
Los hogares en Reino Unido serán 'premiados' por reducir el uso de electricidad durante los momentos de máxima demanda. En un intento de la operadora eléctrica National Grid y el grupo de energía renovable Octopus Energy por garantizar un suministro de energía durante todo el día, ofrecerán a los clientes descuentos si realizan un consumo menor del habitual durante dos horas al día.
Los 1,4 millones de clientes con medidores inteligentes de Octopus recibirán descuentos de 35 peniques (41 céntimos de euro) por cada kilovatio-hora en sus facturas si reducen el consumo de energía entre un 40% y un 60% por debajo de los niveles habituales entre las 9 y las 11 horas de la mañana o entre las 16:30 y 18:30 de la tarde.
Entre el 11 de febrero al 31 de marzo se hará una prueba para determinar si cambiar las horas de la demanda de energía en los hogares puede ayudar a equilibrar el consumo de la red eléctrica y, por tanto, reducir el coste. Según publica The Guardian, los hogares serán informados de la hora de 'prueba' antes de las 16:00 horas del día anterior a para que decidan si quieren participar o no. Desde Octopus prevén que colaboren en torno a 100.000 hogares.
Para evitar los picos, National Grid busca la manera de evitar que las necesidades domésticas se concentren cuando los ciudadanos terminan de trabajar, que es cuando se ponen lavadoras, lavavajillas... o en un escenario más propio del futuro, cuando se cargan los coches eléctricos. Es decir, se busca el equilibrio entre la oferta y la demanda en las horas de más presión energética.
"Esta prueba proporcionará información valiosa sobre cómo los proveedores pueden utilizar la flexibilidad para ayudar a reducir el estrés en el sistema durante la alta demanda", ha indicado Isabelle Haigh, directora de control nacional de National Grid.
Prepararse para un futuro eléctrico
El piloto también ayudará a recopilar datos que la operadora podría utilizar para alcanzar su objetivo de operar una red eléctrica con cero emisiones de carbono para 2035.
La previsión de futuro apunta a que la demanda se duplicará para 2050 (fin del plazo que se ha impuesto Reino Unido para cumplir con la promesa de ser una economía neta en carbono cero) a medida que se vayan electrificando sectores como el transporte, la industria o la calefacción doméstica.