Economía

Sri Lanka suspende temporalmente el pago de su deuda externa, que asciende a 20.000 millones

  • En dos años, sus reservas han caído un 70%, hasta los 2.310 millones
  • Está negociando un acuerdo con el FMI
Colombo, capital de Sri Lanka. Foto: Dreamstime

Los problemas de liquidez de Sri Lanka han llevado al gobierno del país asiático a suspender temporalmente el pago de su deuda externa, que ascendía a 20.000 millones de dólares a finales de 2021. Sri Lanka se enfrenta a una grave crisis económica y política, con unas reservas cada vez más escasas, una inflación desbocada y unos ciudadanos que manifiestan su descontento y desesperación en las calles de la capital.

En los dos últimos años, las reservas de divisas de la nación del océano Índico han caído un 70%, hasta alcanzar los 2.310 millones de dólares, cantidad con la que debe hacer frente al pago de una deuda total de hasta 7.000 millones de dólares, incluidos 1.000 millones de dólares de pagarés que vencen en julio. Actualmente, esos bonos cotizan a sólo 0,46 dólares.

El Gobierno presidido Gotabaya Rajapaksa ha decidido responder a esta situación con una medida que afecta a "todos los bonos en circulación en los mercados de capital internacionales, todos los créditos bilaterales (de gobierno a gobierno), excepto las líneas de intercambio entre el Banco Central de Sri Lanka y un banco central extranjero". Asimismo, quedan suspendidos los pagos de "todos los acuerdos de préstamo denominados en moneda extranjera de líneas de crédito con bancos comerciales o prestamistas institucionales", en los que Sri Lanka es el deudor o garante. Según un comunicado del Ministerio de Finanzas que recoge la Agencia EFE, el objetivo es reestructurar sus pagos y acometer "un programa de ajuste económico respaldado por el FMI".

A mediados de marzo, el anuncio del decimoséptimo paquete de rescate financiero de Sri Lanka estimuló un repunte de los bonos del país. Según los datos recopilados por Bloomberg, el bono offshore con vencimiento en 2030 subió a 0,49 dólares desde el mínimo histórico de 0,389 dólares del 9 de marzo, mientras que la probabilidad de impago a un año bajó al 18,2% desde el 31,3% de finales de diciembre. Sin embargo, el incremento de los precios de los alimentos y la energía y la inestabilidad política y social propiciar de nuevo la caída de los bonos e hicieron que la rupia de Sri Lanka se convirtiera el 1 de abril en la moneda con peor rendimiento del mundo al desplomarse hasta un mínimo histórico de 300 por dólar.

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