Teresa Bouza
Washington, 8 dic (EFECOM).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) y su institución hermana, el Banco Mundial (BM), se embarcaron este año en un profundo debate con el que buscan reformarse para adaptarse mejor a la realidad actual.
Los aires de cambio llegan algo más de seis décadas después de su fundación, allá por el año 1944, cuando las dos instituciones iniciaron su andadura, con el objetivo de ayudar a reconstruir una Europa asolada por la Segunda Guerra Mundial y, en el caso del Fondo, supervisar la estabilidad del sistema cambiario.
Posteriormente, adquirieron nuevas funciones, al erigirse en guardianes del desarrollo económico y la estabilidad financiera.
Pero tanto el Fondo como el Banco han visto reducirse su lista de cometidos, a medida que el funcionamiento de mercados e instituciones financieras ha ido mejorando.
De ahí que este año hayan decidido agarrar el toro por los cuernos e iniciar una renovación con la que buscan seguir siendo relevantes.
Los vientos innovadores han soplado con especial fuerza en el seno del FMI, que inauguró de forma oficial su proceso de reforma durante la cumbre anual conjunta con el Banco Mundial que se celebró en septiembre pasado en Singapur.
Durante el encuentro, el Fondo aprobó dar algo más de peso en el organismo a China, México, Turquía y Corea del Sur, los países con menor representación en virtud de su Producto Interior Bruto (PIB).
Además, se comprometió a seguir con la reforma para que el mundo en desarrollo tenga mayor voz y representación en la entidad.
El Fondo daba así respuesta a sus muchos críticos, que lo acusan de haber perpetuado la estructura de poder que había tras la Segunda Guerra Mundial, muy distinta de la realidad económica actual.
La misión del Banco de dar dinero a los pobres y consejos sobre cómo gestionar sus economías, también ha sido cuestionada.
Conservadores de todo el mundo dicen que ese enfoque crea más problemas de los que soluciona, mientras que la izquierda se queja de que los países en desarrollo no obtienen suficientes fondos y de que no hay suficiente control sobre cómo se gasta el dinero.
Para despejar las dudas sobre el destino final de sus préstamos y donaciones, el organismo dirigido por el que fuera "número dos" del Pentágono, Paul Wolfowitz, impulsó este año una agresiva campaña para luchar contra la corrupción en los países pobres.
El plan ha ido acompañado de una buena dosis de polémica.
El aparente secretismo de Wolfowitz y su tensa relación con varios miembros del Consejo Ejecutivo del Banco, como Gran Bretaña o Francia, que lo han criticado por actuar de forma unilateral, quedaron de manifiesto en Singapur, donde tuvo lugar un auténtico tira y afloja de última hora antes de que éste recibiese un "sí" condicional a su proyecto anticorrupción.
Según lo acordado en Singapur, Wolfowitz podrá seguir adelante con su campaña, pero bajo la mirada atenta del Consejo Ejecutivo, que supervisará de cerca la implementación de la nueva estrategia.
A parte de esas desavenencias, el Banco se esfuerza también por mantener su protagonismo en los países de ingresos medios, para los que el acceso a préstamos no es un gran problema.
Más allá del BM y el FMI, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) completó su proceso de transición, al cumplirse en octubre el primer año de la llegada a la entidad de Luis Alberto Moreno.
El nuevo presidente busca, según sus propias palabras, convertir al BID en un organismo más ágil, capaz de responder más rápido a las necesidades de sus clientes.
La institución quiere reforzar el protagonismo del sector privado, para lo que autorizó este año una ampliación del límite máximo para los préstamos sin garantía soberana para empresas privadas o mixtas y para gobiernos regionales y locales, de hasta el 10 por ciento de las obligaciones financieras del BID.
Además, aumentó el techo para esos préstamos y garantías de crédito de 75 millones de dólares por operación, a 200 millones.
Los países miembros del BID acordaron también llevar a cabo en 2007 un perdón de deuda para Honduras, Nicaragua, Bolivia, Haití y Guayana, los países más pobres de América, aunque no han definido aún el monto total de la condonación. EFECOM
tb/mla/rl
Relacionados
- Fondo Monetario Internacional elogia política económica de Rusia
- El Fondo Monetario Internacional elogia la economía de China
- Fondo Monetario corrige al alza previsión económica alemana
- Economía/Finanzas.- Caja Madrid lanza el fondo Monetario Dinámico para mejorar la rentabilidad de los FIAMM
- Jaime Caruana nuevo director de un super departamento del FMI