Economía

La CEOE pide al Gobierno un giro fiscal de 180 grados en apoyo de la industria

  • La patronal envía a Maroto 17 medidas para impulsar la competitividad del sector
  • Supresión de los impuestos a la generación eléctrica y tasas locales y autonómicas
La ministra de Industria, Reyes Maroto, y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. eE
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La Comisión de Industria de la CEOE que agrupa a las sectores manufactureros lleva trabajando meses en una propuesta para impulsar la competitividad de la industria cuyo borrador final ha remitido hace unos días a la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. El documento, según explica el presidente de la Comisión y presidente de Confemetal, José Miguel Guerrero, servirá, primero, como base para la propuesta de Pacto de Estado por la Industria que Maroto está ultimando y, segundo, para negociar la reforma de la Ley de Industria que podría aprobarse a final de año. Entre las 17 medidas -que ya esbozaron los empresarios en otoño- se incluye una profunda reforma de la fiscalidad de los sectores industriales.

La CEOE solicita como primer paso una mayor coordinación en las políticas tributarias entre las tres administraciones: central, autonómica y local. Critican que hay muchos impuestos y tasas autonómicas y locales redundantes que "generan un problema de doble imposición". Pero no sólo. También rompen la unidad de mercado, lo que crea desigualdades por regiones y "resta competitividad a las empresas" españolas.

Una segunda petición fiscal es la revisión de algunos impuestos nacionales. Entienden que habría que equiparar el impuesto nominal sobre sociedades al de otros estados de la UE (la mayoría inferiores, dice el documento) e, igualmente, las cotizaciones a la Seguridad Social, "por encima de la media europea".

En la generación eléctrica, un tema especialmente sensible para los industriales, piden la supresión de los impuestos a la generación eléctrica como el impuesto a la producción del 7% de los ingresos, impuestos por la generación de residuos nucleares o el impuesto especial al consumo de combustibles fósiles para la generación eléctrica. El documento de la CEOE sugiere reestablecer la situación previa a la ley 15/2012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energética.

La tercera gran pata fiscal es la "libertad de amortización" como un incentivo fiscal que permita a las empresas aplicar una depreciación por una cantidad mayor los primeros años, aumentando así los gastos deducibles ese año. Finalmente, la Comisión de Industria de la CEOE solicita al Ministerio de Hacienda la ampliación del régimen de compensación de pérdidas fiscales, de manera que se compense no sólo hacia delante, sino también hacia atrás (carry back) como mínimo al ejercicio fiscal anterior. La demanda pretende un mayor apoyo a los negocios de alto riesgo y las empresas de nueva creación.

Las 17 propuestas del documento de los empresarios se articulan en tres grandes ejes: un compromiso por la industria, competitividad de la UE y a nivel internacional y un impulso a la innovación.

El primer eje, que incluye seis medidas, se enfoca en la búsqueda de un gran pacto de Estado, pero también, en un intento de elevar la visión social de la industria. El punto tres recoge la necesidad de sensibilizar al conjunto de la sociedad sobre la importancia de la industria en cuanto a la generación de riqueza y conocimiento y bienestar para el conjunto del país e "involucrar a la población activamente en la defensa de su tejido industrial".

Apoyo social

Guerrero considera esencial un cambio de la visión que se tiene actualmente de los sectores manufactureros que han afrontado una gran transformación. En esta línea, el presidente de la Comisión de Industria de la CEOE incide en la necesidad de elevar el peso del Ministerio de Industria, pues considera inconcebible que no cuente con una Secretaría de Estado propia.

Dentro también de este eje, la CEOE insiste en potenciar la industria en aquellas comunidades y zonas donde el peso del sector es inferior a la media (14,6% del PIB). Para ello demanda políticas y programas de reindustrialización específicos. Igualmente, pide un mejor acceso de las industrias a la financiación, especialmente las pymes.

El segundo eje, con siete medidas, incluye un mejor uso de los fondos comunitarios y precios más competitivos de la energía para las actividades industriales. El sector considera que dado que la normativa medioambiental comunitaria es mucho más exigente, para no mermar competitividad solicita establecer "un sistema de ajuste en frontera" que combine con otras medidas comerciales. Otra propuesta novedosa dentro de este eje es el desarrollo de "reservas" de determinados productos esenciales y el reforzamiento de capacidades estratégicas nacionales para épocas de crisis. El documento dice al respecto ser "esencial contar con reservas estratégicas para garantizar siempre un mínimo de aprovisionamiento a los ciudadanos". Algo que ha quedado patente, en opinión de la CEOE, con la pandemia.

Más clásicas, solicitan en este eje avanzar en la unidad de mercado; apostar por los ecosistemas industriales que funcionan de manera circular reutilizando los residuos de cada eslabón de la cadena en los siguientes proceso; medidas de apoyo a las empresas para que aumenten de tamaño e incrementar las capacidades de las infraestructuras de transportes con el desarrollo de un plan estratégico de infraestructuras portuarias.

El tercer eje se centra en el impulso de la innovación, a lo que dedican cuatro medidas de coordinación y formación, entre otras.

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