Economía

La fuga de cerebros de Rusia podría ser el problema más importante para su economía

  • Más de 70.000 científicos se han marchado desde 2010
  • Las sanciones occidentales agravarán la situación
  • Rusia ya está creando un paquete de medidas
Vlad?mir Putin, presidente de Rusia | Foto: Dreamstime

La fuga de cerebros en Rusia es un problema que ya va camino de alcanzar las tres décadas. Sin embargo, el frente abierto del país en Ucrania ha provocado severas sanciones por parte de Occidente, castigos que han agravado la situación del capital humano ruso.

Vladímir Putin, presidente de Rusia, se ha visto obligado a reunir a su ejecutivo para elaborar un paquete de medidas que palíe el impacto de la fuga de cerebros en el país, y es que cerca de 2 millones de personas han abandonado el territorio desde que el actual mandatario asumiese la presidencia en 1999.

Según datos de la Academia Rusa de Ciencias, casi 50.000 científicos abandonaron el país entre 2014 y 2019, y otros 20.000 entre 2010 y 2013.

Una cifra que los expertos prevén que se incrementará drásticamente tras el bloqueo occidental a Rusia, que ya está lastrando la economía del país. De hecho, el rublo ya ha caído un 30% y las tasas de interés se han disparado hasta el 20%.

Por este motivo, la cuestión no radica en si los trabajadores más cualificados se van a ir, sino cuándo se van a ir, tal y como explica a Insider Oleg Itskhoki, profesor de economía de la Universidad de California en Los Ángeles.

Rusia limita la salida de ciudadanos de Rusia

Con vistas en el futuro cercano, Putin ha tomado una primera medida para que la fuga de cerebros no se agrave: los ciudadanos no pueden salir de Rusia con más de 10.000 dólares. Esto ocurre en un momento en el que miles de personas han abandonado el territorio desde que se inició el conflicto armado.

La gran mayoría de estos migrantes responden a la definición de clase alta y media. Es decir, aquellos que se lo pueden permitir.

¿Cómo afectarán las sanciones a Rusia en la fuga de cerebros?

Las sanciones occidentales han disparado contra uno de los pilares de cualquier economía, la banca, aislando financieramente a Rusia. Además, estos países han restringido el acceso de las aerolíneas rusas a su espacio aéreo, situación a la que hay que sumar que hasta 33 compañías de vuelo han dejado de vender billetes a Rusia.

Esto deja a Rusia en una situación muy delicada, en la que las grandes empresas extranjeras probablemente abandonen el territorio, acabando con decenas de miles de empleos. Sin embargo, la pieza clave de estas empresas, el talento ruso, simplemente podría marcharse junto con estas compañías.

Por otro lado, el bloqueo político, académico y cultural llevaría a los jóvenes a encontrarse en una difícil situación, en la que solo podrían encontrar empleo en Rusia, donde desde hace más de 12 años se presenta un crecimiento económico plano y las oportunidades para los recién egresados son más bien pocas.

La fuga de cerebros se remonta al periodo postsoviético

Cabe destacar que esta fuga de cerebros se remonta a la década de 1990, en el periodo postsoviético. La globalización, la economía de mercado que invadía Occidente y la facilidad de movimiento entre fronteras de los trabajadores provocó que decenas de miles de rusos empezarán a abandonar su tierra.

En tan solo una década, Rusia había perdido a cerca de 30.000 trabajadores cualificados, talento que se fugo, en gran parte, a EEUU.

Además, en este mismo periodo, no solo se marcho el empleado ya formado, sino aquel que quería cualificarse. En esta década, el número de estudiantes rusos en las universidades estadounidenses aumentó de 1.000 a 8.000 alumnos, según el Instituto de Educación Internacional de EEUU.

Mientras que en el resto del mundo, el número de estudiantes rusos en universidades extranjeras paso de 13.000 a 18.000, tal y como demuestran los datos de la UNESCO.

Sin embargo, hay un aspecto diferenciador entre estas dos generaciones de migrantes: su alineación con el Kremlin.

Mientras que los rusos que salían de su país a principios de los noventa representaban a una facción opositora al ideario ruso del momento, los migrantes actuales están alineados con el gobierno de Putin y muestran su aprecio hacia la cultura política del país.

¿Por qué el talento huye de Rusia?

Durante estos años, la fuga de cerebros ha actuado como un goteo, dejando caer uno a uno a miles de rusos cualificados. La decisión de abandonar su tierra responde a diversos motivos.

Según una encuesta realizada por el Centro de Relaciones Internacionales de EEUU, los rusos que emigraron a Norteamérica para trabajar abandonaron su país por:

- Salarios bajos: 76%

- Disminución del prestigio del trabajo intelectual: 53%

- Falta de oportunidades para realizar el potencial científico: 50%

- Malas perspectivas profesionales: 19%

- Amenaza de estallido social: 40%

- Ansiedad por el futuro de los niños: 35%

- Inestabilidad económica, amenaza de desempleo: 35%

¿Putin puede resolver el problema?

Putin admitió en una entrevista con la agencia de noticias rusa TASS que, a pesar de que la fuga de científicos y profesores universitarios había disminuido durante los últimos años, siguen migrando a los países en los que los sueldos son más altos.

Por este motivo, el Kremlin tiene que idear un paquete de medias concreto que aborde el problema. "Ahora hemos desarrollado un sistema de apoyo de subvenciones muy grande para el sector tecnológico", dijo Putin.

Además, el presidente ruso barajó dos posibilidades. En primer lugar, la solución del ejecutivo pasa por cerrar el país como en la época soviética e imponer obligaciones estos trabajadores o, como segunda opción, pagarles más.

Por otro lado, el gobierno ruso, además de retener el talento, pretende traer de vuelta a todos estos profesionales fugados.

Atendiendo a las medidas concretas que baraja Rusia, la iniciativa contraria con la creación de subvenciones para realizar trabajos académicos e investigaciones, exenciones fiscales, reducción de la presión administrativa y eliminación de las trabas burocráticas.

Sin embargo, esto podría no ser suficiente para solventar el problema, en tanto que un 85% de los estudiantes rusos pretender salir a buscar oportunidades fuera de sus fronteras, según un informe de Future Today.

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