
El mayor impacto negativo de los cuellos de botella en el comercio y de la fatal crisis de suministros se producirá durante el próximo año. El Banco de España calcula que puede llegar a arañar hasta nueve décimas del PIB en 2022, alrededor de 11.000 millones de euros. Más del 80% de las empresas españolas también esperan que el mayor golpe lo reciban durante el próximo año.
Si las previsiones económicas para España este año están siendo decepcionantes, 2022 puede ser todavía más duro. Según el análisis del Banco de España, el mayor impacto de la crisis de suministros se producirá a lo largo de 2022. Para la institución este año las consecuencias negativas apenas supondrá un 0,3% del PIB, unos 3.700 millones. El golpe para el próximo año puede superar los 11.000 millones, al suponer entre el 0,5% y el 0,9%, según se amplifican los efectos negativos.
Los economistas del Banco de España tiene en cuenta lo que supone el alcance negativo para la industria, pero también el efecto arrastre que provoca la crisis de suministros para la economía nacional y la resta de la menor demanda internacional.
La institución subraya las "importantes disrupciones" en las cadenas globales de suministro que se han registrado en los últimos trimestres y que "han condicionado el grado de dinamismo de la recuperación de la actividad en las principales economías mundiales".
"Una particularidad de estos cuellos de botella es que han afectado de forma muy heterogénea a las distintas ramas de la actividad y han tenido una incidencia especialmente importante en aquellas industrias situadas en las partes más altas de la cadena de valor, es decir, en aquellas que suministran bienes que son empleados por otras industrias", apunta.
Así, por ejemplo, explica que los "fuertes desajustes" entre oferta y demanda que se han venido registrando recientemente en la industria de semiconductores y circuitos integrados han tenido "un impacto negativo muy significativo" en el sector del automóvil, donde muchos fabricantes se han visto obligados a paralizar o a recortar sus planes de producción.
El Banco de España señala que la mayor parte del efecto adverso sobre el PIB español de estos cuellos de botella estaría asociada al impacto negativo que dichas perturbaciones suponen sobre el sector del automóvil. Ello, añade, "resulta coherente con el elevado peso y relevancia de este sector" en la economía española. Más de la mitad del impacto negativo en 2022 corresponde al sector del automóvil.
El Banco de España ha asumido que la duración de estas perturbaciones en las cadenas de suministro se mantienen fundamentalmente durante el cuarto trimestre de 2021 y los tres primeros trimestres del año próximo. Pero advierte de que existe una "notable incertidumbre" sobre el grado de persistencia que estos cuellos de botella podrían presentar en el futuro.
La mayoría de empresas españolas piensan que lo más duro está por llegar. Más del 60% de la Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE) creen que la crisis de suministros será peor en 2022.