
El hombre más rico del mundo se resiste a confirmar si cerrará la compra de Twitter, pero en su día a día actúa como si la red social ya fuese suya. Elon Musk ha dicho este martes que aspira a que "la mitad del mundo" use Twitter en el futuro, por lo que la empresa no puede dedicarse a "acosar" a sus usuarios limitando su libertad de expresión.
"Lo ideal sería conseguir que el 80% de Norteamérica y la mitad del mundo estuvieran en Twitter, lo que significa que el servicio tiene que ser atractivo para la gente. No se les puede acosar", ha dicho el magnate en una entrevista durante el Foro Económico de Qatar moderada por John Micklethwait, editor jefe de Bloomberg.
La de idea de Musk es que Twitter no bloquee ningún tipo de comentario, sino que los tuits que ahora se consideran peligrosos sean permitidos, pero que tengan un alcance limitado. "Hay una gran diferencia entre la libertad de expresión y la libertad de alcance", ha explicado.
Se trata de que la red social, a través de su algoritmo, limite la visibilidad de este contenido. "Musk plantea un punto interesante: dejar que la gente diga lo que quiera, pero luego limitar quién lo ve. Esto no es muy diferente del enfoque de TikTok del contenido depurado", ha comentado Tim Culpan, columnista de Bloomberg, durante la charla.
Elon Musk ha vuelto a expresar así su disconformidad con la política actual de Twitter, que bloquea y elimina contenido violento, que incite al odio o que consista en el acoso a otras personas. Un ejemplo fue la suspensión de la cuenta del expresidente de EE.UU., Donald Trump, por "glorificación de la violencia", una decisión que Musk ha dicho en varias ocasiones que revertiría si la red social estuviese bajo su mando.
Precisamente, Musk ha sido preguntado si votaría a Trump en las próximas elecciones, ya que recientemente se ha declarado abiertamente republicano. "Estoy indeciso en este momento", ha contestado. Aunque sí ha dicho que planea financiar a este partido con una cantidad de dinero "no trivial" durante la carrera electoral.
Tres incógnitas de la compra
La pregunta del millón de la entrevista ha sido si el empresario finalmente comprará Twitter, y Musk ha respondido que aún quedan "asuntos por resolver", concretamente tres.
El primero son los bots. Musk acusa a la tecnológica desde hace semanas de no facilitarle los datos exactos de cuántos usuarios son realmente monetizables. En teoría, según la tecnológica, en torno al 5% de las cuentas activas son manejadas por robots y no son útiles para el negocio, aunque el empresario cree que son muchos más.
Las otras dos incógnitas son "si la parte de la deuda de la ronda [de financiación] está incluida" y "si los accionistas votarán a favor" de la compra.
Pese a sus explicaciones, Musk no ha terminado de aclarar si finalmente procederá con la compra de la compañía, y ha dicho que no puede dar más detalles por cuestiones legales. "Es un asunto delicado y me gustaría ser comedido con mis respuestas para evitar más demandas".