
Escalada en la batalla retórica entre Bruselas y Londres. Según ha revelado la agencia Bloomberg, la UE ha advertido en privado al Gobierno de Boris Johnson que, si rompe unilateralmente el acuerdo del Brexit sobre la situación de Irlanda del Norte, el club europeo se plantearía hacer lo propio con el acuerdo comercial firmado la Nochebuena pasada. Una amenaza de ruptura total para frenar la tentación del 'premier' británico y su ministro del Brexit, Lord Frost, de usar a Irlanda del Norte como una ficha más para presionar a Bruselas.
Desde hace años, la situación de la provincia británica en la isla vecina ha sido el principal escollo a la hora de negociar un acuerdo, dado que es metafísicamente imposible mantener a Irlanda dentro de la UE y al Reino Unido fuera sin que haya una frontera: o bien entre las dos Irlandas, o bien entre Irlanda del Norte y el resto del país británico. Tras años de presiones y planes alternativos fracasados, Johnson acabó aceptando situar una frontera comercial en medio de su país, para que Irlanda del Norte siguiera en el Mercado Común europeo y la ensangrentada frontera irlandesa no tuviera que resucitar tras más de dos décadas de apertura y paz.
Sin embargo, el efecto ha sido enfurecer a los unionistas británicos, que se ven separados del país al que quieren pertenecer -Reino Unido- y mucho más cerca del que se escindieron hace un siglo -Irlanda-. El resultado ha sido que problemas como las restricciones a la importación de productos cárnicos frescos de Gran Bretaña -la llamada 'Guerra de las Salchichas'- han desatado una crisis política entre ambas partes.
Durante 2020, Johnson amenazó constantemente con romper unilateralmente los acuerdos sobre este conflictivo territorio. Y hace unos meses resucitó la posibilidad, alegando la tensión que había provocado en el territorio. Y la UE ha dejado claro que, si llega a ese punto, las relaciones entre Londres y Bruselas saltarían por los aires de forma total.
Por el momento, los negociadores de ambos lados están debatiendo las propuestas que lanzó la Comisión Europea hace una semana para facilitar los controles fronterizos y reducirlos en hasta un 80%, lo que debería minimizar la fricción comercial en los intercambios entre ambas partes del Mar de Irlanda. Según informó la cadena pública irlandesa RTÉ, Frost está participando de forma constructiva en las negociaciones, y esperan celebrar encuentros la semana que viene.
Aun así, la UE ha optado por dejar claro que están dispuestos a responder a la 'opción nuclear' británica con una bomba de igual o mayor potencia: imponiendo aranceles y cuotas a las exportaciones británicas, y cancelando las cláusulas para facilitar el comercio a través del Canal de la Mancha. Una amenaza que empeoraría aún más la galopante inflación británica y su escasez de productos.
Nomura: "Durante mucho tiempo, estas discusiones podían ignorarse como mero postureo político y ruido. Pero amenazar con romper el acuerdo comercial es una escalada de retórica"
Las decisiones, tanto la de romper el acuerdo norirlandés como el comercial, no serían inmediatas ni necesariamente totales: habría un período de 'enfriamiento' para que las dos partes dieran marcha atrás al lanzamiento de 'misiles', y las suspensiones podrían limitarse a ciertos sectores o cláusulas.
Sin embargo, los analistas creen que esta amenaza es muy significativa en sí misma. "Durante mucho tiempo, estas discusiones podían ignorarse como mero postureo político y ruido. Pero amenazar con romper el acuerdo comercial es una escalada de retórica y la libra esterlina debería sufrir un impacto como resultado", advierten desde Nomura. Tras la publicación de la amenaza en Bloomberg, la moneda inglesa ha caído un 0,4% y sigue rondando el 0,3% de pérdidas a estas horas. La guerra fría comercial post-Brexit empieza a calentarse.