
Las autoridades de Shanghái divulgaron ayer sus planes para poner fin al doloroso confinamiento relacionado con el virus Covid-19, que ha durado más de seis semanas y ha afectado gravemente a la economía china, y para volver a una vida más normal a partir del 1 de junio.
En el calendario más probable hasta la fecha, el teniente de alcalde Zong Ming dijo que Shanghái se reabriría por etapas, con restricciones de movimiento que se mantendrán en gran medida hasta el 21 de mayo para evitar un repunte de las infecciones, antes de una flexibilización.
"Desde el 1 de junio hasta mediados y finales de ese mismo mes, siempre que se controlen los riesgos de un repunte de las infecciones, aplicaremos plenamente la prevención y el control de la epidemia, normalizaremos la gestión y restableceremos plenamente la producción y la vida normales en la ciudad", dijo.
Sin embargo, el anuncio fue recibido con escepticismo por algunos residentes de Shanghái, que se han visto decepcionados en repetidas ocasiones por los cambios en los calendarios para el levantamiento de las restricciones.
Miedo a otra contracción
El bloqueo total de Shanghái y las restricciones ligadas al Covid para cientos de millones de consumidores y trabajadores en docenas de ciudades de China han infligido dolor económico en toda una serie de sectores, lo que aumenta los temores de que la economía se contraiga en el segundo trimestre.