
La cuenta bancaria es un elemento importante en nuestras vidas, dado que en ella almacenamos buena parte de nuestro dinero con el que posteriormente pagamos recibos y costeamos todo tipo de gastos. Por ello, si en un momento dado queremos cambiar nuestra cuenta de entidad bancaria debemos saber cómo hacerlo de forma totalmente segura y sin riesgos para nuestros ahorros.
El cambio de cuenta de un banco a otro debe ser totalmente gratuito. La Orden ECE/228/2019, de 28 de febrero establece que cualquier servicio de traslado de cuenta será "iniciado por el proveedor de servicios de pago receptor a petición expresa del cliente y tendrá carácter gratuito para éste y para el proveedor de servicios de pago receptor". O lo que es lo mismo: el banco al que queremos cambiarnos, una vez se lo comuniquemos, se encargará de iniciar los trámites, que no tendrán coste alguno.
Así, si el cliente decide cambiarse de banco deberá comunicarlo sin más. La cosa se complica en el caso de que existan diferentes titulares de la misma cuenta: todos ellos deberán expresar de forma individual su intención de cambiarse de entidad bancaria.
De acuerdo con la normativa, "el proveedor de servicios de pago pondrá a disposición de los clientes un formulario de solicitud de traslado de cuenta de pago" que debe rellenarse indicando la fecha del cambio, que como mínimo ha de ser seis días hábiles después a contar desde que la entidad receptora reciba toda la información del banco que se desea abandonar.
Tal y como explica el Banco de España en su página web, el banco transmisor y el banco receptor deben intercambiar toda la información necesaria para el efectivo traslado de la cuenta: "Se encargarán de trasladar las operaciones financieras más habituales que realices en la cuenta que quieres trasladar, como por ejemplo, domiciliaciones de recibos, órdenes permanentes de transferencias o transferencias periódicas recibidas".
También, obviamente, han de trasladar el saldo existente a la nueva cuenta del banco receptor aunque esto sucederá siempre que no existan deudas exigibles y pendientes de cargo.
Aunque la gran mayoría de trámites los hará el nuevo banco al que traslademos la cuenta existe la posibilidad de que haya ciertos flecos de los que se tenga que encargar el cliente. Según el comparador HelpMyCash, "aquellos que corresponden a empresas pequeñas, pagos de impuestos, gimnasios, etc., pueden requerir que el cambio lo haga el titular, por lo que el traslado de domiciliación puede ser rechazado".
En estos casos, el cliente deberá ponerse en contacto personalmente con las personas o entidades que qmiten dichos recibos para advertirles del cambio de cuenta y facilitarles el nuevo número al que tendrán que pasarlos.