
Los datos de la evolución del PIB desglosados por comunidades autónomas constituyen el mejor testimonio de la debacle que el Gran Confinamiento provocó el año pasado. Todos los territorios, incluyendo Ceuta y Melilla, sufrieron caídas en sus economías que superan el descenso promedio de la UE-27, situado en el 5,9%. Dentro de tan desolador panorama, destacan debido a su especial intensidad los traspiés sufridos por Cataluña y por los archipiélagos canario y, sobre todo, balear (-21,7% en este último caso).
De acuerdo con los datos publicados por el INE, los fuertes retrocesos insulares son el producto inevitable de una crisis que afectó de lleno a la movilidad a escala internacional y provocó la mayor crisis en décadas del sector turístico.
En términos de PIB per cápita, además, la evolución fue especialmente adversa para Canarias. La riqueza por habitante de esta autonomía retrocedió el año pasado hasta situarse como la más baja de toda España. En concreto, se encuentra ya un 26,4% por debajo de la media nacional de 17.448 euros per cápita.
Cataluña también sufrió las consecuencias de la parálisis del turismo pero, según los expertos consultados, existen otros factores que explican su peor comportamiento con respecto a Madrid, ya que la caída del PIB catalán fue cinco décimas más honda que la propia de la economía madrileña.
Este último territorio se benefició, según los analistas, de una política que, una vez levantadas las severas restricciones del primer estado de alarma, permitió compaginar las medidas de control de la epidemia (mediante confinamientos más limitados por áreas sanitarias) con el regreso de la actividad económica a sectores tan golpeados como la hostelería y el comercio.
Un 'sorpasso' incrementado
Como resultado, Madrid no sólo mantiene el sorpasso en relación a Cataluña, en cuanto a volumen de PIB que logró en 2019. Además, en 2020, se amplió ligeramente la diferencia en lo que respecta al tamaño de sus respectivas economías.
Esa brecha, favorable a la región que preside Isabel Díaz Ayuso, ronda actualmente los 3.600 millones. En paralelo, Madrid puede también presumir de que, pese a los estragos del Covid y de la paralización de la producción, continúa liderando la clasificación española por PIB per cápita.
Es más, con su registro de 32.048 euros por habitante se sitúa, junto con los 30.401 euros que corresponden al País Vasco, por encima de la media comunitaria de la UE-27, que equivalió a 29.890 euros según los registros del pasado ejercicio.
En el extremo opuesto de la clasificación se encuentran Canarias (como ya se mencionó anteriormente), Andalucía y Melilla, con 17.747 euros por habitante y 17.900 euros respectivamente. Extremadura mostró una clara mejoría con respecto a sus posiciones de otros años, ya que ha dejado de ocupar el último lugar. De hecho, el descenso de su PIB, con una caída del 7,4% en el año del Gran Confinamiento aparece como el más moderado del conjunto de España.
Una crisis menos nociva para la 'España vacía'
Desde el primer momento quedó claro que la crisis del coronavirus supondría mayores turbulencias para las economías más vinculadas con los grandes núcleos urbanos, y los datos de Contabilidad Regional de 2020 sólo pueden confirmar esa evidencia. Pese a las abultadas caídas (superiores al 7%) de sus economías, autonomías como Extremadura, Castilla La-Mancha y Castilla y León sufrieron los impactos de menor cuantía del Gran Confinamiento. Ahora bien, lejos de tratarse de un síntoma de fortaleza, esta realidad revela la escasa industrialización de sus tejidos productivos y el reducido peso del turismo en los territorios de la llamada 'España vaciada'.