
El empresario más rico del mundo también libra su propia guerra contra Rusia. Los ingenieros de Starlink, uno de los negocios de Elon Musk, tratan de impedir que los hackers rusos inhabiliten los satélites de la compañía estadounidense, uno de los principales proveedores de internet en los territorios arrasados por la guerra.
"Starlink ha resistido hasta ahora los intentos de interferencia y hackeo de la ciberguerra rusa, pero están intensificando sus esfuerzos", tuiteó Musk a última hora de este martes.
Starlink es una división de su compañía aeroespacial SpaceX y su objetivo es llevar internet a zonas remotas donde no hay cobertura por cable. Como el sistema funciona a través de más de 2.000 satélites que orbitan alrededor de la Tierra, la empresa puede suministrar internet incluso a zonas bombardeadas donde la red local haya sido destruida, como ocurre en muchas partes de Ucrania desde que fuese invadida.
Pero no solo sirve de alternativa cuando la red física ha sido destruida, sino como herramienta para evitar los ciberataques rusos. Según un informe de Microsoft, desde que comenzó la guerra, Rusia ha realizado 237 ataques informáticos, dos de ellos a proveedores de internet, con el objetivo de "interrumpir el acceso de la población a la información fiable y a servicios vitales, así como para minar la confianza en los dirigentes del país".
Este martes también se ha conocido que Rusia fue la responsable de un muy potente ataque informático a gran escala que tuvo lugar horas antes del comienzo de la invasión, el 24 de febrero, que dejó sin internet a cientos de miles de ucranianos y europeos. El malware, llamado AcidRain -lluvia de ácido- lo sufrió la compañía de internet estadounidense Viasat y llegó incluso a fulminar miles de routers de internet que no pueden ser reparados.
En este contexto de agresividad cibernética sin precedente, el siguiente objetivo de los rusos es la compañía de Elon Musk, que ha pasado a tener más de 150.000 usuarios en Ucrania desde que comenzó la guerra por la seguridad que ofrece su sistema.
De hecho, su cortafuegos ha sido incluso reconocido por el ejército estadounidense. Dave Tremper, al mando de la guerra cibernética en la oficina del secretario de Defensa, dijo en una conferencia en abril que la respuesta de Musk a los hackers le dejó "asombrado". "Metieron una línea de código y el ataque quedó inoperativo", añadió.
Starlink es imprescindible para Ucrania
Para poder conectarse a estos satélites, es necesario un pequeño kit compuesto por una antena que solo comercializa la empresa de Musk, y en las últimas semanas ha enviado 5.000 de ellos a Ucrania a través del Gobierno de estadounidense.
El ministro de Transformación Digital de Ucrania, Mykhailo Fedorov, el responsable de que esta tecnología llegase a Ucrania, ha reiterado que este servicio es ahora "esencial" para su país.
"¿Es Starlink necesario?", preguntó Federov en su cuenta de Twitter a finales de abril, y explicó que en este momento sería imposible restaurar una conexión por cable de 10 kilómetros de distancia que había sido destruida en el noreste del país. "Otro caso: el proveedor de internet Baryshivkanet devolvió la conexión a la red en cinco pueblos utilizando solo un satélite".