
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará este viernes unas cifras de Contabilidad Nacional muy esperadas, aquellas que reflejan la evolución del PIB español en 2021. Ese cómputo, objeto de constante discusión durante el pasado ejercicio y de polémica entre el Gobierno y los expertos, reflejará finalmente un avance "en el entorno del 5%", según adelantan fuentes oficiales a elEconomista, conocedoras de las cifras que el INE ha dispuesto en el cierre del año para obtener su resultado.
En otras palabras, quedará en evidencia, de forma definitiva, que el año en principio llamado a marcar un punto de inflexión en la crisis del Covid-19, tras la histórica recesión sufrida en 2020, no ha estado a la altura de las expectativas del Ejecutivo del presidente Pedro Sánchez, que aún mantiene.
Moncloa llegó a predecir en el verano inmediatamente posterior al Gran Confinamiento, cuando se aprobó la creación del fondo europeo Next Generation, que la economía española estaría en condiciones de crecer por encima del 9% en 2021, incluyendo en ese cómputo el efecto esperado de la llegada de las ayudas comunitarias.
La realidad se ha revelado muy distinta a medida que los trimestres pasaban. El retraso en los desembolsos por parte de Bruselas se convirtió en una certeza ya desde comienzos de año. De hecho, los primeros desembolsos se demoraron hasta el pasado verano, lo que obligó al Gobierno a poner en cuarentena sus cálculos iniciales.
Fue entonces cuando pronosticó una tasa de crecimiento del 6,5%, que se aceleraría hasta el 7% en el año posterior. Estas cifras sirvieron de base para el cuadro macroeconómico sobre el que se cimentan los Presupuestos Generales del Estado de 2022 y, en ambos casos fueron objeto de cuestionamiento por las principales instituciones internacionales prácticamente desde el mismo momento de su publicación.
Fue entonces cuando se hizo patente el efecto ralentizador de otros factores. Fue el caso del temporal de nieve sufrido hace ahora un año, que provocó un nuevo retroceso de la economía en el primer trimestre del año.
A ello se sumaron las sucesivas oleadas de la pandemia que impidieron, pese al levantamiento del estado de alarma en mayo, la desaparición completa de las restricciones a la movilidad y la actividad económica en las comunidades autónomas.
Un verano decepcionante
El colofón lo ofreció la variante ómicron del virus, a inicios del verano, lo que impidió que se cumplieran las expectativas de recuperación del sector turístico español.
Ante la revisión a la baja de las cifras de Contabilidad Nacional del segundo trimestre de 2021 que llevó a cabo el INE, el Banco de España, la OCDE y el FMI, entre otros organismos internacionales, vaticinaron que ni siquiera la cota del 6% sería alcanzable por la economía española, en su avance esperado para 2021.
Las revisiones a la baja han continuado hasta el punto de que todos esos organismos estiman que el dato definitivo, que se conocerá en la mañana de hoy, quedará en el 5% o ligeramente por debajo (ver gráfico adjunto), tal y como las fuentes consultadas por elEconomista confirman que ocurrirá.
El Gobierno, no obstante, ha hecho oídos sordos a este consenso y las Cuentas del Estado, que entraron en vigor el pasado día 1, siguen previendo un avance del 6,5% para 2021 y del 7% para este año.
Con respecto a 2022, también existen discrepancias. El consenso del mercado sitúa el repunte por debajo del 6%. Por su parte, al 5,8% que estima el FMI, al 5,5% que prevén Bruselas y la OCDE, y al 5,4% del Banco de España se sumó recientemente el 5,6% que pronostica el Panel de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), formado por bancos, centros e institutos de estudios económicos, empresas y firmas de inversión.
Los más optimistas del consenso son el Centro de Predicción Económica (Ceprede-UAM), que calcula un crecimiento del PIB del 6,7% para este año; la firma de inversión Intermoney (6,2%) y el Centro de Estudios Economía de Madrid (CEEM-URJC, con un 6,1%).