Economía

Los salarios ya suben en torno al 3% en Francia y Alemania

  • El encarecimiento de la vida y la falta de trabajadores da fuerza a los sindicatos
Trabajadores en Alemania. Imagen: iStock
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Después de años de contención, los astros se están alineando para que los salarios suban en buena parte de las economías de la Eurozona. En varios países los aumentos ya son visibles, por ejemplo en las dos economías más grandes del euro, como Francia y Alemania, dónde los primeros trimestres del año se han registrado subidas en torno al 3%. Y los grandes sindicatos piden más, porque ven sus demandas reforzadas por la elevada inflación, la falta de mano de obra y los beneficios empresariales.

Concretamente, según los datos de la Oficina Federal de Estadística alemana, las remuneraciones de los trabajadores aumentaron una media del 4% el primer trimestre del 2022, en un período donde los precios subieron un 5,8%. En el caso francés, los incrementos negociados hasta ahora promedian un aumento conjunto del 3% para todo el año según un estudio del Banco Central del país. Una de las explicaciones en el caso francés es que desde mayo se aplica un aumento automático del salario mínimo del 2,65% basado en el incremento de la inflación observado el año precedente.

Estos datos coinciden con los que recaba el Banco Central Europeo (BCE) a través de los resultados y demandas de los diferentes procesos de negociación colectiva, que le permiten proyectar una subida salarial medio en la eurozona del 2,8% este año y del 2,4% el siguiente. Esta tendencia al alza se explica por un conjunto de factores: "La combinación de la inflación elevada y un mercado de trabajo tensionado por la falta de oferta significa que los trabajadores pueden exigir más. A lo que hace falta añadir que las grandes empresas acumulan beneficios decentes, cosa que significa que hay espacio para que los salarios crezcan", señala Bert Colijn, economista especializado en análisis de la Eurozona para ING.

El desempleo en la zona euro está actualmente por debajo del 7%, uno de sus niveles más bajos. En países como Alemania o Holanda, está en torno del 3% también tocando fondo desde que las agencias de estadísticas tienen registros. El primer trimestre de 2022, la ratio de vacantes en la zona euro aumentó hasta el 3,1% muy por encima del 1,5% por ciento al que se había mantenido desde 2013.

Las demandas sindicales

Y efectivamente, los sindicatos están pidiendo más. Uno de los referentes para tomar la temperatura de las demandas de los trabajadores es IG Metall, el mayor sindicato de Alemania que empezó recientemente negociaciones con la exigencia de que los salarios de los empleados del sector subieran un 8,2%. Esther Lynch, vicesecretaria general de la confederación de sindicatos europeos (ETUC) defiende la necesidad que los trabajadores "luchen por aumentos salariales que permitan mantener el ritmo de la inflación" y recuerda que antes de este incremento de los costes de vida, "los salarios cayeron mucho más que la productividad".

Otras economías como la neerlandesa, por ejemplo, también está registrando alzas en torno al 3% y será necesario ver hasta qué punto las demandas sindicales continúan viéndose aupadas por la elevada inflación. Un caso particular es el de Bélgica, que el único país de la UE que tiene los salarios automáticamente vinculados al IPC, lo cual ha puesto en alerta al Banco Central del país y al gobierno que ha recibido peticiones de las patronales para aplicar una excepción a la indexación automática este año al mismo tiempo que los sindicatos presionan en la dirección contraria. Países como Dinamarca o Luxemburgo abandonaron esta fórmula hace años.

El riesgo de reflejar la inflación

Pero más allá de esta particularidad, Colijn considera positivo que los salarios empiezan a subir en Europa. Según Eurostat, en el último trimestre del 2021, los salarios reales por hora cayeron un 3% en un momento en que la inflación ya subía por encima del 4,5%.

"Es señal de una economía saludable si los salarios suben en la línea de una inflación moderada y aumenta la productividad", sostiene el economista de ING en referencia a las subidas situadas en torno al 3%. Sin embargo, advierte que si los sueldos empiezan a reflejar la elevadísima inflación la situación sí que será "preocupante" por el riesgo de entrar en una espiral.

En este contexto, otros países como Italia no están demostrando las mismas tendencias, principalmente porque no se cumplen todos los factores. Pese a la reducción considerable del desempleo, la economía italiana tiene un paro mucho más elevado que Alemania o Francia dónde por ejemplo el sector de la aviación comercial está cancelando vuelos por falta de trabajadores. "El mercado laboral está en diferentes fases entre el norte y el sur de Europa", apunta Colijn, que sin embargo cree que podría producirse un efecto contagio. En España, el salario medio ha alcanzado los 2.000 euros por primera vez en un arranque de año

A su vez, el experto de ING considera que el frenazo a la recuperación económica y la inflación desbocada pueden moderar la tendencia. La subida de los precios afecta también a los márgenes empresariales y reduce la demanda interna. Antes de la guerra, el mercado laboral europeo estaba pasando por un momento excelente, pero la incertidumbre gana peso en todos los sectores.

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