Dentro del concepto de "libertad de expresión" cabe mucha gente, por eso cuando el nuevo duelo de Twitter, Elon Musk, anunció que quería liberalizar la plataforma y acabar con la "censura" todo el mundo pensó lo que acaba de confirmar; Trump va a volver a Twitter.
Mientras que la compra de Twitter todavía no se finalizado del todo, algo muy gordo tendría que pasar para que Elon Musk no se convirtiera en el próximo dueño de la plataforma. Todavía se tienen que resolver algunas cuestiones importantes sobre el futuro funcionamiento de la app, y en el mejor de los casos la compra se cerraría entre 2 y 3 meses.
Durante la entrevista online que ha hecho el magnate con el Financial Times, también fue preguntado por sus motivaciones para comprar la plataforma, donde aseguró que su objetivo no es recibir elogios, sino "equilibrar la ira" entre la extrema derecha y la extrema izquierda. Ya que, según él, hasta ahora en la plataforma había un sesgo que tiraba hacia la izquierda.
Acto seguido fue preguntado por las prohibiciones en Twitter. Pero antes es necesario retroceder un poco para recordar que Musk dijo que la libertad de expresión llegaba hasta donde llegaba la legalidad, aunque ahora parece haber cambiado de opinión y dice que si un tuit es "malo o equivocado" se podrá borrar o hacer invisible.
Musk también argumentó que la suspensión de cuentas permanentes solo se debería hacer a bots y estafadores y añadió "Creo que no fue correcto prohibir a Donald Trump. Fue un error, alienó a una gran parte del país" para después confirmar aquello que todos esperaban "Creo que daría marcha atrás a la prohibición".
El dueño de Tesla dijo que no es el único que piensa así, y que, hasta el propio Jack Dorsey, fundador y exCEO de Twitter, está de acuerdo con él. Musk explicó que vetar a Trump fue una "decisión moralmente mala" y "extremadamente insensata" y que, en el caso del 6 de enero (Cuando miles de personas asaltaron el Capitolio alentados por el expresidente; lo cual derivó en la expulsión de este de Twitter) con una suspensión temporal habría bastado, el veto definitivo fue un error.
Podemos hablar de que posiblemente esta sea la primera contradicción de Elon Musk en su nueva etapa como dueño de Twitter, aunque podemos estar seguros de que no será la última ya que, como sabemos todos tuitear cualquier cosa desde el sillón de casa sin ninguna responsabilidad es muy fácil, pero cuando eres quien tiene el poder de decisión obre una plataforma con millones de usuarios cada paso que das va a ser cuestionado.