Las proyecciones del Banco de España incluyen una nueva rebaja en la estimación de crecimiento de la economía para este año, principalmente, por las restricciones de Covid y de las tensiones generadas por la invasión rusa a Ucrania. En concreto, el recorte es de cuatro décimas dejando el PIB al 4,1%. Pero, lo más significativo es el mensaje de control de la inflación. Aunque eleva la previsión sobre la inflación subyacente, la que no incluye la volatilidad de alimentos perecederos y energía, de cuatro décimas al 3,2%; espera una significativa caída de aquí al final de año, teniendo en cuenta que el dato publicado por el INE de mayo roza el 5%.
Mientras el BCE ayer declaró la guerra a la inflación, las nuevas previsiones del Banco de España incluyen un mensaje de que lo peor ha pasado. "El grueso de la traslación de los aumentos recientes de costes a los precios de venta se haya producido ya, y, por otro lado, se asume que las demandas salariales responderán de forma limitada al repunte inflacionista, en consonancia con lo observado hasta la fecha, lo que evitaría que se desencadenen fenómenos de retroalimentación entre los crecimientos de los salarios y los precios finales", comentan los autores del Informe trimestral de la economía española.
Los grandes trazos, basados en números, apuntan a un alza de la inflación prevista en el promedio de 2022 y, en menor medida, de 2023. En concreto, la estimación de la inflación subyacente para 2022, pasa del 2,8% (prevista en las proyecciones del pasado mes de marzo) al 3,2%. También, el Banco de España eleva su previsión en cuatro décimas al 2,2% para 2023. Pese al empeoramiento del escenario, supone una rebaja significativa respecto a las últimas cifras del INE, que ha publicado hoy, que roza el 5%. De aquí a final de año se debe empezar a moderar los precios.
Los economistas justifican el alza en las previsiones de inflación subyacente por la sorpresa que supuso en el primer trimestre "la intensidad y persistencia del repunte de los precios" en alimentos y energía, motivada por la invasión rusa de Ucrania y la política de covid cero de China. Pero el escenario central del Banco de España apunta a que las "tasas de inflación se moderarán gradualmente a lo largo de los próximos trimestres". El organismo dirigido por Pablo Hernández de Cos se convierte de los primeros entes oficiales en contemplar una caída de la inflación a medio plazo. Ya hay datos que dejan entrever esta posibilidad. Precisamente hoy, también, defiende esta tesis en la Encuesta a las empresas españolas sobre la evolución de la actividad.
El Banco de España, además, ha rebajado a la baja su previsión de inflación armonizada para este año en dos décimas al 7,2%. En mayo, tocó el 8,7%. Y es que el organismo confía en una caída de los precios del componerte energético. Por un lado, espera que el precio del petróleo baje sobre los 105 dólares de promedio, frente a la cotización actual que supera los 120 dólares. Y por otro, la entrada en vigor del mecanismo ibérico para limitar el precio del gas y rebajar la factura de la electricidad que España y Portugal están acordando con la Comisión Europea, sugiere una fuerte desaceleración del componente energético de los precios en nuestro país a lo largo del período de proyección.
El Gobierno espera recortar la inflación hasta un 1% con el tope del gas
El propio Gobierno estima que las medidas para limitar el precio de la energía recorte la inflación hasta en un punto porcentual. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha estimado este jueves que el tope al precio del gas en el mercado ibérico contribuirá a reducir la inflación en España "alrededor de ocho décimas o un punto" en los próximos meses. En cualquier caso, el Banco de España subraya que el efecto se diluirá a lo largo de 2023. Es más, apunta a que el impacto sobre el IPC armonizado será del 0,5% en 2022.
Ayer, el Banco Central Europeo y su presidenta, Christine Lagarde, no fueron tan condescendiente con la inflación y describieron una escena de pesadilla, con los precios disparados a final de año cerca del 7%. El Banco de España en las proyecciones tienen en cuenta los temores de Frankfurt, pero lo incluyen en el apartado de riesgos, con un sesgo "a la baja para la actividad y al alza para la inflación, como consecuencia, sobre todo, de la incertidumbre acerca de los desarrollos de la guerra y de sus repercusiones económicas" por la guerra en Ucrania y sus consecuencias. También apuntan a la posible materialización de efectos indirectos y de segunda vuelta para la inflación. "En este sentido, cabe reseñar que, con datos hasta abril, los convenios colectivos firmados en nuestro país solo recogen un aumento moderado del incremento salarial pactado para 2022 hasta el 2,4%, frente al 1,5% pactado para 2021", muy por debajo del crecimiento de los precios.
Nuevos recortes en las previsiones de crecimiento
El Banco de España ha ofrecido cifras preliminares de crecimiento del PIB en el segundo trimestre. La economía española acelera ligeramente con un avance del 0,4%, frente al 0,3% del primer trimestre. Es la primera estimación sobre la evolución de la economía entre abril y junio, y suele coincidir con la cifra publicada por el INE, que está prevista para el próximo 29 de junio. El organismo advierte de que el dato "está sometido a un elevado grado de incertidumbre, ya que la información económica cuantitativa relativa a este es todavía limitada".
Hay que tener en cuenta que la economía española, desde principio de año, registra un importante frenazo respecto a 2021, por la invasión rusa a Ucrania y el impacto adverso de la cepa omicrón del coronavirus. España venía creciendo a un ritmo trimestral superior al 2%. Los economistas del Banco de España estiman que el PIB de 2022 aumentará un 4,1% frente al 4,5%, anterior. Y para el próximo año rebaja la previsión una décima al 2,8%.
La evolución prevista del PIB permitiría que la economía española recuperara el nivel de producto previo a la pandemia en la segunda mitad de 2023. En las previsiones de marzo, el hito no estaba contemplado hasta principios de 2024.