Por estos días ronda en internet un gran número de historias de independencia financiera de personas entre los 30 y 40 años que, de alguna manera, arrimados a técnicas y fórmulas económicas, logran anticipar su jubilación. Si bien esto parece imposible, la realidad es que se puede lograr en la medida que te prepares tus ahorros con anticipación.
Para ello, Kimmie Greene ha elaborado la 'Fórmula Greene', que determina el dinero que debes tener ahorrado a los 30, a los 40 o a los 50 años para poder garantizar tu edad adulta. Este método se basa en la función de la edad que tenga la persona y el salario bruto anual que reciba esa persona.
"Si comienzas a ahorrar a los 20 años con el objetivo de jubilarte a los 40, deberás aspirar a ahorrar e invertir al menos el 50% de cada pago para alcanzar su objetivo: que a los 30 años se tenga ahorrado el 100% del sueldo anual. También debe destinar al menos una parte de las bonificaciones u opciones sobre acciones a su creciente fondo de jubilación", explica la analista en un artículo publicado en CNBC Make It.
Greene afirma que cada cinco años de trabajo la persona debe ahorrar un sueldo anual bruto: a los 35 debe tener el doble, a los 40 el triple, a los 45 el cuádruple, a los 50 el quíntuple, a los 55 el séxtuple, a los 60 el séptuple y en los 65, cuando se acerque la edad de jubilación, llegar a tener ocho veces el sueldo anual ahorrado. La analista, sin embargo, explica que los plazos es posible que no se cumplan con rigurosidad, pero que una entrada de ingresos, tipo herencia, aumento salarial, puede compensar los años malos de ahorro.
Jubilación anticipada
Para hacer efectiva la fórmula, Greene recomienda que la jubilación anticipada sea el punto referencial desde los inicios de la carrera profesional y que en base de ello exista una orientación de lo que se pretende ganar y el estilo de vida.
"Es difícil decir: sí, quiero hacer esto a los 40 años, porque vas a necesitar un trabajo que tenga un salario que no solo cubra tus gastos, sino que te deje dinero extra para ahorrar. Si bien siempre hay excepciones a la regla, asumir un objetivo tan agresivo significa filtrar todas las demás decisiones a través de ese objetivo: ¿Quieres vivir en una ciudad cara como San Francisco o en una más económica como St. Louis?", plantea la experta.