Economía

La inflación comienza a "remitir": el Banco de España detecta menor presión en las empresas

  • Los sectores de la construcción y hostelería sufren escasez de mano de obra
  • Y no consiguen liberarse de las presiones en suministros y ventas
  • La facturación total aguanta pese al difícil contexto inflacionario
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A raíz de una encuesta a 5.500 empresas españolas, el Banco de España ha detectado una menor presión inflacionista en la entrada de suministros, así como en los precios de venta, hasta el punto en señalar que "las tensiones inflacionistas podrían estar comenzando a remitir". No obstante, el porcentaje de compañías que soportan mayores costes de parte de proveedores sigue siendo muy elevado. Además, el departamento de Economía y Estadística del organismo señala que, en contra de la tendencia, los sectores de la construcción y hostelería reciben todavía mayores presiones.

El empuje de la inflación está poniendo contra las cuerdas a bancos centrales y gobiernos, amenazando seriamente a la recuperación de las economías, la mayoría todavía rezagadas sobre los niveles que habían alcanzado antes de la pandemia. La presión de los precios comenzó tras la apertura de las economías, con un descomunal encarecimiento de la energía y del resto de materias primas. En aproximadamente un año se ha terminado filtrando a todo los rincones. Y ya pocas voces defienden, que se trata de un episodio transitorio.

Sin embargo, el organismo ha detectado que "las tensiones inflacionistas podrían estar comenzando a remitir", en la Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE), correspondiente al segundo trimestre de este año. El trabajo de campo se llevó a cabo entre el 10 y el 24 de mayo y recoge los cuestionarios de 5.500 empresas de una muestra de cerca de 14.500 sociedades.

La encuesta recoge información cuantitativa y cualitativa sobre la facturación, el empleo y los precios pagados y cobrados por las empresas participantes, y su posterior análisis. En relación con los costes de los consumos intermedios y los precios de venta, los resultados de la encuesta apuntan a una continuación de las elevadas presiones inflacionistas. Un 76,8% del total manifiestan estar experimentando, en el segundo trimestre del año, un aumento de los precios de sus inputs productivos, el precio que pagan por los suministros para desarrollar su actividad, pero ese porcentaje es casi 5 puntos inferior al de hace tres meses, lo que sugiere que esas tensiones inflacionistas podrían estar comenzando a remitir, según Alejandro Fernández y Mario Izquierdo, de la Dirección General de Economía y Estadística del Banco de España.

Para las compañías es clave como gestionar la subida de precio en costes y en venta. En el Informe trimestral de la economía española, el Banco de España que hay diversos indicadores apuntan a que esta traslación de los costes a los precios ya estaría teniendo lugar, pero la encuesta subraya que "pone de manifiesto que las empresas españolas han venido incrementando sus precios de venta recientemente, pero no obstante esta traslación estaría siendo incompleta, en la medida en que se aprecia una menor intensidad en el proceso de aumento de los precios de venta que en el de encarecimiento de los insumos intermedios". 

También hay un ligero descenso del porcentaje de empresas que esperan que el pago a proveedores baje en el próximo trimestre. La perspectiva para los precios de venta y su análisis también van por el mismo camino. Un 38,1% de las empresas afirman haber subido sus precios, lo que supone un leve descenso, de casi 3 puntos, con respecto al trimestre anterior. "Las tensiones alcistas en los precios se mantienen elevadas, pero hay señales incipientes de moderación tanto en el trimestre en curso como hacia el futuro", destacan en el informe.

Más datos que apoyan "lo peor ha pasado"

Los datos que muestra el informe del Banco de España son los primeros que recoge un organismo oficial para señalar que la inflación puede haber tocado techo. Aunque hay más indicios que apuntan en esta dirección. El precio de semiconductores, de fertilizantes y de contenedores para el transporte marítimo están descendiendo significativamente. Los tres componentes son clave para la industria, para los alimentos y para el comercio. La reciente caída significa que las cadenas de suministro y producción soportarán menores costes, lo que debería repercutir en una rebaja de los precios finales.

Los primeros indicios de una menor inflación, coincide con la ofensiva de los bancos centrales para frenar los precios. Al menos 60 bancos han elevado tipos en lo que va de año. El BCE es de los pocos que todavía no ha iniciado su particular escalada, aunque hoy debería sentar las bases de su nueva estrategia.

Hay más argumentos que pueden hacer pensar que lo peor de la última inflacionista ya ha pasado. Los precios a la producción alcanzaron sus máximos históricos a finales de 2021. Desde entonces no han parado de bajar. Teniendo en cuenta que China es la fábrica del mundo, cualquier ascenso en los costes de producción se traslada al resto de países, vía exportaciones.

Además, la desaceleración de la economía china se traducirá en un shock deflacionario para la demanda de toda la economía global. Es más probable que sea más significativo en los precios de las materias primas. China es el principal exportador de muchas de ellas, desde metales a alimentos. Bloomberg Economics calcula que una desaceleración de 1 punto porcentual en la producción industrial china puede reducir hasta 5 puntos porcentuales los precios mundiales del petróleo. China es el mayor comprador mundial de mineral de hierro y representó el 40% de la demanda mundial de cobre en 2020 y hasta el 30% de níquel, zinc y estaño.

Construcción y hostelería sufren más presión en los precios

El informe del Banco de España destaca del aumento del coste de los inputs energéticos está afectando negativamente a la actividad de casi el 80% de las empresas encuestadas, porcentaje similar a trimestres anteriores. Una caída de los precios energéticos debería rebajar más la presión inflacionista sobre las compañías.

La mejora que perciben las compañías españolas en las condiciones operativas por las tensiones inflacionistas todavía no la están notando los sectores de la construcción y hostelería. El porcentaje de empresas que declara que los precios en insumos y de venta está creciendo en este trimestre en ambos sectores. Precisamente, estos dos sectores están lastrados por la falta de mano de obra. El aumento es notable en la hostelería, donde casi el 50% de las empresas declara estar experimentando dichas dificultades, 13 puntos más que hace tres meses y, en menor medida, en la construcción, cuatro puntos más hasta el 45%.

El Banco de España también preguntan por el nivel que soportan en costes laborales y el que soportarán. Gran parte de este componente está influenciado por los salarios. El crecimiento de los sueldos es una de las preocupaciones de los economistas para que la inflación termine descontrolada, con los efectos de segunda ronda. En concreto, el 72% de las sociedades esperan que, en ese horizonte temporal, sus costes sean superiores a los actuales, 6 puntos menos que en el anterior trimestre. El porcentaje de empresas que esperan mayores costes laborales dentro de un año sigue siendo muy alto, del 67%, pero también tres puntos por debajo del trimestre pasado.

La facturación total aguanta

Los aumentos en el precio de los inputs son generalizados por tamaño de empresa, pero las de menos de 50 trabajadores declaran mayores presiones inflacionistas de costes, lo que estaría llevando también a mayores incrementos en el precio de sus productos.

Los expertos, también, destacan que la facturación está aguantando, pese al contexto inflacionista. El porcentaje de encuestados cuyas ventas han crecido en este período es del 29,7%, por encima del 27,1% del trimestre anterior. En cuanto a las perspectivas de corto plazo, algo más de la tercera parte de las empresas de la muestra anticipan aumentos adicionales de su facturación en el tercer trimestre. Por ramas de actividad, la facturación empresarial muestra una notable heterogeneidad, dicen los expertos.

Los mayores avances de la facturación en el segundo trimestre del año se están produciendo en las ramas de la hostelería, el transporte y el ocio, a las que se suma el sector de información y comunicación, que ha mostrado un comportamiento positivo desde el inicio de la crisis sanitaria. Por el contrario, la facturación se estaría reduciendo en la agricultura, la construcción y las actividades administrativas.

Las empresas también han sido preguntadas sobre las expectativas acerca del momento en que recuperarán el nivel de actividad de finales de 2019, antes de la llegada de la pandemia. En líneas generales, la incertidumbre para hacer previsiones se retrasa. Hasta cerca del 17% de las compañías que declaran que hay demasiada incertidumbre como para proporcionar una fecha aproximada. Dentro de las compañías que sí indican un momento concreto, se advierte un cierto retraso en la fecha prevista de recuperación del nivel de actividad prepandemia: la proporción del total de las empresas que esperan que ello ocurra después de 2022 ha subido hasta el 31%, casi 14 puntos más que a finales del año pasado. Por ramas, este porcentaje sigue siendo más elevado en las actividades de los servicios en las que la brecha de actividad respecto al nivel prepandemia es mayor, como la hostelería, y el ocio y entretenimiento.

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