El Ministerio de Igualdad tiene marcado en el calendario el 17 de mayo como el día en que pretende llevar al Consejo de Ministros la aprobación, en primera lectura, de la reforma de la ley del aborto en la que además de ampliar la autonomía de las menores para la interrupción del embarazo se plantearían medidas como la baja laboral por dolores de regla o la supresión del IVA a los productos de higiene femenina.
El texto incluye varias medidas relacionadas con la salud sexual y reproductiva de las mujeres, como la mejora en la atención, un avance en el reconocimiento del permiso maternal preparto (un mes antes) o actuaciones para prevenir y erradicar la violencia ginecobstétrica.
Sin embargo, ha tenido especial trascendencia la propuesta de aprobar una baja laboral de tres días por dolores de regla severos para que las mujeres con este cuadro médico se queden en casa o puedan acceder a una jornada laboral flexible.
La medida no ha quedado libre de polémica ante las críticas de algunos sectores. La delegada de Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha indicado que si el Estado se ocupa de estas bajas, los empresarios no la podrán ver como algo discriminatorio para la mujer. De todos modos, no ha querido desvelar el contenido del texto, por lo que no confirma que se incluya aunque esté siendo valorada.
Sí ha destacado Rosell que con esta iniciativa, el Gobierno está "instalando por primera vez en la opinión pública" los "términos de buen trato" en la medicina obstétrica y ginecológica, así como "la pobreza menstrual".
IVA cero a compresas y tampones
Y es que la ley también propone abordar el IVA de los productos de higiene femeninos como compresas o tampones, actualmente en el 10%. Mientras la promesa (de momento incumplida) ha sido rebajarlo al nivel superreducido (4%) que tienen otros productos básicos, la reforma de la ley de aborto apuesta por suprimir el impuesto en su totalidad en estos productos de primera necesidad para la mayoría de mujeres.
"Siguen siendo enormemente costosos", indicó la ministra. En este sentido, el estudio 'Equidad y Salud Menstrual' del Instituto Universitario de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol i Gurina, puso cifras a la pobreza menstrual e indicó, entre otras cuestiones, que el 22% de las mujeres y personas que menstrúan en España no ha podido acceder a artículos sanitarios alguna vez por el precio.
Según la responsable de Igualdad, Irene Montero, con esta norma, "la salud menstrual pasará a ser un estándar determinante a la hora de valorar el acceso a la salud de las mujeres, y garantizarla será una obligación del Estado y los poderes públicos".
El texto también aborda el desarrollo de una píldora anticonceptiva masculina para que las mujeres no sean las que siempre asuman esta responsabilidad, y prevé contemplar la gestación subrogada como violencia contra la mujer.
Más autonomía, sistema de objeción de conciencia y fin del plazo de reflexión de tres días antes de abortar
Ya en febrero, Montero adelantó gran parte del contenido de esta iniciativa durante su comparecencia ante la Comisión de Igualdad del Congreso.
Entonces destacó medidas como el acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) a las menores de 16 y 17 años de forma "autónoma" o la creación de un sistema para la objeción de conciencia como el que se aplica en la ya aprobada de la Ley de Eutanasia para que en los servicios de ginecología y obstetricia de los centros públicos (las clínicas privadas se quedarán como apoyo, serán los hospitales públicos quienes asuman de manera generalizada estas intervenciones) se garantice esta práctica. Todo, indicó, respetando "escrupulosamente" el "derecho constitucional" a la objeción de conciencia", pero haciéndolo "escrupulosamente compatible con el derecho de las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos".
Así, la reforma recoge que será la mujer quien decida el método de interrupción y en el centro de salud le darán la información necesaria para poder tomar esa decisión. También se eliminará la obligación de reflexión de tres días.