
Jeff Bezos dejó el año pasado su puesto como CEO de Amazon, pero poco antes de tomar esa decisión, estuvo a un paso de condicionar una importante inversión de la empresa por "envidia" de Elon Musk.
Así al menos se cuenta en el nuevo libro Career Self-Care: Find Your Happiness, Success, and Fulfillment at Work (Autocuidado profesional: Encuentra tu felicidad, tu éxito y tu plenitud en el trabajo), de la autora especializada en gestión laboral, Minda Zetlin.
Al parecer, Bezos quiso impulsar la construcción de una segunda sede en Nevada tras conocer los incentivos fiscales que este estado había concedido a Tesla por levantar en sus terrenos su gigafactoría.
Para la autoría, la decisión de Bezos deja un mensaje: hay que cuidado de dejar que las emociones, especialmente las negativas, impulsen las decisiones empresariales.
Bezos quiso tener el mismo trato que Musk
La búsqueda de la HQ2 duró más de un año y consumió incontables horas de tiempo de los ejecutivos de Amazon y de los funcionarios gubernamentales de 238 ciudades y condados. Cuando terminó, la empresa solo tenía medio acuerdo, con Virginia del Norte, que prometió 573 millones de dólares en incentivos a cambio de 25.000 de los 50.000 puestos de trabajo previstos para la HQ2. La otra mitad de la HQ2, prevista para Queens, Nueva York, se desmoronó estrepitosamente cuando Amazon se encontró con una profunda resistencia y mala publicidad por los 2.500 millones de dólares en incentivos de la ciudad y el estado, y por la postura antisindical sin paliativos de la empresa.
Bezos se preguntó por qué Amazon recibía subvenciones mucho menores que Tesla y llevó a cabo una búsqueda que acabó sin dar frutos. La autora cree que esta historia de Bezos también muestra cómo el éxito es algo relativo y, en cierto modo, inalcanzable.
"Nos pasamos la vida persiguiendo el éxito. Pero, ¿dónde está ese punto, exactamente?", dice. "Si eres la persona más rica del mundo, como lo era él en aquella época, y sigues sin estar satisfecho, sin ser feliz, sin sentir celos de otro, parece ilustrar que no hay ese punto", dice Zetlin.
El libro de Zetlin se basa en sus reportajes, entrevistas y experiencias personales para examinar el cuidado de uno mismo bajo el supuesto de que, para muchos de nosotros, el trabajo y el resto de nuestras vidas están ahora inevitablemente entrelazados.
Pero, en última instancia, Zetlin deja claro que la clave no es un nuevo truco de gestión del tiempo, sino la capacidad de dar un paso atrás y cambiar la mentalidad, incluida la forma de valorarse a sí mismo y a su carrera de forma holística.
"Pensamos en nuestro trabajo y nuestra vida en oposición, y esa idea está implícita en el término equilibrio entre trabajo y vida. Tienes dos cosas que luchan entre sí, y tienen que equilibrarse, y muchas veces se siente así", dice.
"El hecho es que va en ambas direcciones", añade. "Lo que soy profesionalmente forma parte de lo que soy como ser humano. Lo que soy como ser humano forma parte de lo que soy profesionalmente, y esas dos cosas no tienen que pelearse".