
El discurso inesperado del primer ministro de China, Li Keqiang, admitiendo los problemas económicos del país, ha dejado entrever tensiones políticas en la cúpula del Partido Comunista. Algunos analistas apuntan a detalles que revelan un enfrentamiento entre el presidente Xi Jinping y el número dos por la estrategia de covid cero, que está dañando la economía del país.
China está confusa con sus altos líderes. Los mandos intermedios, que conforman el enorme aparato burocrático y político del gigante asiático, no tienen claro qué medidas adoptar para superar la doble crisis sanitaria y económica que está golpeando al país. Mientras el presidente Xi Jinping está presionando a las autoridades para erradicar en su totalidad los casos de covid, parte del Gobierno, con su primer ministro a la cabeza, Li Keqiang, está obligando a jefes provinciales a cumplir con los objetivos económicos marcados por el partido.
El dilema está llevando a la parálisis dentro del régimen chino, publica Bloomberg, citando a gobiernos y funcionarios locales, que denuncian la ausencia de un mensaje claro por parte del Gobierno y de la cúpula del partido. Si algo caracteriza a China es su unidad política, como régimen que tiende a la autocracia, y disciplina para cumplir órdenes.
Rara vez los líderes chinos sorprenden con intervenciones no previstas en la agenda diseñada con mucha antelación por el Partido Comunista y el Gobierno. La intervención de Li Keqiang, a través de una multitudinaria videoconferencia con mandos intermedios del aparato chino, fue una de ellas. La reunión fue organizada por el Consejo de Estado, la autoridad máxima de la administración del Estado, y encargada de implementar las medidas que emanan del Partido Comunista. Li Keqiang no escondió la preocupación por el impacto económico que está teniendo los rebrotes de coronavirus. "Las dificultades en marzo y abril han sido en algunos aspectos mayores que las experimentadas en 2020, cuando comenzó la pandemia", citan las palabras del líder las agencias chinas. Y pidió compatibilizar las duras medidas de contención con la estabilización económica y del empleo.
El Partido Comunista fijó un objetivo de crecimiento de "alrededor del 5,5%", pese a parecer muy ambicioso, en el actual contexto, es el más bajo jamás establecido. Fue fijado antes de la última oleada de cierres de Shanghai, que han devastado el consumo. Li Keqiang habló de un golpe superior a 2020, cuando la economía China creció a un ritmo del 2,2%, el más bajo desde 1976.
La preocupación del Ejecutivo chino está concentrada en el aspecto económico, lejos de la política de covid cero. El discurso de Li Keqiang no tuvo ninguna fisura crítica, pero el énfasis en impulsar la economía tiene difícil encaje con los duros cierres de ciudades. Algunos funcionarios que asistieron a la reunión entendieron que la prioridad está ahora en reactivar la economía, pero reconocen que su trabajo para empujar la apertura de fábricas tiene poco sentido si se encuentran con un brote de covid y están obligadas a cerrar las instalaciones.
Un detalle significativo fue la ausencia en la cita de los altos cargos provinciales del Partido, más ligados al aparato político de Xi Jinping. Para algunos asistentes está claro que la prioridad de estos cargos sigue siendo el frente sanitario, por encima de la economía. Li Keqiang mostró una frustración "palpable" por la falta de implementación de las medidas económicas impulsadas en los últimos meses, destinadas a impulsar la producción industrial, apunta Trey McArver, cofundador de la firma de análisis Trivium China.
En mayo, muchos indicadores apuntan a una contracción de la economía
"Li Keqiang está en una posición imposible de intentar rescatar la economía sin poder relajar la estrategia de covid cero, que está causando un inmenso daño económico", explica el experto. Hay mucho en juego entre los altos cargos del Partido Comunista. A finales de año, se celebra el gran cónclave de cada cinco años para elegir líder y renovar puestos claves. Hay pocas dudas de que Xi Jinping saldrá reelegido, pero el resto de cargos no tiene garantizado puesto y cualquier paso en falso en la gestión del covid o la economía le puede dejar fuera de posiciones claves.
Los últimos datos oficiales mostraron una contracción en la producción industrial por primera vez desde 2020 y un salto en la tasa de desempleo encuestada al 6,1% en abril, cerca de un récord. Los datos de alta frecuencia de mayo mostraron que la economía se mantuvo en una profunda caída, según el índice de indicadores adelantados de Bloomberg.
Li Keqian puso de ejemplo en su intervención los descensos registrados en indicadores como el empleo, la producción industrial, el consumo energético y el transporte de mercancías y urgió a "realizar esfuerzos para mantener la economía en marcha a un nivel adecuado. Ya hay casas de análisis que han revisado las previsiones de crecimiento para el gigante asiático al 2%.
Li Keqian está irrumpiendo como una figura más realista y pragmática sobre los retos que afronta China
El aparato mediático del partido está obviando el declive económico del país y el impacto de las medidas anticovid. Los mensajes destacados de Xi Jinping giran alrededor de la lucha contra el coronavirus, pero sin abordar los problemas de la economía.
Li Keqian está irrumpiendo como una figura más realista y pragmática sobre los retos que afronta China. Joerg Wuttke, presidente de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China, explica que el primer ministro "despertó" cuando algunos delegados compartieron sus frustraciones por la política de covid de China, en un evento del Departamento de Comercio Exterior, con empresarios extranjeros y diplomáticos.
"Tras el discurso de Xi Jinping, Li Keqian sea cercó a nosotros y nos preguntó cómo estábamos y cómo iban los negocios", indicó Wuttke. "Fue un gesto muy positivo, el hecho de cruzar la calle y hablar con nosotros fue impresionante".
Los responsables de la banca local, según Bloomberg, dicen que reciben presiones para cumplir con los objetivos de concesión de préstamos, pero las empresas que cumplen con los requisitos son reacias a pedir créditos dada la perspectiva incierta de la economía. Desde fuera de China, el realismo del discurso de Li Keqian también ha sido aplaudido. "Fue increíblemente importante para ajustar las expectativas a una posición más creíble", subraya James Sullivan, analista de JP Morgan. Puede ser un punto de inflexión para la política de covid cero.