Tras más de dos años de negociaciones, el Gobierno de Argentina ha logrado acordar con el FMI un plan de reestructuración de la deuda multimillonaria que el país contrajo con la institución internacional en 2018. El pacto cerrado hoy dará a Argentina dos años y medio de margen para reorganizar su economía antes de reiniciar en 2026 la devolución de los 45.000 millones de dólares (40.407 millones de euros) que el país debe al Fondo.
Según explicó el ministro de Economía, Martín Guzmán, el acuerdo supone que el Gobierno se compromete a equilibrar sus gastos presupuestarios para 2025: pasará de un déficit del 2,5% este año a uno del 0% para entonces. El objetivo de este punto es frenar la emisión monetaria, ya que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) financia el déficit del Gobierno con la impresión de nuevos pesos. Este círculo vicioso ha provocado una inflación disparada, que ha superado el 50% anual en dos de los últimos cuatro años, lo que está detrás de los grades desequilibrios macroeconómicos que sufre el país, como la fuga de capitales, el mercado negro de cambios o la devaluación permanente del peso.
"El acuerdo fue poder tener una política fiscal que no inhiba la recuperación, con el gasto creciendo en forma moderada, es decir, se logró sin que haya políticas de ajuste. Y se planteó una corrección fiscal: para el año 2022 un déficit de 2,5%; en 2023 del 1,9% del y 2024 del 0,9%", explicó Guzmán. El BCRA, por su parte, bajará su entrega de dinero al Gobierno: de un 3,7% en 2021 a un 0% en 2024. "El plan es converger a una situación en la que no haya más financiamiento sistemático", afirmó. "Para apuntar la reducción fiscal, se fortalecerá la administración tributaria para reducir la evasión y el lavado de dinero".
Otra de las condiciones del FMI es poner punto y final al llamado cepo cambiario, que limita la cantidad de pesos que los ciudadanos pueden cambiar por dólares u otras divisas, y mantiene artificialmente sobrevalorada a la moneda. "La idea es tener una estructura de tasas de interés reales positivas para tener mayor estabilidad financiera y cambiaria", aseguró. El expresidente Mauricio Macri ya intentó levantar el cepo usando el dinero que le prestó el fondo, pero un frenazo en la reducción del déficit y la posterior victoria electoral del actual mandatario, Alberto Fernández, llevaron a los mercados a un estado de pánico que obligó a reintroducir los controles.
Durante los 30 meses del acuerdo, el FMI realizará 10 controles trimestrales para comprobar que se estén cumpliendo los compromisos. Si da su visto bueno, la institución pagará a Buenos Aires una cifra similar a la que firmó Macri, de 45.000 millones, con la que cancelar la deuda anterior. Este nuevo crédito tendrá un vencimiento de 10 años a partir de 2026.
Fin a los subsidios generalizados
Guzmán destacó que el acuerdo no implica la obligación de privatizar empresas o hacer recortes en pensiones o gasto público. Lo que sí piden es poner coto a la política de subsidios generalizados a la energía. "Es importante destacar que [el acuerdo] también permitiría aumentar el gasto en infraestructura y ciencia y tecnología, y protegería programas sociales específicos. Acordamos que una estrategia para reducir los subsidios a la energía de forma progresiva será esencial para mejorar la composición del gasto público", dijo el FMI en un comunicado.
El principal compromiso firme exigido por el FMI es poner fin a la inflación y la emisión descontrolada de dinero. "Va a ser importante el trabajo entre el sector público y el privado en dos años para que los acuerdos de precios ayuden a anclar expectativas y para que las políticas de precios e ingresos redunden en un aumento del poder adquisitivo", dijo el ministro.
El acuerdo irá ahora al Congreso para ser ratificado. Fernández perdió su mayoría en las elecciones legislativas del pasado noviembre y la nueva mayoría exhibió músculo el pasado 17 de diciembre, poco después de tomar posesión, tumbando los Presupuestos del Gobierno. Aun así, las primeras señales de la coalición 'macrista' ya indican que el texto será aprobado sin grandes problemas.