Economía

Falta de suministros y crisis energética: el cruce la muerte que explica los precios disparatados que paga la industria

  • Los precios industriales en España y en otros países están desmadrados
  • Gran parte es atribuible a la dependencia energética de Europa
  • Los precios a la importación influyen en el 80% de la inflación final

El Banco de España calcula que los problemas de suministros son responsables de los precios industriales que soportan las fábricas europeas. El BdE asume que gran parte del coste que soporta el sector se debe a que la región hay un déficit de energía y materias primas. El último dato en España apunta a un crecimiento del 31,9% en octubre de los precios industriales.

Las encuestas de PMI a las fábricas llevan reflejando una escalada sin freno de los precios pagados a los proveedores. Hoy el dato de noviembre no ha sido una excepción y vuelve a registrar un récord en el coste de los insumos. Los economistas del Banco de España en un trabajo analítico han detectado una doble vertiente para explicar este fenómeno.

Por un lado, la rápida reactivación del comercio mundial tras los confinamientos adoptados a comienzos de 2020 en muchas de las principales economías ha provocado una fuerte congestión de las vías de transporte marítimo, que ha redundado en aumentos significativos de los costes de transporte y del precio de ciertas materias primas.

Y por otro lado, desde la perspectiva de la oferta, en los últimos trimestres se han producido algunas disrupciones en las cadenas de suministro global, que han afectado especialmente al coste y a la disponibilidad de determinados bienes intermedios, como los semiconductores, que son fundamentales en la producción de un amplio abanico de productos finales.

Las fábricas asumen la mayor carga inflacionaria de las últimas décadas

Los dos factores se han cruzado para que el sector industrial europeo asuma la mayor carga inflacionaria de las últimas décadas. La clave de la actual crisis está en el déficit de energía y materias primas que sufre la región. El miembro del BCE Fabio Panneta explicaba la situación a la perfección la semana pasada. "El 80% de la inflación general refleja los shocks generados en el exterior, principalmente porque la zona del euro es un importador neto de energía y materias primas", incidía. En el análisis del Banco de España incluye los precios energéticos como parte del coste de los insumos debido a que "el encarecimiento de las materias primas energéticas, que ha supuesto una notable presión al alza sobre los precios de algunos de los sectores más intensivos en el uso de estos insumos".

En España, el último dato disponible, de octubre, los precios industriales se dispararon un 31,9% en tasa interanual, más de ocho puntos por encima de la de septiembre y crecimiento récord en 45 años. El repunte de octubre está directamente influido por la energía, que elevó su variación anual 27,1 puntos, hasta el 87,3%, su tasa más alta desde 1976 debido a la subida de precios de la producción, transporte y distribución de energía eléctrica. En menor medida han influido la producción de gas y del refino de petróleo. Los bienes intermedios incrementaron más de dos puntos, hasta el 19%, por el mayor coste de la fabricación de productos químicos básicos y de la producción de metales preciosos. Sin contar la energía, los precios industriales mostraron en octubre un aumento interanual del 9,7%, nueve décimas más que en septiembre y más de 22 puntos por debajo de la tasa general. Es la tasa más elevada desde enero de 1985.

Como bien explica el Banco de España no ha toda la industria le afecta de la misma manera los precios de la energía y la escasez de suministros. Las perturbaciones de oferta en el sector de vehículos de motor -en el que un 87% de las empresas declaran escasez de material y/o de equipo- explican alrededor de tres cuartas partes de la evolución de su actividad y de los precios industriales. En el plano opuesto, se encuentra la industria siderúrgica a la que le afecta más los precios energéticos que la cadena de suministro.

Panetta explicaba que aunque la fuerte demanda mundial está exacerbando los cuellos de botella relacionados con la pandemia en todo el mundo, en la zona del euro esto se traduce principalmente en un choque de oferta negativo, que está impulsando la inflación subyacente. Los precios de importación más altos están llegando a tal nivel que están comprimiendo la renta real disponible de los hogares y aumentando los costos de producción de las empresas, subrayaba.

Los economistas del Banco de España señalan que el aumento de los precios manufactureros y de importación, incrementos que también se están trasladando, si bien aún de forma parcial, a los precios de consumo.

El PMI manufacturero de hoy alertaban de las consecuencias más inmediatas. Los plazos medios de entrega de los proveedores para los insumos se alargaron sustancialmente, pero a la vez las actividades de compra como los stocks de insumos aumentaron a tasas más pronunciadas. La empresas están haciendo acopio de stocks de materias primas al ritmo más rápido desde que se recopilaron los datos por primera vez en junio de 1997. "Para aliviar la presión de los márgenes de beneficios, los precios cobrados se incrementaron a su tasa más fuerte desde que comenzó esta serie, en noviembre de 2002", comentan desde IHS Markit.

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