumentos sean relativamente suaves y que los tipos se sitúen en el 0,5% a finales de año y entre el 1% y el 1,5% en junio de 2023.
Consecuencias del conflicto
Una de las principales causas que va a definir el rumbo de la economía mundial es el desenlace de la invasión de Ucrania. Un porcentaje significativo de los expertos (el 40%) considera muy probable que la guerra acabe en los próximos meses con un acuerdo para la partición de Ucrania, de tal forma que el Este del país quede bajo dominio ruso.

Que el conflicto se prolongue durante años tiene mucho menos apoyo entre los encuestados y la posibilidad de que Ucrania consiga expulsar a las tropas de Moscú sin ceder territorio es considerada muy poco probable por la gran mayoría.
Lo que es evidente, es que la invasión de Ucrania, y la constatación de que Rusia es una amenaza para la integridad territorial hace que casi la mitad de los encuestados propongan que los países europeos, y España en particular, aumenten sus gastos en defensa, aunque ello suponga subir los impuestos o recortar otras partidas presupuestarias.
Los directivos apuestan por un plan para que la UE deje de depender de la energía rusa
No obstante, otra porción significativa de los expertos defienden que no hay que incrementar el gasto militar, pero sí coordinar los esfuerzos europeos; en definitiva, no se trataría de gastar más sino de gastar mejor.
En cuanto a las consecuencias del conflicto en España, el incremento de los precios de la energía es señalado por el 50,4% de los expertos como el impacto más importante. Le sigue la incertidumbre que genera la situación y el aumento del precio de los alimentos. Precisamente, sobre la estrategia energética de Europa los expertos, directivos y empresarios (74,8%) apuestan por diseñar un plan, a medio plazo, para que la UE se desenganche de los hidrocarburos rusos gradualmente.